CONTROVERTIDO ANÁLISIS DEL FMI
El envejecimiento de la población es un fenómeno social y económico ya muy estudiado.
Pero los análisis financieros no han prestado igual atención a otra realidad considerada peligrosa: el “riesgo de longevidad”. Que la gente viva más de lo esperado parece ser un problema para la economía moderna, de acuerdo al FMI.
En el capítulo 4 de su Informe sobre la Estabilidad Financiera Mundial, alerta de que “la prolongación de la esperanza de vida acarrea costos financieros” para toda la economía aconsejando, entre otras medidas, que se recorten las prestaciones y se retrase la edad de jubilación ante "el riesgo de que la gente viva más de lo esperado".
La ruptura del Estado de Bienestar acarrea el final del Estado de Solidaridad. Que quienes trabajaron toda su vida pasen a la categoría de enemigos de la estabilidad económica, es muy grave para la condición humana. Tambien lo es que quienes llegan al final de su vida como trabajadores activos descubran que les cambian las condiciones socioeconómicas, y resultan una carga para la sociedad a cuyo sustento contribuyeron en sus días anteriores.
Pero se afirma que los sistemas previsionales no han contemplado la realidad de la longevidad y que hay que ser realistas: los humanos viven más tiempo y eso tiene un costo.
Según el FMI (Fondo Monetario Internacional), es "esencial" permitir que la edad de jubilación aumente tanto como la longevidad esperada, a causa del riesgo financiero que supone el envejecimiento de la población. El organismo multilateral apunta a que los gobiernos deberian imponer la medida. Como alternativa, señala que se podrían pagarse incentivos a los particulares para que estos retrases su jubilación.
La institución dirigida por Christine Lagarde destaca que retrasar la edad de jubilación prolonga el período de acumulación de recursos jubilatorios y acorta el período de uso de los mismos: "Es importante que las entidades que ofrecen pensiones puedan actuar con flexibilidad: si no es posible incrementar las contribuciones o subir la edad de jubilación, posiblemente haya que recortar las prestaciones".
"La divulgación de información más completa sobre la longevidad y su impacto financiero contribuiría a aclarar mejor las consecuencias", advierte.
De acuerdo al FMI, si el promedio de vida hacia el año 2050 aumentara 3 años más de lo que se espera actualmente, "los costes del envejecimiento, que ya son enormes, podrían aumentar 50%", tomando como referencia el PIB de 2010.
Así, el FMI ha alertado del riesgo financiero que supone el envejecimiento de la población, por lo que ha destacado la importancia de combinar el "aumento en la edad de jubilación y de las contribuciones a los planes" de pensiones con "recortes de las prestaciones futuras".
En el capítulo 'El impacto financiero del riesgo de longevidad' del Informe sobre la Estabilidad Financiera Mundial (GFSR por sus siglas en inglés), el FMI considera "esencial" permitir que la edad de jubilación aumente a la par de la longevidad esperada, algo que podría ser impuesto por los gobiernos o realizarse mediante la oferta de incentivos a los particulares para que posterguen su jubilación.
La institución considera que una longevidad inesperada más allá de las previsiones constituye "un riesgo financiero" para los gobiernos y las entidades que ofrecen prestaciones definidas, que tendrán que pagar más de lo esperado en pensiones y prestaciones de la seguridad social.
El informe reconoce que, aunque los Gobiernos y las entidades que ofrecen pensiones se han preparado para las consecuencias financieras que podría acarrear el envejecimiento de la población, las proyecciones demográficas en las que se han basado sus previsiones han subestimado constantemente la longevidad de la sociedad.
Entonces, aunque los Gobiernos y las entidades del sector privado que ofrecen pensiones se han estado preparando para las consecuencias financieras del envejecimiento de la población, se han basado en proyecciones demográficas que en el pasado han subestimado constantemente cuántos años vive la gente. Por su parte, los particulares se exponen al riesgo financiero de agotar los recursos jubilatorios.
El FMI señala que los particulares podrían agotar los recursos jubilatorios.
Por lo tanto, el riesgo debe estar distribuido entre los particulares, los organizadores de los planes de pensiones y el gobierno.
Según el informe, se podría recurrir a los mercados de capital para transferir el riesgo de longevidad de los planes de pensiones a quienes tienen más capacidad para gestionarlo.
FUENTE: Urgente24
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