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“No sé si fueron las FARC o el gobierno”, dijo Córdoba desde el Parlamento Europeo en Bruselas. “Lo que digo claramente, expresado públicamente, es que no puedo decir que fue la guerrilla o fue el gobierno (quienes los mataron). No hay claridad en eso. Uno de los secuestrados que salió con vida dijo que hubo un enfrentamiento”, explayó. Córdoba pidió que se conforme una comisión para esclarecer el asesinato del sargento Libio José Martínez, el mayor Elkin Hernández, el intendente Alvaro Moreno y el coronel Edgar Yesid Duarte. Los cuatro rehenes de las FARC fueron muertos por supuestos tiros de gracia el pasado sábado en la selva del Caquetá.
La ex senadora deslizó que el operativo de rescate del gobierno, que terminó con las muertes, fue otro intento más de militarizar el conflicto. “Se quiere privilegiar la salida de guerra, la salida militar. Y después de los hechos de la semana pasada, queda claro como nunca antes que las estrategias militares no dejan sino eso: muertos”, advirtió Córdoba.
Desde la celebración de un aniversario de la Fuerza Aérea colombiana, el presidente replicó duramente, en Bogotá, los dichos de Córdoba. “Cómo es posible que salga una señora que ocupó posiciones como senadora de la República a decir que todavía duda de que hayan sido las FARC los asesinos de esos cuatro héroes de la patria”, fustigó.
El mandatario reiteró que Colombia no se dejará engañar ante el asesinato de los uniformados a manos de las FARC como lo comprobaron las autoridades, al tiempo que definió a Córdoba como una persona obsesionada con el protagonismo. “Qué triste, pero como lo dije hace dos días, los colombianos decimos que no nos crean tan pendejos, que ya sabemos perfectamente quiénes fueron los responsables”, dijo el presidente.
La ex senadora encabeza la organización Colombianos y Colombianas por la Paz (CCP), que medió en la liberación de una decena de secuestrados en los últimos años. La entidad publicó en su página web, el mismo día que los uniformados fueron asesinados, una carta de respuesta de las FARC en la que aseguraban que liberarían a un grupo de secuestrados atendiendo a la petición hecha por el grupo.
En ese momento, la ex senadora insistió en la necesidad de lograr una salida política y negociada al conflicto y destacó que las organizaciones civiles no pueden perder el espacio que han ganado. “No perdamos la legitimidad en la búsqueda de la verdad y la justicia y recuperación de la memoria histórica.” “Reitero mi petición para que haya una liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes todavía en cautividad y hago un llamamiento a las FARC para que depongan las armas y se sumen al proceso político de reformas y modernización de Colombia”, recalcó Catherine Ashton, jefa de la diplomacia europea.
“Si el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, como viene diciendo, realmente privilegia el diálogo, que no dé señales de humo totalmente contrarias –exhortó Córdoba–. El gobierno colombiano tiene que entender que para que se dé la liberación, primero tiene que haber alguien con quién hablar.” A ese pedido se unió la parlamentaria europea Ulrike Lunacek, del partido de Los Verdes, en rueda de prensa en el Parlamento Europeo convocada por el diputado Willy Meyer, de la Izquierda Verde Nórdica. En ese contexto también la apoyó Patricia Verbauwhede, de la plataforma Oficina Internacional de los Derechos Humanos Acción Colombia, que diferencia entre pacificación y paz sostenible en Colombia, y subrayó que la solución militar sólo aumenta el drama de un país en el que el 52 por ciento de la tierra está en manos del 1,5 por ciento de la población. Las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia acusó en una circular la terrible falta de humanidad y un desprecio total por la vida. “Son crímenes de guerra que podrían constituir crímenes de lesa humanidad. Son el producto de la deshumanización progresiva del conflicto armado interno.”
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