Gran Bretaña, los archivos de 'La Vergüenza' |
Un documento sobre Kenia, fechado en mayo de 1961, indica que los papeles no deberían al régimen surgido de la independencia eran, en primer lugar, aquellos que "pueden avergonzar al gobierno de su Majestad", (AP)
Londres. Los archivos nacionales británicos empezaron a publicar ayer los 8.800 documentos de Foreing Office sobre las colonias británicas que aparecieron el año pasado después de haber estado "extraviados" durante varios decenios.
Los ducumentos revelan numerosos detalles embarazosos sobre la política británica en un momento en que la mayoría de las colonias buscaban la independencia, pero su publicación no disipa la sospecha de que nunca se conocerá toda la verdad porque muchos documentos fueron destruídos antes de entregar las colonias.
Según la BBC, los archivos desclasificados, cuya difusión se aceleró tras una decisión judicial, sugieren que ministros británicos estaban al tanto de práctias de tortura y asesinato en los últimos años del Imperio Británico.
Los archivos ahora publicados documentan desde el proyecto de probar armas químicas en la actual Botsuana durante la Segunda Guerra Mundial hasta los planes para evacuar a la población de las Islas Chagos, en el Océano Índico, para que Estados Unidos pudiera instalar allí una base militar.
También revelan la oposición de Londres y Washington a las becas para estudiantes kenianos en universidades estadounidenses, una oposición que, de haber tenido éxito, habría impedido que los padres del presidente Barack Obama se conocieran en Hawai en 1959-,el proyecto de probar armas químicas en la actual Botsuana durante la II Guerra Mundial, los planes de llevar al arzobispo chipriota Makarios a Seychelles para mantenerlo allí arrestado o los planes para evacuar a la población de las islas Chagos para que Estados Unidos pudiera instalar allí una base militar.
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Por ejemplo, Richard Drayton, profesor de Historia del Kings College, ha declarado al Times su sorpresa por la ausencia de documentos sobre la Guyana a pesar de que 'había allí mucha actividad durante los años sesenta, en particular debido a la revolución cubana'. A otros investigadores les ha llamado la atención las escasas referencias a la matanza de 24 trabajadores desarmados en Batang Kali en diciembre de 1948, durante el levantamiento de Malaya, una región que forma parte de la actual Malaysia
.Tony Badger, el profesor de Historia de la Universidad de Cambridge nombrado por el Foreign Office para supervisar la publicación de los archivos, asegura que el Gobierno está publicando 'todos y cada uno de los documentos que tienen interés', aunque ha admitido que es 'muy comprensible el legado de sospecha entre periodistas y académicos acerca de estos archivos', que el año pasado fueron encontrados milagrosamente por el Foreign Office en su mansión campestre de Hanslope Park después de negar su existencia durante años. Los documentos afectan a 37 territorios de las antiguas colonias. Esta primera entrega, de 1.300 documentos, concierne a los antiguos territorios de Adén, Anguila, Bahamas, Basutoland (Lesoto), Bechuanaland (Botsuana), Brunei, Chipre, Kenia, Malaya, Sarawak, las Seychelles y los territorios del océano Índico. El resto de los archivos se irán publicando de forma escalonada desde ahora hasta noviembre de 2013.
Uno de los documentos sobre Kenia revela las instrucciones para impedir que las informaciones más delicadas pasen del poder colonial al nuevo Gobierno y la indicación de que cierto material sea 'quemado y destruido'. Un memorando de los papeles sobre Kenia fechado en mayo de 1961 detalla los criterios fijados por el entonces ministro británico para las colonias, Ian Macleod. Los papeles que no debían llegar al régimen surgido de la independencia son aquellos que 'a) pueden avergonzar al Gobierno de Su Majestad u otros Gobiernos; b) pueden avergonzar a miembros de la policía, fuerzas militares, funcionarios públicos u otros, como por ejemplo informadores policiales; c) pueden comprometer fuentes de la inteligencia; d) pueden ser utilizados de forma poco ética por ministros del Gobierno sucesor'.
Los documentos tenían que catalogarse como 'legado', o material que podía dejarse en la excolonia, y 'a controlar', que no podían llegar a manos del nuevo Gobierno tras la independencia. Ese segundo tipo de material sólo podía ser manejado por personal 'autorizado'. Es decir, personal del nuevo Gobierno keniano que fueran 'ciudadanos británicos descendientes de europeos y que hayan superado una criba de seguridad para acceder a documentos clasificados'.
.Walter Oppenheimer / Especial de El País, Londres
Elespectador.com
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