domingo, 1 de abril de 2012

Uruguay: Artículo censurado en el Diario La República - Emilio Cafassi

"Detesto lo que escribes, pero daría mi vida para que lo pudieras seguir escribiendo." Voltaire

Estimados:

He tomado la decisión de dejar de escribir en el Diario La República de Montevideo, debido a imposiciones de espacio que me son inaceptables y que vienen a coronar un proceso de frivolización y desprecio por la opinión y el análisis que se inició con el desembarco de nuevos dueños desde abril del año pasado. A fin de despedirme de los lectores y exponer muy sintéticamente los motivos, escribí el artículo que aquí adjunto y que envié en tiempo y forma habitual, aunque ceñido a los nuevos límites que respetan la decisión unilateral del redactor en jefe.

Sin embargo, tal artículo fue omitido en la edición dominical de hoy (día en que siempre he publicado) a pesar de haber confirmado su recepción del mismo doble modo habitual: telefónico y por mail. En suma, resultó groseramente censurado. No se me escapa que hay infinidad de ejemplos cotidianos de censura en el mundo editorial y cultural. Pero este viene a romper una tradición de 24 años de respeto a ultranza, textual y sin poda alguna, sobre el que puedo atestiguar personalmente, además de desconocer en todo este tiempo queja o denuncia de colega alguno. Todo artículo publicado en más de dos décadas fue siempre publicado sin recorte alguno en el día pactado y si en alguna excepción se corrió de fecha, me fueron informadas las razones con suficiente antelación y fundamentos

Lamento no tener en esta oportunidad algún análisis sobre los problemas de interés común sino un pequeño artículo de despedida, que considero una obligación ética para con los lectores, a la sazón escandalosamente censurado. Seguramente para buena parte de los que suelen republicar mis modestas intervenciones no resulte de interés ya que puede parecer algo meramente interno, salvo para los que sigan más de cerca los fenómenos políticos y culturales uruguayos. Para ellos sí será un punto de inflexión y una prueba más de la naturaleza política de la camarilla que se hizo con el diario de la izquierda oriental.

Adjunto, además, por si a alguien le interesara, el mail en el que se me comunica la restricción de espacio en el diario. Verán que en el mismo se expresa de manera ambigua que la misma rige para todo texto de opinión enviado a partir del 1° de abril. A fin de aclarar esta ambigüedad, escribí un mail solicitando se definiera el espacio con el que contaba para hoy, sin obtener respuesta alguna. Como la censura era un posibilidad cierta por el devenir de los procesos de movilización de los trabajadores y los rumores de vaciamiento de la empresa, preferí atenerme al recorte. Por esa razón el texto no supera los 3.500 caracteres

Esto no implica que deje de escribir en modo alguno, aunque me tomaré un breve período de descanso y evaluación de ofertas y alternativas. Una vez que retome la publicación regular en otro/s medios, volveré a enviarles los resultados para que sigan evaluando con total libertad si fuera de su interés y contribuyera a vuestra estrategia comunicacional.
Me despido agradeciéndoles haberme concedido el honor de reproducir algunos de mis artículos.

Afectuosamente
Emilio Cafassi 

Universidad de Buenos Aires
Profesor Titular e investigador
Facultad de Ciencias Sociales
http://hipersociologia.org/
Skype: emilio.cafassi
Tel/Fax: (54-11) 4983-7251/4982-0395/4958-2268
Cel: (54-911)-15-6151-4266
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3500 ¡Hasta siempre!


Emilio Cafassi. Profesor titular e investigador de la Universidad de Buenos Aires, escritor, ex decano.

El miércoles recibí un escueto mail con el título “Comunicado”, firmado por Gustavo Carabajal (editor en jefe), a quién no conozco. En él se me “comunicaba”, junto a otros colegas que escriben regularmente, que mis “columnas no deberán superar los 3500 caracteres con espacios. Esa extensión nos permitirá publicar la columna en la parte inferior de la página que abre la sección, debajo del editorial central”. No arguyó fundamento alguno. Está obviamente en su derecho, si así lo juzga apropiado.

Tal vez se sorprenda el lector al descubrir que yo no estoy sorprendido ante esta “decisión editorial”, ya que además de escribir, soy un asiduo lector de este diario. Y en ambos roles he advertido, como lo habrán notado tantos, que desde abril, cuando el propietario mayoritario desembarcó formalmente en este medio, reformas varias tuvieron lugar. Algunas cosméticas y otras sustantivas del modelo periodístico, como la desaparición de las contratapas con contenido, la secundarización de la opinión y el análisis, o el incremento de la ilustración en desmedro del volumen textual. Pero más grave aunque convergente es la desaparición del suplemento Le Monde Diplomatique, Bitácora o la reducción de La República de la Mujeres. No por ello dejo de reconocer que ahora se publican mejores culos, al menos para el refinado gusto de Tinelli.


He sido un colaborador honorario de este diario desde su fundación en el año ´88, aunque mis aportes fueron bastante irregulares en el tiempo y generalmente sin exclusividad, hasta hace unos 4 o 5 años en que, a pedido del Director (separado hoy con una licencia), lo hice con absoluta regularidad dominical. Pero no soy periodista, ni tengo noticias para comunicar. Sólo soy un militante independiente al servicio de la izquierda y el proyecto del FA que intenta incitar al debate y a la reflexión. Si algo puedo decir de LR hasta hoy es que, además de su probado pluralismo, jamás dejó de publicar íntegramente lo que enviaba, ni alteró una sola coma. Descuento en consecuencia, que no será ésta la excepción.

Primero se me pidió bajar de los 10500 caracteres que escribía en las contratapas a 7000. Sólo acepté llegar a 9500. La nueva exigencia implica reducir mi escritura a un tercio. A fines de los ´80 me pasó algo similar en el diario argentino “Página/12” que me distanció de su director de entonces, Jorge Lanata. Habrá quienes puedan enhebrar ideas con capacidad sintética en 3500 caracteres. Pero yo carezco de esa virtud.


Nunca cobré, ni cobraré un peso por tener el privilegio de expresarme y las regalías de mis libros siempre las he donado a organizaciones sociales o educativas. No hay ninguna demanda económica o gremial en estas líneas. Vivo exclusivamente de mi sueldo universitario, también privilegiado.

No abandonaré al lector uruguayo ni al del resto del mundo que sigue mis modestas contribuciones en más de 20 medios de habla hispana que reproducían lo publicado aquí. Quizás reaparezca en otros medios que tengan interés y espacio para poder desplegar argumentos y subiré como siempre los artículos a mi Facebook y a hipersociologia.org. Pero también respeto el derecho de los propietarios a fijar sus políticas editoriales y reglas, por lo que me ciño a este pie de página y sus “3500”, tal como pidió el comunicador en su comunicado, con el único propósito de despedirme de los lectores.

¡Hasta siempre!
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.Comunicado Jefe de Redacción

Estimado columnista de La República

Ponemos en su conocimiento que hasta fines de mayo del presente, la sección Opinión verá reducido su número de páginas. Por tal razón, le comunicamos que sus columnas no deberán superar los tres mil quinientos caracteres con espacios.


Esa extensión nos permitirá publicar la columna en la parte inferior de la página que abre la sección, debajo del editorial central. Y en caso de que dispongamos de más espacio, podremos publicar dos columnas en una página, como hacemos cuando los materiales no exceden el tamaño indicado. En caso de que una columna supere la extensión de 3.500 caracteres con espacios, lamentablemente no podrá ser publicada.

Este sistema se pondrá en práctica con todas las notas que lleguen a partir del domingo 1 de abril.

Agradeciendo su comprensión, lo saludamos con nuestra mayor consideración

Gustavo Carabajal
Editor en Jefe
Julio Guillot
Sub editor Opinión



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