Foto: La reacción de Israel contra Günter Grass generaron manifestaciones de apoyo al Nobel de Literatura alemán. Foto: EFE/Confidencial |
El Nobel recuerda en su texto que en tres ocasiones le han negado la entrada a un país, una vez a la antigua República Democrática Alemana (RDA) y luego a Birmania. “Ahora es el Ministro del Interior de una democracia, el Estado de Israel, quien me ha sancionado negándome la entrada, y su justificación para la medida coercitiva impuesta recuerda –por su tono– el veredicto del ministro Mielke (el Ministro de Seguridad de la RDA). Sin embargo, no podrá impedirme conservar mis vivos recuerdos de varios viajes a Israel”, escribe Grass.
Entre esos recuerdos, el Nobel menciona “las interminables discusiones con amigos” que “disputaban (después de una guerra victoriosa) sobre el futuro de su país como potencia ocupante pero estaban también llenos de una inquietud que, cuarenta años más tarde, se han convertido en un peligro amenazador”.
Grass publicó el fin de semana un poema en el que hacía referencia al poderío nuclear de Israel y a la creciente tensión que desata en Oriente Próximo los planes nucleares de Irán. El alemán, sin embargo, hacía críticas duras a los planes de Israel de atacar a Irán, lo que pone en riesgo la frágil paz del mundo.
"¿Por qué solo ahora lo digo/envejecido y con mi última tinta/Israel, potencia nuclear, pone en peligro/una paz mundial ya de por sí quebradiza?/Porque hay que decir/lo que mañana podría ser demasiado tarde", reza el poema.
Los versos de Grass desataron la ira del Gobierno de Israel, que decidió declararlo persona no grata. La decisión ha sido condenada por intelectuales y medios de comunicación, que que consideran que atenta contra la libertad de expression. Las críticas han llegado desde las mismas orillas israelíes:
El exembajador israelí en Alemania, Avi Primor, salió en defensa del escritor alemán y tachó de populista la decisión del Gobierno de su país de declarar "persona non grata" al Premio Nobel de Literatura.
La decisión del ministro del Interior israelí, Eli Yishai, es "exagerada y populista", afirmó Primor, en declaraciones al informativo de la primera cadena de la televisión pública alemana, ARD. "Creo que el ministro del Interior no sabe nada de Alemania. Simplemente actúa de cara a la política interna, lo que no considero correcto", sostuvo el exembajador, para quien Grass no es de ningún modo "un antisemita". "Sé de lo que hablo", sostuvo el diplomático, quien estuvo destinado en Berlín entre 1993 y 1999 y sigue gozando de gran prestigio en Alemania en cuanto a opinión autorizada en las relaciones bilaterales.
La polémica llegó a tal punto que Israel hasta llegó a pedir que le retiraran el Nobel a Grass por sus versos, pero la Academia Sueca ha señalado que no piensa retirarle galardón al escritor alemán. "No hay ni habrá ninguna discusión en la Academia acerca de retirarle el premio", declaró en su blog Peter Eglund, secretario permanente de esta institución, que otorga anualmente el Nobel de Literatura.
Englund resaltó que la decisión de premiar a Grass en 1999 estuvo basada "en sus méritos literarios y sólo en esos, algo que por cierto se puede aplicar a todos los ganadores".
El autor de obras como El tambor de hojalata y El rodaballo fue distinguido entonces "por haber pintado el rostro olvidado de la historia en fábulas de una alegría con tintes negros", según el fallo de la Academia.
El diario alemán Süddeutsche Zeitung y medios internacionales difundieron el miércoles pasado el poema Was gesagt werden muss (Lo que hay que decir), en el que Grass afirmaba que el programa atómico de Israel es un peligro para la "frágil paz mundial" y apuntaba que un ataque contra Irán podría llevar al aniquilamiento de su población.
El escritor rompió así un tabú en la tradicional cautela de Alemania que, por razones de responsabilidad histórica, evita cualquier crítica a Israel. Tras la publicación del poema, el viceprimer ministro israelí, Eli Yishai, declaró a Grass "persona non grata" en su país y respaldó su decisión con el argumento de que el escritor "había vestido" uniforme de las SS. Desde Israel llegó a pedirse, asimismo, que se le retirase el Nobel de Literatura por presunto antisemitismo.
Grass, de 84 años, reconoció en 2005 haber estado, a los 17 años y durante unos nueve meses, sirviendo en las Waffen-SS, una confesión tardía que en ese momento desató ya un gran revuelo. A lo largo de buena parte de su carrera, Grass se había comportado como una especie de voz de la consciencia frente al pasado nazi de políticos e intelectuales.
El poema desató en Alemania críticas de gran parte de la clase política del país y también del ámbito intelectual y literario. Sin embargo, la dura reacción del Gobierno israelí fue calificada de exagerada y hasta populista, tanto en Alemania como en el mismo Israel, tras lo cual empezaron a surgir apoyos al escritor
.Poema: Lo que hay que decir
Por qué guardo silencio, demasiado tiempo,
sobre lo que es manifiesto y se utilizaba
en juegos de gurra a cuyo final, supervivientes,
solo acabamos como notas a pie de página
Es el supuesto derecho a un ataque preventivo
el que podría eliminar al pueblo iraní,
subyugado y conducido al júbilo organizado
por un fanfarrón,
porque en su jurisdicción se sospecha
la fabricación de una bomba atómica.
...
www.confidencial.com.ni/downloads/205.pdf
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