Es falso que izquierdas han estado ausente de los grandes debates.
NARCISO ISA CONDE
Aquí hay izquierda y de varios tipos: falsa y verdadera, dogmática y herética, sectaria y unitaria, autoritaria y democrática, reformista y revolucionaria, moderada y radical, seguidista y autónoma, marxista, cristiana y cristiano-marxista….
Izquierda partidista, izquierda sin partido, social, político-social, cultural, intelectual, religiosa… minúscula y no tan minúscula, pequeña y mediana.
Existen diferentes proyectos de izquierda, y tengo la seguridad de los más acertados, innovadores y consistentes van a convertirse en un plazo no muy largo en fuerza impactante y transformadora.
Otra cosa es que ahora en lo electoral y en convocatoria política directa –no tanto en las luchas sociales- el poder de las de izquierdas sea muy limitado; o que la dispersión de corrientes afines reduzca su capacidad de movilización.
Igual es verdad que en el presente, aunque existan liderazgos sectoriales de izquierda y dirigentes apreciados en el seno de la sociedad, después de Manolo Tavares y de Caamaño no se han desarrollado liderazgos políticos nacionales de ese tipo.
Pero de ninguna manera esa realidad puede avalar las tesis de la inexistencia de las izquierdas o de la existencia de una izquierda falsa en su totalidad.
Algo similar a lo que está pasando aquí con las izquierdas creadas a lo largo del siglo veinte, ha acontecido –y acontece- en no pocos países de América Latina y del Caribe, incluyendo la Venezuela, Bolivia y el Ecuador antes de los fenómenos político-sociales que catapultaron los nuevos liderazgos políticos de Chávez, Correa y Evo.
Es falso, además, que las izquierdas dominicanas en general han estado ausentes de los grandes debates nacionales, como tampoco lo han estado de las mayorías de las luchas pasadas y recientes. Esto, independientemente de que sus ideas y posiciones no hayan sido proyectadas en la dimensión justa por un sistema de medios de comunicación fundamentalmente adverso a sus ideas.
Los temas Constituyente-Constitución, derechos sociales y ciudadanos, códigos y garantías, Policía Nacional y ejecuciones extrajudiciales, sí han sido tratados desde las izquierdas en múltiples oportunidades.
Como también lo relativo a la estrategia neoliberal, las privatizaciones, la crisis nacional e internacional, el ALCA, los TLC, las políticas y ajustes económicos, la corrupción de Estado, el narco-poder y los narco-gobiernos, la cuestión militar-policial, la cuestión dominico-haitiana, la cultura despótica-autoritaria y la reelección, la inversión extrajera, los problemas medio-ambientales y la cuestión agropecuaria.
Abundan los planteamientos sobre la crisis del sistema eléctrico, la inseguridad ciudadana, los sistemas de salud y educación, el tema de género y la cultura machista-patriarcal, el adulto-centrismo, el capitalismo actual, el imperialismo de hoy, el colapso del llamado “socialismo real”, el proceso de cambios en nuestra América, transiciones hacia el socialismo en el siglo XXI. Claro que no son aportes parejos en su profundidad y consistencia, sin desniveles por corrientes y autores, sin silencios parciales y omisiones significativas de determinados sectores.
En esa dinámica se registran avances y estancamientos, renovaciones y anquilosamientos, aciertos y errores, y se evidencian también indigencias teóricas junto a enfoques lúcidos y profundos.
Hay posicionamientos distantes de la realidad nacional y otros inmersos en ella. Copia y calco en contraste con actitudes creadoras.
Las fuentes teóricas que nutren esa diversidad político social son asimiladas y asumidas con grandes desniveles y varían desde la portentosa obra de Marx, Engels, Lénin, Rosa Luxemburgo y otros clásicos del marxismo -cruzada por el despreciable retroceso stalinista- hasta las creaciones heroicas latino-caribeñas, el visionario arsenal bolivariano, los aportes de la gesta de abril, el mariateguismo, el guevarismo, el fidelismo, la teología de la liberación, el feminismo revolucionario, pasando por las herejías enriquecedoras de Trotsky, Mao, Gramsci, Ho Chi Ming… agregándose el formidable pliego del nuevo pensamiento socialista continental y mundial y su diversidad de autores/as.
Poseo y conozco cantidad de declaraciones, documentos, análisis, entrevistas, intervenciones, debates radiales y televisados, ponencias, ensayos, libros…que dan fe de esa la realidad que estoy describiendo.
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