lunes, 28 de noviembre de 2011

Carta pública al Presidente Chávez, a propósito de la reunión esperada hace 200 años; para que cambie el timón de la Salud Pública de Venezuela.

Usted, Sr Presidente ha sido clave para lograr lo que Bolívar no pudo hacer  hace 200 años atrás. Ahora podría ser clave para un cambio de la orientación de la Salud Pública en Venezuela

Creando un Ministerio para la Enfermedad y los Hospitales uniendo al IVSS con lo que es ahora el MPSP; lo llamaría Ministerio para las Enfermedades y los Hospitales; colocaría allí a los dos coroneles que se entienden muy bien; el otro seria el de la Salud que tendría como núcleo los 8.250 nuevos médicos, Barrio Adentro, el PNMIC y seria para la Salud, el articulo 84 de la Constitución  ; La Ley Contra la Violencia de la Mujer y el nuevo poder Comunal. Seria un cambio total para la Salud similar a la que ocurrió con la creación de Barrio Adentro; donde mujeres luchadoras y organizaciones comunales se incorporarían masivamente;   pero que va camino al fracaso si colocamos esos 8.250 nuevos médicos como carreta de los bueyes de la Medicina Privada que en este año han llevado la batuta: el AH1N1, Baremos para las clínicas, consolidación de los HCM, compras de Clínicas Privadas que están quebradas, compra de equipos sofisticados, medicinas costosas y promoción de las profesiones más lucrativas del mundo: cirujanos, anestesiólogos y obstetras.

Usted, Sr Presidente, está adecuando su gabinete ejecutivo para que se coloque “AGUAS ABAJO” en la Industria y la Economía. Aproveche las circunstancias de tener 8.250 nuevos médicos y coloque “AGUAS ABAJO” a la Salud. Creando el Ministerio para la Enfermedad y los hospitales; separando así lo Curativo de lo Preventivo. Dejando que se cree el Ministerio de la Salud con las bases legales que tenemos en la Constitución y las leyes; que desconocen en su mayoría el tren ejecutivo de Salud que usted tiene. Como usted dijo en Copenhagen (Dinamarca, 16 de diciembre 2009), no son nuevas Cumbres ni Políticas lo que necesitamos, sino nuevos Hombres y nuevos Enfoques. O como dijo aquel venezolano ilustre de 1920 “Venezuela necesita un venezolano distinto”. Ya usted es un presidente distinto, por eso le hago esta carta pública, usted es el único que puede leerla, entenderla y ejecutarla.


Los inicios de la Salud Pública estaban destinados a la lucha contra el Paludismo. No estaba pendiente en qué instituciones sanitarias existían y qué personal necesitaba trabajo. Estaba pensando en cuál era la enfermedad pública que se debía enfrentar. Eso, a pesar del auge de la visión mecanicista, biologicísta y curativa de la salud que estaba naciendo.

Ahora no se piensa de qué se mueren o enferman los venezolanos. Se piensa en cuántos Cirujanos, Anestesiólogos y Obstetras hay (para hablar de las profesiones más lucrativas del Capital a nivel mundial); cuántos de éstos no tienen trabajo o qué hospitales les falta, aunque no sean necesarios. Si van al Hospital Raúl Leoni de Ciudad Guayana, verán que hay más cirujanos en el Servicio de Cirugía que camas disponibles. Si los convocan a una reunión el mismo día, no hay espacio para reunirlos. Es algo verdadero e insólito.

Peor aún señor Presidente; van a colocar a la mayoría de estos nuevos médicos comunitarios bajo la égida de estos especialistas para que, al cabo de 3 años tengamos un éxodo al exterior de estos 8.250 médicos que, desviarían su camino del Nivel Primario y no serían especialistas de Medicina General Integral (MGI); sino Cirujanos, Anestesiólogos y Obstetras como es el requerimiento de la Medicina Privada mundial. Venezuela requiere un nivel Primario de Asistencia Médica como lo tiene Cuba, Canadá y Costa Rica. Sino tendremos la misma huelga de Anestesiólogos que hoy tiene Costa Rica.

Sr. Presidente; si usted decide separar lo Curativo de lo Predictivo y Preventivo, como lo tiene Canadá. Usted, señor Presidente, tendría 8.250 nuevos médicos formados como en Cuba: para determinar qué persona está sana y mantenerla así; qué persona está a riesgo y bajarle esa condición; cuál esta enferma y curarla a tiempo y seguir su evolución y cuál debe ser rehabilitada; es decir Sectorizar o Dispensarizar.

Si usted; Sr Presidente no lo hace, entonces usted estará propiciando que esos 8.250 nuevos médicos comunitarios en 3 años se dediquen a ser Cirujanos, Anestesiólogos u Obstetras; que son las profesiones más cotizadas en el mundo del Capital. Averigüe qué especialidad están haciendo los del Batallón 51 y se dará cuenta que en su mayoría están haciendo éstas que les acabo de nombrar. Es decir, usted le estará suministrando al mundo de la Salud del Capital, profesionales que ellos requieren para seguir promoviendo su “medicalización” que no es otra cosa que el uso indiscriminado de equipos sofisticados, medicinas costosas y especialistas a ultranza.

En Cuba tenían este dilema; hasta que por instancias de Fidel Castro se creó la Medicina de Familia o el Consultorio Familiar, que es la base del Sistema de salud Pública de Cuba. Es decir, lo que se llama el nivel Primario de Atención de Salud, que no le interesa a las Transnacionales de la Medicina ni a nuestras Facultades de Medicina, agrupadas en la AVEFAM y agremiados en la FMV. De ellas son egresados los que hoy tiene usted dirigiendo la Salud y por Ignorancia o por Intención, lo estimulan a usted hacer todo lo contrario a lo que usted pregona y promueve en lo político. Lo más que se les ocurre es seguir los dictados de la OMS, aún cuando estos sean contrarios al interés nacional y colectivo; promover las Clínicas Privadas aumentando los HCM y aplicar Baremos; o propiciando la compra de Clínicas como la que están preparando desde PDVSA.

Estos mismos dirigentes suyos de la Salud usan Protocolos de prácticas de rutinas negativas para la atención de las embarazadas y los bebes, como la posición tumbada para la dilatación y la expulsión, el uso rutinario de oxitocina sintética, la episiotomía sistemática, el corte prematuro del cordón umbilical…prácticas que no son de la obstetricia moderna. Esto implica tasa elevada de Cesáreas (más de 18% en centros públicos y mas de 40% en clínicas privadas), episiotomías innecesarias, partos instrumentales, ingresos en unidades neonatológicas. Todos derivados de una excesiva medicalización que les conviene a las Transnacionales. Sin embargo, en la Ley contra la Violencia de la mujer, se tipifica como Violencia Obstétrica. Es decir están delinquiendo.

Todo esto; Sr. Presidente, es por la mentalidad mecanicista, que atribuye a la tecnología la misión de doblegar la naturaleza; sin importar el daño que ocasione a los humano. Este anquilosamiento de nuestros dirigentes se explica por varia razones: los jugosos premios que estas transnacionales ofrecen a los que aumenten sus ventas; los planes de estudios de esta Facultades de Medicina agrupadas en la AVEFAM son promovidas por la Kellogs; están cargados de una visión patológica y no fisiológica de la Salud; los profesionales están inspirados en Protocolos de Hospitales Curativos y promovidos por estas Transnacionales.

De manera que, Sr. Presidente, usted puede llevar a estos 8.250 nuevos médicos por esos trillados caminos que terminan en la MEDICINA PRIVADA, o usted comienza una nueva y vieja concepción de la Salud Pública en Venezuela; similar a la leyenda de la Lucha Antimalárica. O usted empuja estos 8.250 nuevos médicos por el camino de la Salud Privada y a la cola de las Transnacionales.

Sólo usted tiene la vocación política para hacerlo y, usted tiene la oportunidad y las circunstancias históricas.

Decir asistencia individual apunta a lo curativo y lucrativo, le interesa mantener la enfermedad, al que hay que hospedar en un hospital o en una clínica. La salud colectiva es predicción y prevención y es pública, le interesa la salud del que camina, del que ambula; por eso el instrumento de atención es el Ambulatorio ;pero un Ambulatorio que funcione, que tenga una red de Telemedicina, una red de emergencia pre hospitalaria, un enfoque terapéutico múltiple y un Plan Predictivo y Preventivo en Salud y no la red ambulatoria desarticulada que actualmente tenemos que tiene gran cobertura pero poca eficacia e eficiencia y así es como le interesa al Capital Transnacional, que no funcione, que no sirva y que esté desprestigiada. De cada mil personas, 990 necesitan un ambulatorio y solo diez, necesitan un hospital. Al capital transnacional le interesa vender equipos sofisticados, costosas medicinas y formar a especialistas en el área de curación, llegando al colmo de una banal enfermedad, inventar una pandemia –Ah1N1- para vender una vacuna peligrosa y mejorar sus ganancias.

Wu li min Docente y médico de profesión, en contra del Conflicto de Intereses en la Salud Pública. Sigo la política como medio de evitar la IDIOCIA.
liminwur@hotmail.com wurrolimin@gmail.com

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