Jorge Zabalza o las Tupamaras Gafas Rojinegras

Alvaro Hilario Pérez de San Ramón (Uruguay)

El 24 de agosto de 1994, la solidaridad unió a los pueblos uruguayo y vasco. Tres ciudadanos vascos, en huelga de hambre para impedir su extradición a España, son trasladados, por motivos de salud, al Hospital Filtro, Montevideo. A llamada del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), una muchedumbre solidaria se concentró en las puertas del Hospital. "En Uruguay, gran parte de la izquierda y en especial los Tupamaros siempre fuimos solidarios con la causa del pueblo vasco. Siempre entendimos que era una causa de liberación nacional. Acá, Artigas lucho contra el imperio español y los vascos, ahora, luchan contra el mismo imperio. Luchan contra el mismo estado que nos oprimía a nosotros, solo que en este caso no hay un océano de por medio". Así nos habla Jorge Zabalza, histórico integrante del MLN-T, protagonista de una polémica biografía, aparecida a fines de 2007. "Me preocupa que de una biografía, la derecha y también algunos sectores del Frente Amplio (FA) hayan aislado el tema de las relaciones con ETA a fin de condenar esas relaciones y el libro. La derecha, diciendo "ah, es cierto tenían relación con la banda terrorista"; y algunos compañeros del FA apelando a que "eso no se cuenta, eso no se dice; esos son códigos que la izquierda siempre respeto aquí, en el Uruguay"; algo que no es cierto, pero, bueno. En el libro no se cuenta nada que no fuese ya público. Quizás sea importante escucharlo de boca de un protagonista directo, interpretándolo como una confirmación de lo dicho por la prensa de la época".

La historia de la vinculación entre el MLN-T y Euskal Herria viene de años antes. En 1985, tras trece de dictadura militar, los tupamaros salen de las catacumbas, vuelven a la calle. "Es cierto que muchas veces no entendimos el accionar militar de ETA. Discrepábamos abiertamente con algunas formas de su empleo de la violencia revolucionaria. Nosotros cuidamos las reglas de una manera diferente, relacionada con el entendimiento del pueblo; pero entendíamos a ETA como movimiento. Entendimos que, aun habiendo salido de la cárcel y encontrándonos moviéndonos en la legalidad burguesa no podíamos perder el principio básico de la solidaridad con los movimientos revolucionarios. En ese marco fuimos solidarios con ETA, así como la ETA fue solidaria con nosotros cuando nuestra radio, CX 44 Radio Panamericana, tuvo problemas económicos. Esto a la derecha le parece incomprensible y lo interpreta a su manera: les compraron la solidaridad con los huelguistas del Filtro; ese es el tipo de relación de la derecha con el imperialismo, pero no es el tipo de acuerdos que hay entre los movimientos revolucionarios".

El 24 de agosto, la policía reprimió a los concentrados frente al hospital. Numerosos heridos y dos muertos: Roberto Facal y Fernando Morroni. El Gobierno culpó a Tupamaros, aunque la represión estaba decidida desde 11 días antes. El secretario de seguridad español, Rafael Vera, era testigo y protagonista de excepción. "Al salir de la cárcel, seguimos defendiendo una estrategia insurrecional. Salimos y empezamos un trabajo de siembra de ideas, de vinculación con lo social, de involucrarnos en las luchas, apuntando a un escenario muy parecido a lo que fue, en Uruguay, la lucha contra la dictadura (huelga de 1973). En esos momentos, en 1994, se dan los sucesos del Filtro: una represión muy violenta, inesperada, que para el Uruguay fue como un volcán en mitad del océano. A partir de ahí, se dieron discusiones en torno a la violencia, de cómo actuaríamos frente a la represión: si íbamos a contestar o nos íbamos a ceñir a los mecanismos de la democracia burguesa".

La derecha uruguaya gana las elecciones de 1994. No faltan voces que achaquen la derrota del Frente Amplio (FA) al MLN-T y al Movimiento de Participación Popular (MPP), su frente de masas. "Ahí, a los tupamaros, se nos impuso el acatamiento orgánico de las decisiones del FA, incluso cuando se contraponían a cuestiones de principios, como, en el caso nuestro, las privatizaciones, la flexibilización laboral. Nuestra propuesta era seguir en el FA, pero con derecho a desacatar medidas sin sentido popular". Ya habían comenzado las privatizaciones en la intendencia de Montevideo, dirigida por el frenteamplista Mariano Arana. "Muchos de nosotros supimos entonces lo que era la soledad. Comienza una transformación, donde se toma al parlamento como el lugar donde hacer política, en vez de la calle o la fábrica; empieza el fin. Si quieres tener fuerza electoral debes volcarte hacia los sectores medios; rebajar el discurso, rebajar el programa y terminar en lo que es el MLN y el MPP, involucrados en un gobierno de derechas ".

Un 43% de la población uruguaya vive en la pobreza. Según datos ofrecidos en 2005 por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, 2.176 empresas son las propietarias del 55% de la tierra, del 40% del ganado vacuno y el 37% del lanar. A pesar de que la tasa de mortalidad infantil ha disminuido, la mitad de los nacidos lo hace en la pobreza; el 25% nace raquítico y desnutrido. "En 1972, el 40% del Producto Bruto Interior (PBI) iba destinado al pago de salarios; al final de la dictadura ese porcentaje era la mitad. Ese es el significado de la dictadura. Hoy, sin represión, con un gobierno progresista, los salarios son más bajos que en 1970. Es cierto que se han regalado 100 millones de dólares en planes de emergencia, pero no son nada en comparación con los 1.600 millones de dólares de los que hablábamos de disminución del salario en relación con el PBI. Hay más empleo, pero precario: empresas de seguridad, doméstica, pesca, construcción tercerizada, limpieza de calles, sin seguridad social. El anterior ministro de exteriores de este gobierno, Gargano ha confirmado que esta política hace más grande la brecha social existente. Desde el Gobierno dicen que para conseguir el socialismo hay que desarrollar el capitalismo. Como dice el senador Pepe Mujica (histórico dirigente tupamaro), un capitalismo serio, humanitario, generoso, como si esto fuera Suecia".

En el epílogo de la biografía escrita por Federico Leicht quedó en manos de Zabalza: "La realidad ha cambiado con relación a los tiempos de la epopeya. Eso no quiere decir que sea necesario cambiar las gafas con que se mira el mundo y la vida. No hay por qué ver al capitalismo y la democracia burguesa coloreados de rosa. Se pueden mantener las viejas gafas tupamaras para ver las nuevas realidades con los colores rojo y negro de siempre". No percibe, sin embargo, cambios a corto plazo: "la subjetividad está controlada por los deseos de la gente de que el cambio venga desde un gobierno progresista que, probablemente, volverá a ganar. Un elemento importante para que la gente siga apoyando al gobierno es que habría que transitar caminos que no se conocen. Aun así, rechazamos las elecciones, la acción directa incomprendida por la mayoría. Podemos hacer crítica del capitalismo, de la democracia. Podemos plantearnos el poder popular, las okupaciones, la radios comunitarias, pequeños espacios de poder. Hay que reconocer, sin embargo, que el camino a seguir no está claro".

EL TAMBERO ZABALZA

La industria de la leche fue ocupación mayoritaria entre la comunidad vasca emigrada a América en el último cuarto del siglo XIX. Tambo es la denominación de las pequeñas unidades productoras de lácteos; tamberos quienes trabajan en ellas. De ahí el origen del apodo de Jorge Zabalza (Minas, 1943): el Tambero. Aunque hijos del senador conservador Pedro Zabalza, Jorge y su hermano Ricardo participan en el Movimiento Nacional de Liberación de Uruguay- Tupamaros (MLN-T) desde 1965. El 8 de octubre de 1969, estando Jorge en la prisión de Punta Carretas (Montevideo), la policía detiene y ejecuta a Ricardo, que había participado en la toma de la ciudad de Pando. Un año después, 111 tupamaros –entre los que están Raúl Sendic y Jorge Zabalza- protagonizan la más exitosa fuga de la historia. No sería la última: en 1972, siguiendo un plan coordinado por Zabalza, serán 15 los militantes que escapen del mismo lugar. Sin embargo en los siguientes meses de oleada represiva, 2.800 militantes del MLN-T serían encarcelados. Zabalza cae en junio de 1972 y Sendic en septiembre del mismo año. Una vez en el poder, en 1973, los militares declaran rehenes de guerra a la totalidad de la dirigencia tupamara: comienzan 11 años de traslados de cuartel en cuartel, donde, agrupados en tríos, serán encerrados en aljibes de agua y jaulas de no más de dos metros cuadrados. En 1985, terminada la dictadura, vuelve el MLN-T a los quehaceres revolucionarios. Jorge Zabalza resulta director de Mate Amargo, el semanario tupamaro. En las municipales de 1994, es elegido concejal por la Junta de Distrito de Montevideo. Es recordada su oposición a las privatizaciones impulsadas por el propio Frente Amplio (FA). Zabalza abandona el Movimiento por diferencias políticas. En octubre de 2007, se publica "Cero a la izquierda", biografía de Jorge Zabalza escrita por el periodista Federico Leicht, recibida con fuertes críticas por sus antiguos compañeros, ahora en el gobierno frenteamplista dirigido por el socialista Tabaré Vázquez.