La banda terrorista, Unión Juvenil Cruceñista como brazo paramilitar de los grupos logieros de Santa Cruz que alberga en su seno a la “burguesía terrateniente” a saber: los Marinkovic, Monasterios, Kuljis, Mesmer, Klinsky y a otros secuaces del contubernio de la extrema derecha, sigue desatando el terror y el amedrentamiento.
Esta vez el activista antiracista e investigador documentalista Argentino Nelson Vilca, fue secuestrado y torturado por la Unión Juvenil Cruceñista, tras ser interceptado en la localidad de San Ignacio. Cabe anotar, que dicho compañero ha desarrollado trabajos de investigación, sobre temas referidos al esclavismo de bolivianos en Argentina y en los latifundios del Chaco, esta su labor denodada y consecuente, le ha costado hoy a nuestro compañero ser víctima de la asonada fascista que se ha desatado en el país.
Este hecho no es casual y mas bien es parte de un plan conspirativo de la derecha, que pretende la restauración del oprobioso régimen neoliberal, para ello usan la fuerza, los medios de comunicación, el boicot y todo tipo de movilizaciones bancadas con la chequera de las prefecturas.
La Unión Juvenil Cruceñista, compuesta por el lumpen: drogadictos y asaltantes rentados, al servicio de los intereses oligárquicos, tiene un su haber a otra víctima del complot fascista.
Freddy Tarcaya Gallardo
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Tribuna boliviana, tribuna humanista, todas las redes solidarias con Bolivia, América Latina y los humanistas a nivel mundial, somos solidarios y estamos atentos a la situación de nuestro aprecidado miembro y articulista Nelson Vilca.
Solicitamos al gobierno bolivano y sobre todo a la « Justicia boliviana » tomar cartas en el asunto y sancionar conformemente a las disposiciones legales existente en el país y aplicar los convenios internacionales que Bolivia se comprometio a hacer aplicar frente al terrorismo y grupos paramilitares que atentan contra la vida de comunicadores sociales, periodistas internacionales, investigadores, y de una manera general contra cualquier persona humana.
La mal llamda “Unión Juvenil Cruceñista” (UJC), brazo derecho armado del comité cívico de Santa Cruz, de tinte fascista y paramilitar, debe ser disuelta – inmediatamente – ya sea por una decisión judicial o por un decreto supremo del gobierno boliviano. Ningún país democrático del mundo puede acceptar su existencia con fines paramilitares, terroristas que atentant contra la seguridad de una nación, la vida de sus habitantes, la libertad de prensa y el derecho de comunicar e informar.
Dr. Carlos Terrazas Orellana
Tribuna boliviana
tijaraipa@entelnet.bo
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