DAVOS “ANTICRISIS” PASA BAJO EL PABELLÓN RUSO
En el “anticrisis” de Davos en mucho transcurre bajo el pabellón de Rusia. Ya al principio el primer ministro Vladimir Putin dio tono a las discusiones al presentar su discurso en el acto inaugural.
Al exponer su visión de las causas de la crisis y las posibles vías de salida de la misma, Vladimir Putin concluyó que un futuro afortunado del planeta es factible únicamente a condición de que se cree una arquitectura económica mundial justa y efectiva. En tal sistema todos los países han de poseer acceso garantizado a los recursos de vital importancia, así como a las nuevas tecnologías y fuentes de desarrollo. Según destacó el jefe del gabinete ruso, el porvenir de la economía rusa pertenecerá a un mundo policéntrico, incluso en lo que se refiere al sistema financiero-monetario. A la vez, advirtió contra el peligro de aislamiento total, proteccionismo y exagerada intervención del Estado en la economía en el contexto de la crisis financiera global.
Esta tesis del líder ruso fueron escuchadas con gran atención y, es lo fundamental, recibidas con satisfacción por los numerosos participantes del foro. Esto patentizó que Rusia pasó a ser una parte paritaria en discusiones mundiales sobre los destinos de la economía. Pero a los huéspedes de Davos les interesaba sobremanera cómo sobrevivía Rusia a la crisis económica mundial. Vladimir Putin reconoció que a raíz de la crisis los problemas propios de nuestro país se agudizaron más, pero son bien solubles.
A diferencia de muchos países, hemos atesorado considerables reservas y éstas amplían nuestras posibilidades de transitar con certeza por el período de inestabilidad global. La crisis nos insta tan solo a avanzar en las prioridades marcadas sin cambiar la estrategia cuyo meollo radica en la renovación radical del país en los próximos 10 ó 12 años. La historia brinda a Rusia una oportunidad sin igual. La evolución de los acontecimientos nos exige imperiosamente remodelar nuestra economía y actualizar la esfera social. Y no vamos a desperdiciar esta oportunidad, resaltó el jefe del gabinete.
Como realzó más tarde el fundador y jefe del foro de Davos, los representantes de la élite empresarial y política del mundo no debe tener dudas: la economía de Rusia sigue bien gobernada y no perderá su dinamismo de desarrollo. Y la participación de Vladimir Putin en el foro de Davos aumentará en el mundo la credibilidad en Rusia. Esto es de especial trascendencia en el contexto de la actual crisis financiera y económica. Rusia, como es sabido, desempeña uno de los papeles claves en su superación.
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