Uruguay: SON 8 LOS OROSCO , YO LOS CONOSCO.‏

Tranquilo Machado

Los ocho generales que el pasado 10 de junio concurrieron a visitar en la Guardia de Coraceros al detenido coronel retirado Tranquilino Machado (del total de 16 generales en actividad) fueron Daniel Castellá (comandante de la poderosa División de Ejército I y que había reemplazado en el cargo al general Luis Pérez, separado en forma fulminante en 2009 por el presidente Mujica debido a un desacato), el propio Luis Pérez (actualmente sin destino), Sergio D' Oliveira (director del Instituto Militar de Estudios Superiores), Pedro Aguerre (comandante de la División de Ejército IV), Neris Corbo (director de Sanidad Militar), Domingo Montaldo (jefe de la Casa Militar de la Presidencia de la República),Nelson Pintos (comandante de la Logística) y Juan J. Saavedra (director de la Escuela Militar y director del Instituto Militar de las Armas y Especialidades).
No se trata solamente de "un grupito que actuó a título persona", sino de los mandos superiores de quienes dependen sus subordinados, coroneles, mayores, capitanes, a quienes representaron en ese acto.

Además, cuatro de los ocho generales que no acudieron a la visita a su camarada preso estaban imposibilitados de hacerlo por encontrarse lejos o encerrados. De esta forma quedan sólo otros cuatro que no fueron expresamente a esa cita.
Los ocho que no asistieron fueron el agregado militar de Uruguay en Estados Unidos, general Milton Ituarte (quien se encuentra en Washington), el segundo jefe de la Misión militar de la ONU en Haití, general Felicio de los Santos (actualmente en Puerto Príncipe), el observador de Naciones Unidas en la frontera indo-paquistaní, general Raúl Gloodtdofsky(quien está a varios miles de kilómetros de distancia), el general Miguel Dalmao (quien se repone en el Hospital Militar y está procesado por el asesinato de Nibia Sabalsagaray), el jefe de la División II del Ejército, general Wile Purtsher, el jefe de la División IV, Pedro Aguerre, el jefe del Estado Mayor, general José Burone, y el comandante en jefe del Ejército, general Jorge Rosales.
De los militares que no llevaron personalmente su solidaridad a Machado, deberá recordarse que el general Gloodtdofsky (que se encuentra en la lejana Cachemira), durante un brindis celebrado el 12 de octubre de 2006 en Cap Haitien, segunda ciudad de Haití (donde estaba al frente de los cascos azules uruguayos), en ocasión del Día de la Caballería formuló unas reflexiones antes sus camaradas en las que dijo que el entonces gobierno de Tabaré Vázquez era “marxista” y enfrentaba a las Fuerzas Armadas, que la política de derechos humanos era “un ataque al Ejército”, que la Armada Nacional ha “traicionado por segunda vez” a la fuerza de tierra (la primera cuando el golpe de Estado de 1973 y la segunda cuando admitió, en un informe a la Presidencia haber actuado en la guerra sucia) y aseguró que a los periodistas que revelan secretos de la dictadura “habría que matarlos”.
En la madrugada del 27 de junio de 1973, siendo teniente, Gloodtdofsky había entrado al Palacio Legislativo por la puerta de General Flores al frente de un pelotón para disolver el Parlamento.
Tampoco asistió a la visita a Machado el general Rosales, quien el 22 de octubre de 2010 expresó su opinión favorable a la ley de Caducidad, advirtió que la Cámara de Diputados había actuado mal al votar su anulación y extendió su apoyo al procesado general Dalmao. El ministro Rosadilla le aplicó entonces un “apercibimiento en el grado de amonestación” por sus dichos y aclaró que esa era la sanción "más leve" que podía dedicarle. Pero ya anteriormente, en mayo de 2006, Rosales había sido apenas “observado” por la entonces ministra Azucena Berrutti por sostener en su discurso del Día del Ejército que la institución “no quiere ser juzgada por eventuales acciones individuales incorrectas desarrolladas por algunos de sus integrantes”. Entonces Rosales aclaró que el Ejército “no acepta ni quiere ser rehén de las extemporáneas y parcializadas interpretaciones históricas que sobre su accionar pretenden algunos reivindicar”.
Más claro echarle agua.
Un abrazo.