Reihane Yabarí, mujer, pobre, no tiene Justicia. |
En la carta Yabari, de 26 años, le pide además a sus progenitores que cumpla su última voluntad, donar sus órganos. "No quiero pudrirme bajo tierra. No quiero que mis ojos ni mi joven corazón, mis riñones, mis ojos, mis huesos y todo aquello que pueda ser transplantado sean tomados de mi cuerpo y entregados como regalos a quienes los necesiten. No quiero que el destinatario sepa mi nombre, me compre un ramo de flores o ree por mi
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