Parlasur se reunió en Bariloche y tuvo como centro de discusión, la objeción de algunos países a las bases de EEUU a instalarse en Colombia. Eso que de por sí ya es grave, no lo es tanto como la desvergüenza con la que se lo defiende. Afirmar que la autorización de su emplazamiento es un acto soberano de Colombia, no es ya un disparate sino una canallada. Las bases se instalarán precisamente porque Colombia abdica de su soberanía ante ellas, o acaso es mentira que eso se hace cuando a todo soldado estadounidense se le exonera de responsabilidad jurídica por cualquier delito que perpetre en ese suelo, así sean los de índole más criminal. Si esta abdicación no es una negación de soberanía, tendremos que comenzar a definir que resulta ser al fin la misma.
Hace ya largo tiempo que EEUU invadió Colombia.Su soldadesca, desde el momentoque llegó no dejó de perpetrar delitos que, cometidos por cualquier ciudadano de cualquier país en ese suelo o cualquier otro, le habrían acarreado largos años de cárcel. Para ellos no. Hubo un sargento que manejando su vehículo borracho, atropelló y mató a dos soldados colombianos que iban por la vía en una moto. Se refugió en su base que lo sacó inmediatamente para su país escapándose a la acción jurídica de Colombia. Pero no quedó ahí el asunto. EEUU trató de confundir a las autoridades, indicando que los occisos se estrellaron contra un camión cargado con arroz. Se probó que era mentira. El Estado colombiano procuró tapar el asunto, pero luego de un largo y duro tiempo de lucha, soportando enorme presión oficial, una de las madres logró que el crimen trascendiera, pero logró justicia.
Violaciones las habido y las hay a granel, y a las salvan ni su corta edad; así han agredido a niñas de 10, 11 y 12 años. En ningún caso la justicia actuó. Han filmado pornografía, han traficado con drogas, también lo han hecho con armas para irregulares. No ha habido delito que no cometieran. Ninguno de estos delincuentes fue procesado. En algunos momentos no han faltado figuras de peso en el Estado colombiano que reclamaran esa impunidad, que no inmunidad, pero no hallaron los oídos necesarios y decididas instituciones para actuar.
El término "narcoterrorista", muy usado para confundir y que no se comprenda la responsabilidad que le compete a cada quien, en el negocio de la droga, fue creado por el ex embajador de EEUU en Colombia, profesor Lewis Tambs. Este es un personaje muy "sui géneris". Relacionado con Reagan promovió bombardear la insurgenca salvadoreña, y también Nicaragua. Fue miembro del equipo que elaboró el tristemente célebre Documento de Santa Fé. Este malandrín -eso es-, convocó como embajador a la prensa para denunciar que las FARC y el Partido Comunista colombiano eran narco traficantes. Fue tal el escándalo que originó con su falacia, que debió salir al ruedo el propio presidente Beliserio Bentancur para desmentir al atrevido personaje que siempre enseño con su conducta, el respeto que sentía por la soberanía Colombiana.
Este señor Tambs aspirante frustrado a gnocida,cuando regresó a su país, luego de haber cumplido su misión, fue detenido en el aeropuerto con 3 ó 5 kilos de cocaína, y 3 ó 5 millones de dólares. Son tres y cinco las cifras exactas, pero no recordamos cual corresponde a uno y cual al otro. Era enlace del cártel de Cali y del de Medellín Son muchos los altos personajes estadounidenses que han caído en ese campo horrendo de las drogas, tanto como traficantes como consumidores. Es precisamente en EEUU donde tienen su reino los peores vicios de los cuales la droga es el de mayor trascendencia. La propia esposa del Agregado Militar de ese país en Colombia fue detenida por comercializar 700.000 mil dólares en heroína. Su esposo le ayudo a lavar ese dinero. También, de los tantos que incurrieron en ese delito, están 5 militares asignados nada menos que al entrenamiento del ejército colombiano para la lucha contra las drogas, que fueron detenidos llegando a su país cargando casi 20 kilos de cocaína.
La propida DEA, con más de 150 funcionarios en Colombia, ha caído bajo ese estigma. Muchos de sus agentes estuvieron, y posiblemente varios estén todavía, al servicio de los jefes de esas mafias. Le han pasado a estos personajes nombres de informantes calificados, condenándolos a la muerte. ¿Se puede luego de lo reseñado pensar que EEUU con sus bases en Colombia pretende erradicar la droga? Le resultaría sumamente difícil pues debería refutar informes que le comprometen gravemente en ese tráfico. Veamos algunos datos que le implican, los cuales obvian cualquier enfatización.
Algunos accidentes aeronáuticos, ponen en la picota al gobierno de EEUU. El 24 de septiembre de 2007 un Gulfstream II, lujoso jet sobrevolando México en busca de la frontera estadounidense, se queda sin combustible por lo que solicita en Cancún permiso para aterrizar. Se le niega. Estando a pocos minutos de Mérida, proceden a solicitarles permiso para ese ya, aterrizaje de emergencia. También se les niega. Terminan estrellándose en la selva de la Península de Yucatán. Milagrosamente los dos pilotos y un acompañante salvan su vida.
Cuando se encuentran con la patrulla militar que había salido en su búsqueda, piden que les comuniquen con el Consulado de EEUU. Las autoridades encuentran a bordo, debajo de los asientos, 126 maletas que contenían 3 mil trescientos kilos de cocaína. Pero no se detiene ahí la sorpresa. Cuando proceden a chequear la matrícula de la nave N987SA, descubren que la misma aparecía en dos listas del Ministerio de Transporte inglés, entregadas al Consejo de Europa, en la investigación sobre los vuelos de la CIA involucrados en secuestros y traslados clandestinos. Esa nave, entre 2001 y 2004, voló 18 veces sobre Gran Bretaña, Irlanda, y Francia. También realizó vuelos entre EEUU y Guantánamo.
En noviembre de 2004 es un Beechcraft 200, el que aterriza de emergencia en un algodonal nicaragüense. Contenía un poco más de una tonelada de cocaína. Su matrícula, N168D, aparece en los documentos de la comisión de investigación del Europarlamento, sobre secuestros de personas de los agentes secretos de Washington en Europa y también en la lista del Ministerio de Transporte inglés. Tenía vuelos sobre Irak, Grecia, Italia, España, Portugal, Alemania e Islandia.
En abril de 2006 por causa de una avería, también aterrizó en México, un DC9. Transportaba 5 toneladas y media de cocaína. La información que sobre la propiedad del avión le pidió México a EEUU demoró en ser respondida. Cuando lo revelaron se conoció que pertenecía a una empresa vinculada con la CIA.
Si nos dicen que hay un animal que se mueve como un felino, que maúlla, y que es excelente cazador de roedores, no nos costará mucho trabajo saber que hablamos de un gato. Si a la información que ofrecimos en los párrafos anteriores, que obtuvimos del trabajo de Fabricio Gatti titulado “Coca made in CIA”, le adosamos aquellos vuelos que conocimos como Irán Contra, cuando el sandinismo derribó el avión militar Fairchild C-123, usado para el transporte de drogas y armas por el gobierno de los EEUU, difícilmente no entendamos que esa nación nunca dejó de manipular la droga.
Gary Webb se llamaba un periodista que investigó y denunció la conexión de la CIA con los CONTRAS. Probó que inundaron de drogas Los Ángeles y otras ciudades de EEUU. Grandes medios de comunicación procuraron desvirtuar las investigaciones de Webb, algunos olvidando que habían recorrido el mismo camino que él. El editor de Times la habría dicho a quien no le publicó un trabajo que reafirmaba la denuncia, que no era el momento de publicarla. John Kerry, senador y ex candidato presidencial hizo conocer un informe en el cual condenaba la relación cómplice del gobierno de su país con la Contra y con los traficantes. No faltaría tiempo después, el informe del Inspector General de la CIA, Frederick Hitz reconociendo que un informante de su agencia les había puesto al tanto del embrollo.
Webb, que ganó junto con otros colegas el premio de prensa más acreditado de su país, el Pulitzer, hizo conocer que estaba a punto de presentar un nuevo trabajo que relacionaba a la CIA en otras actividades con drogas. Extrañamente apareció muerto en la habitación de un hotel. El forense responsable de la autopsia determinó el suicidio como la causa de muerte. Se la provocó el periodista con dos disparos en su cabeza.
Los niveles de complicidad en ese negocio ilícito alcanzan los lugares más encumbrados. Es uno de los negocios de mayor rentabilidad en el mundo, y como tal solo propio para pulpos de gran pelaje. De cada 100 dólares como producto final, se determinó que 4 de esos quedan en Colombia. Los 96 restantes van directo para EEUU y Europa. ¿Qué razón explica que nunca hayan detenido a los financistas que lavan esa enorme cantidad de dinero, sino porque son también los que toman las decisiones más importantes?
Los montos que se comercializan son estratosféricos. Diputados, senadores, gobernadores, militares, nadie ha sido inmune a su maldición. El hoy presidente Uribe estuvo considerado por el gobierno de los EEUU, como uno de los mayores traficantes de drogas. Estaba en esa lista nada menos que a cuatro puestos de Escobar Gaviria. El primo hermano de este último, es hoy uno de sus asesores más próximos de Uribe. También lo es Moreno Villa propietario de la empresa GMP. A través de esta importaba desde los EEUU el permanganato de potasio, elemento sin el cual no se puede realizar la transformación para producir la coca. Esta sustancia imprescindible para esa manufacturación, solo se produce en unas pocas empresas multinacionales, por lo cual un control exigente de sus despachos, pondría en la pista de los grandes traficantes y de sus financistas.
Planteaer el problema de las bases en UNASUR fue importante porque permite dilucidar el verdadero problema, que está más allá de ellas. Caer en la tontería de atribuirle la instalación de esas bases a la intención de atacar a Venezuela, si no es una tontería, realmente no sabemos cómo calificarla. Tampoco son las FARC y el ELN su objetivo primero. Ni siquiera las drogas. Su fin estratégico es la Amazonia, contentiva de una riqueza codiciable sobre todo para una nación ya quebrada, sin recursos orgánicos que compensen sus emisiones fiduciarias. Ese enclave imperial en Colombia le abre la posibilidad de dominio que hoy no tiene. Si no se comprende esto, cualquier análisis concluirá con errores que solo servirán para confundir más las políticas que hay que elaborar para enfrentar ese peligro.
No es que no le interese Venezuela, afirmar eso es una necedad. Naturalmente que la energía le es fundamental, y la obtendría por añadidura, si establece su dominio en el corazón de América del Sur. Decimos por tanto, que lo verdaderamente estratégico para EEUU es la Amazonia. Pero, si Venezuela está en sazón para caer en sus manos, EEUU la tomará. Si se cae de madura; sólo si se cae de madura. Pero esto iría en otro análisis que exige un largo desarrollo no acorde con lo que aquí intentamos. Ahora lo que nos interesa es el conflicto con Colombia que por los vientos que vienen corriendo, traen serios peligros para la paz. La historia de los últimos 60 años da la pauta de qué esperar de las políticas colombianas. Uribe Vélez llegó a la reunión con hechos consumados, las bases no tienen marcha atrás. Abundemos un poco en esto.
El gobierno colombiano, como el estadounidense o el israelí, no tiene en cuenta los tratados internacionales, si estos menoscaban el desarrollo de sus planes. La invasión de territorio ajeno no es ningún obstáculo si se trata de lograr un objetivo. Funcionarios de los servicios de inteligencia venezolanos apresaron en el año 2001 a agentes militares colombianos en Caracas, cuando intentaban capturar a José María Ballestas.
El secuestro,también en Caracas de Rodrigo Granda, se cuenta entre las actividades clandestinas que usualmente desarrolla en otros países. Varias veces se han detenido mititares colombianos, algunos fotografiando establecimientos militares venezolanos. Han actuado militares colombianos en Brasil, en Argentina, en México, llegando al colmo de hacerlo en Dinamarca. España y Francia también conocen esas andanzas.
¿Es imposible lograr la paz en Colombia? Sí, en la situación actual, porque ese país desde ya hace mucho tiempo, con sus políticas se subordina completamente a los intereses de EEUU que, como manifestamos, tiene como objetivo la Amazonía. Un acuerdo de paz haría innecesaria la presencia militar estadounidense en Colombia, frustrando con ello los planes imperiales. También obliga a los contendientes a respetar los compromisos asumidos. Como se ve, condicionaría esto las políticas públicas colombianas impidiendo lo que por sumisión a la potencia debe seguir.
Para comprender a Colombia, hay que partir en el análisis considerándola como una base extranjera inserta en el Continente. Ese enfoque permitirá comprender como uno el Plan Colombia que, en sus objetivos trasciende su nombre procurando controlar la región, y el Plan Puebla-Panamá explicado como la concreción del dominio. Es un juego de ajedrez. Colombia anuncia las bases; Venezuela cesa su comercio con ella, propinando un golpe contundente. Pero, luego se debilita con la política del micrófono.
Es el momento del silencio para no ser excusa de las dificultades económicas que muy pronto enfrentará Uribe. Es posible que ellas le venzan, entonces debemos ver cuál debe ser el papel de Venezuela. Uno tiene que ser el fortalecimiento agrícola, que trasciende el conflicto ingresando en el anhelado sueño del desarrollo.
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