lunes, 26 de abril de 2010

Burka - Yoel Pérez Marcano


Una de las particularidades mas identificatoria de los pueblos esta representada por su vestimenta, la cual responde a factores climáticos, creencias religiosas, disposición de recursos y a sincretismos culturales derivados del largo proceso histórico, la mayoría de estos, violentos, que han llevado a muchos pueblos a asimilar y transferir a otros, sus indumentarias y colores que le son más emblemáticos.

Por ello, parte importante de la resistencia cultural y política de los pueblos contra toda forma de dominación, se ha expresado en sostener sus formas de vestir, convirtiendo sus ropas tradicionales en símbolos de su orgullosa identidad, contra todas las acciones del opresor por destruir sus valores y referencias culturales con el fin de absorberlos e invisibilizarlos. Así ha sido a lo largo de toda la historia y hoy, más que nunca, esa confrontación.
Por:Yoel Pérez Marcano

El undo judeo-cristiano capitalista, que venció culturalmente al resto de la Humanida e impuso el modelo civilizatrio de la Modernidad Capitalista, ha hecho de la homogenización de las apariencias y las conductas de la cultura humana , uno de sus objetivos más importantes, con el fin de facilitar la penetración de sus mercancías, la imposición de su industria cultural, la destruccción de los valores resistentes y, finalmente, para favorecer la contrucción de "un mundo de igualdades que los muchos otros".

Eso no ha sido totalmente posible, porque cada vez, con mayor vitalidad y, en un proceso de recuperación y defensa de su identidad y memoria histórica, los pueblos dominados por la Modernidad Capitalista, están reforzando su resistencia y hacen de sus expresiones folklóricas, su vestimenta, sus comidas, viviendas, útiles, juegos, danzas y demás elementos culturales que lo identifican, una trinchera ideológica y política, pese a las acusaciones de "jurasicos","atrasados", "nostálgicos", y hasta "bárbaros", que no pocos "plumíferos" de burgueses utilizan para atacar sus dignas posiciones.

El debate sobre la vestimenta de las mujeres musulmanas esta planteada dentro y, especialmente, fuera, del mundo islámico, porque la BURKA, prenda que cubre el rostro y la totalidad del cuerpo de la mujer en algunos países como Afganistán, cuando transita o se encuentra en espacios públicos, esta siendo objeto de acciones políticas, judiciales y administrativas por parte de gobiernos y sectores políticos y sociales de Francia, España, Belgica, Zuiza, Italia y otros países europeos, que consideran tal vestimenta como un "ataque a la dignidad de la mujer", contrario a la libertad de las personas y, en no muchos casos, un símbolo del "extremismo musulmán", en su lucha contra los “cruzados” del occidental judeo-cristiano.

Con el argumento ideológico de la liberación de la mujer del uso de Burka, los Estados Unidos y los países de la OTAN pretendieron ganar el apoyo de los pueblos del mundo occidental – y en especial de las mujeres - en su lucha contra el "extremismo" de los Talibanes y demás grupos fundamentalistas pero, después de nueve años de guerra de agresión, con miles de civiles muertos, el cuestionado BURKA sigue paseándose por la calles de Kabul, Kandahar, Hellman y otras partes de Afganistán, sin que sus supuestos “libertadores” occidentales lo puedan impedir.

Ese cambio de actitud de los bárbaros invasores - con ropajes de civilizados - se explica porque la milenaria cultura de diversas comunidades de pastusos, tayikos, cakjazos y demás pueblos afganos, siguen observando tales prácticas milenarias que – aunque no compartamos - define socialmente el uso de esta prenda y, hasta que los pueblos que habitan el territorio de Afganistán no asuman libremente una nueva visión, el uso de tal prenda seguirá vigente y formando parte de su identidad.

Especial consideración merecen las mujeres de los pueblos originarios, para las cuales la desnudez no tiene el carácter púdico y vergonzoso - casi extinguido en el mundo occidental - , por lo que pasean sus abultados pechos, nalgas, piernas y entre piernas en público, sin pretender ofender la moral de nadie sino vivir como han aprendido a vivir, en comunión con la naturaleza y frente a lo cual, nuestra sociedad occidentalizada debe observar reconocimiento y respeto a su Derecho a la Identidad y Diversidad Cultural.

Pero resulta por demás contradictorio que sean, precisamente, los países "civilizados" de occidente quienes pretendan enseñar a vestirse a las mujeres musulmanas, cuando son ellos quienes han desvestido a las mujeres de todo el mundo y creado la industria de la pornografía y la prostitución, con tipos de vestimentas que exponen los pechos de sus mujeres, recortan sus faldas y vestidos hasta el límite de sus piernas, reduciendo sus blusas y bajando el talle de sus pantalones y faldas y, fabricando piezas con telas tan transparentes, que casi nada quedaría para la imaginación.

No hay conclusión posible que no sea el reconocer, proteger y defender el Derecho de toda etnia, pueblo o Nación de desarrollar sus propias formas de expresarse e identificarse y, que sea su propio desarrollo histórico concreto, sin interferencias “civilizatorias” externas, lo que finalmente permitirán a esos pueblos, decidir soberanamente, el tratamiento que le deberán dar a sus expresiones culturales y reglas de comportamiento social. Lo demás es modernismo capitalista, globalización cultural y reconquista imperialista.

Fecha: 25/04/2010
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