Israel: crisis política o crisis de identidad

                                                                     
 El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, expulsó ayer de la coalición gobernante a los ministros de Finanzas, Yair Lapid (dr la formación Yesh Atid), y de justicia, Tzipi Levni (del partido Hatnua), y pidió la disolución del parlamento y una convocatoria a elecciones anticiadas, a raíz de los disensos provocados en el gabinete por la impugnada ley del "Estado nación judío), en curso de aprobación.
Cabe recordar que, en ausencia de una constitución propiamente dicha -cuya redacción ha sido evitada por el régimen de Tel Aviv desde 1948, a fin de eludir una definición territorial del país y dar margen, de esa manera, a una expanción a expensas de las naciones árabes que lo rodean-, Israel se rige por una "ley básica", que Netanyahu y sus aliados de ultraderecha preteden modificar para definiro como u "Estado nación judío", lo que negaría derechos fundamentales a la cuarta parte de la población no judía, especialmente al millón y medio de palestinos que - por o poder escapar o por decisión propia- permanecieron en sus tierras ancestrales luego de la fundación del estado israelí en aquel año y de inicio de la política de limpieza étnica promovida desde entones por los sucesivos gobiernos de Tel Aviv.    
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