sábado, 11 de octubre de 2014

Reportaje: Mujeres de Ruanda, reconstrucción y control político

. Gabriel Díaz 
Su fama de buena curandera es bien conocida en la aldea ruandesa de Gitarama, al suroeste de Kigali. Al descender de la furgoneta, en la carretera principal, basta preguntar por Sula, la senadora, que pronto algún vecino le indicará el atajo, una senda estrecha abierta entre matorrales que le dejará a los pies de la casa de la famosa anciana. Sula se levanta con energía de la esterilla y recibe a los visitantes con un abrazo poderoso, con los brazos fuertes y manos calurosas. En seguida, sin que casi medie palabra, pide disculpas y se retira al interior de la casa: "quiere prepararse para las fotografías, comenta el intérprete. Sula es una mujer con dotes de curandera, humilde y casi nongenaría, que durante el genocidio ruandés salvó la vida de diecisiete personas.
Mujeres de Ruanda, reconstrucción y control político
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 Tutsis, hutus moderados y cuatro europeos fueron llegando poco a poco desde aldeas vecinas cuando se enteraron de que Sula daba asilo a los perseguidos. Ocurrió a finales de abril de 1994. La población estaba cercada por puestos de control y aterrada por las irrupciones de las milicias hutus, que provistas de machetes o armas de fuego llevaban a cabo un plan genocida que acabaría con cerca de un millón de personas en cien días, según cifras difundidas en Ruanda. El rostro de Sula se enduree cuando relata lo sucedido allí, en su pequeña casa de tierra y pedregullo. Con ánimo conversador explica que por aquellos días llovía mucho y resultaba más fácil encontrar cacahuates, semillas de girasol y plátanos "Por allí -dice señalando unas diminutas ventanas-, les pasaba comida".  
."...ante la adversidad de las circunstancias, Sula puso en marcha su peculiar plan de salvamento que años después sería reconocido en el  Memorial del Genocidio de la capital ruandesa,.."
..."Antes del gonocidio no nos conocímos, ahora estamos más unidas que nunca. Juntas lloramos, bailamos, cantamos y aprendemos a defender nuestros derechos", expica Felicite. ..."aquí estamos sentadas hutu y tutsis, nos sentimos ruandesas, queremos salir de la pobreza y trabajar por el futuro de nuestros hijos", añade Hanina. Asociarsw, sobreponerse y superar el primer tabú: levantar las casas con sus propias manos -una tarea otrora reservada a los hombres..
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http://www.fronterad.com/?q=mujeres-ruanda-reconstruccion-y-control-politico











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