La reelección de Netanyahu cambia las reglas del juego - Nazanín Armanian

 "Las personas no renuncian nunca a sus libertades, salvo bajo el engaño de la ilusión". Edmund Burke  
 El miedo y un agresivo nacionalismo tribial, que siempre es racista, han sido los dos principales recursos de Benjamín Netanyahu (BN) utilizó en la recta final de las elecciones, remontando la desventaja apuntada por las encuestas, una vez que la recurrente "amenaza iraní" dejó de darle votos a beneficio de opciones que reflejan los problemas sociales. Prometió a la ultraderecha ortodoxa extender los asentamiento ilegales e impedir la creación de un Estado Palestino si se apresuraba  votar, metiéndole miedo con que los árabes compatriotas, esa quinta columna, estban "acudiendo en masas a las urnas como manadas", dijo literalmente. Antes, Avigdor Lieberman, el ministro de Exteriores, proponía decapitar con hacha a los árabes israelíes no leales, al puro estilo de sus colegas del Estado Islámico . 
'No hay que menospreciar la capacidad de Netanyahu de sacar alguna carta para salir de paso: hacer de hombre de paz relajando el bloqueo a Gaza o liberar parte de los ingresos fiscales confiscados palestinos a cambio de no ser denunciado ante la CPI. 
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