Nadie está a salvo

EN ESTE VIAJE TENES SOLO PASAJE DE IDA; SIN RETORNO.-

En un espacio
Que no lo puede llenar con nada.
Es un lugar que quedo abierto y ventilado
Para que entren pájaros atolondrados.

Es una zona en la que nadie se arriesga
A introducirse, porque saben que esta sitiada.

Es una casa vacía, que nadie quiere habitar
Es un dolor que no duele
Perforado y hueco.
Es un terreno fértil
Dónde nadie cultiva nada.

Es un momento eterno
Que no se olvida ni tapa.
Es un silencio que aturde,
Aún barriendo hojas secas..

En plena campaña electoral, y en la desesperación de llegar al Poder sea como sea, veo y escucho con bronca e impotencia, que los candidatos están en su cuento, y hay profundos desencuentros entre los que aspiran al Poder y los problemas reales que golpean bajo y duro a nuestra gente, sobre todo a la juventud.
La maldita droga no solo mata a los gurises, destruyen a toda la familia y su entorno.

Relato conmovedor de una madre desesperada.

"Mi hijo tiene 22 años. Hasta hace tres años estudiaba, tenía una relación muy buena con su hermana mayor, con sus amigos, conmigo todo estaba muy bien."
Una relación normal, con conflictos comunes entre una madre y un hijo joven, con discusiones, hasta diría necesarias en la convivencia diaria que compartíamos.
Me parece una pesadilla horrible lo que estamos viviendo, no encuentro respuestas ni porqués, no encuentro que lo llevo a caer en esta maldita trampa.
De pronto todo se volvió oscuro, negro, la oscuridad se adueño de nuestras vidas, y ya el sol dejo de salir para nosotros. Verónica su hermana se fue de casa, vencida por el dolor, el miedo y la impotencia. Nuestra casa se convirtió en un caos. La droga nos fue consumiendo a todos. No solo por el desgaste mental y físico de contener a nuestro hijo enfermo, sino por todo lo que arrastra este flagelo. Todo el tiempo sentís encima la sensación que convivís con el enemigo, y no sabes cómo y cuando va atacar. Desaparecen cosas de la casa todo el tiempo, el espiral se consume rápido y hay que sacar plata de dónde sea para poder seguir comprando la droga. Agresividad, violencia, gritos desaforados retumban hoy por hoy en cada rincón de mi casa.
Llamadas a la Emergencia Médica, a la policía, todo es inútil, nadie te ayuda en esta.
"Es mayor de edad, no lo podemos internar sin su "consentimiento".
Es la frase que ya estoy harta de escuchar.
¿ De que consentimiento me hablan? ¿ Como una mente volada, que no sabe ni dónde esta parado, puede decir: quiero que me internen?
Cansada y ya sin fuerzas de tanto golpear puertas que no nunca se abren, baje los brazos.
Hace unos días después de una fuerte discusión, con empujones y manotazos incluidos, tenía las llaves escondidas, intentando evitar que saliera a la calle... le abrí la puerta diciéndole:
"Me rindo, no vamos a tener dos velorios en la familia; si vos no queres vivir más, no te voy atar a éste mundo, es tu vida... vos decidís que hacer ...
Vas a tener un velorio, y te llevaré flores a tu tumba.... Perdóname, en este viaje no vamos juntos, esta vez no te voy acompañar; te ruego, te suplico que pienses que sacas solo pasaje de ida...difícilmente puedas tener retorno...
Y su voz, entrecortada desde el principio se quebró en llanto lo abrace fuerte y solo pude compartir sus lágrimas, un nudo maldito me apretaba la garganta y el alma. Una historia brutal que decidí contar porque siento que la respuesta esta en nosotros y que debemos de encontrar de la forma que sea un final para siempre.
Qué nadie piense de esta me salvo, esto a mi hijo no le va a pasar, todos estamos expuestos, de esta nadie esta excluido.
Marina.-