.Atrás quedan los días en los cuales el grueso de la opinión pública española miraba de reojo a los “sudacas”: manera despectiva con la cual califican a los habitantes del sur – latino- caribeño. Aun están frescas en mi memoria las noticias y comentarios, que justificaban las represiones y despojos de los cuales éramos victimas en las dos ultimas décadas del siglo pasado por ser según ellos indios subdesarrollados. ¿Quién olvida los maltratos y abusos que en los puertos y aeropuertos españoles reciben nuestros conciudadanos por parte de las mediocres autoridades?
.Pocos eran y, son los gestos o manifestaciones de solidaridad que se recibían por parte de esa opinión pública en los momentos cruciales de la escalada represiva de los regímenes militares y de derecha avalados por el PP, PSOE, y el imperio yanqui en contra de las protestas populares de aquellos tiempos en nuestra región.
La vida tiene unos bemoles cuyas tonalidades son difíciles de descifrar. Aunque en unos momentos suena agudo y claro, repentinamente asume tonos graves y lentos. Los caramelos envenenados con que alimentaron el ego y engañaron a esa opinión publica española, fue un mecanismo premeditado por el cual se buscó generar la mayor confusión posible a la hora de cambiarles la receta y hacerlos poner los pies sobre la tierra. De un solo golpe, el gran capital expoliador, los despertó del falso sueño. Así de la noche a la mañana, descubrieron que lo sucedido a los subdesarrollados “sudacas”, también les ocurría a los desarrolladísimos españoles y otros pueblos europeos.
Estas notas no contienen ningún sentimiento revanchista, ni menos una expresión de alegría por la calamidad que vive el pueblo de España hoy. Solo es el recuerdo de que es estúpido que los pueblos permanezcan ajenos a los problemas de otros pueblos en cualquier parte del planeta. Más aún: que comprendan que no se puede confiar en las oligarquías, en los falsos progresos del capitalismo, pues eso es solo una ilusión con la cual acorralan a los incautos haciéndoles creer que están seguros, para luego retorcerles la fe y los bolsillos.
Para los pueblos no existe primer, ni segundo, ni tercer, ni cuarto mundo. Simplemente hay bolsones de ilusión y engaños con los cuales los avaros capitalistas banqueros y explotadores adormecen las conciencias y dividen los sentimientos de solidaridad hasta matarlos. Si no, vean como el grueso del pueblo norteamericano se creyó el cuento de la estabilidad y el progreso. Como con esa ilusión, restaron importancia a las matanzas que sus gobiernos cometen en el mundo en nombre de una falsa democracia, de una falsa libertad y de unos falsos equilibrios económicos. Sus hijos son los instrumentos de muerte con el cual los amos de las empresas fabricantes de armas, las petroleras y los banqueros, se apoderan de las riquezas de los países invadidos y masacrados.
Al referirme al pueblo español, lo hago envolviendo en el concepto a todo los pueblos europeos, esos pueblos, que callaron cuando desde Italia, Francia, España, Inglaterra, Holanda, Australia, Alemania, se movilizaron maquinas de muerte y hombres homicidas para destruir a Libia y asesinar a su pueblo y a su presidente. No hay problema, pueblos de la vieja Europa. Los “sudacas” si somos solidarios con sus penas y sus dolores. Pero en verdad les hacia falta la sacudida para que se salieran del cascaron de mentira y engaño en que los habían encerrado. Entendemos que sus enemigos, son nuestros enemigos y que la única forma de combatirlo es con unidad, solidaridad y apoyo. HAGAN FRENTES DE BATALLA, QUE NOSOTROS CAVAREMOS TRINCHERAS DE LUCHA COMÚN.
No los dejaremos solos
(*)Abogado bolivarianojavierdelvallemonagas@gmail.com javiermonagasmaita@yahoo.eswww.planetaenpeligro.blogspot.com / lo que será
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