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Rodríguez, de 41 años, había sido sindicado por testigos como la persona que accionó una pistola ametralladora FMK 3 la madrugada del 1 de enero en la canchita de fútbol de la Agrupación Infantil Oroño, en Moreno y Presidente Quintana, causando la muerte de Jeremías Trasante, de 17 años; Claudio Mono Suárez, de 19; y Adrián Patón Rodríguez, de 21, militantes barriales del Movimiento 26 de Junio en el Frente Darío Santillán que estaban allí esperando a unas amigas con las que irían a festejar la llegada del año nuevo y que nada tenían que ver con la sed de venganza que llevó a El Quemado hasta ese lugar.
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| compañeros de los tres militantes del Frente Darío Santillán asesinados |
El hombre, prófugo de la Justicia, fue identificado por personal de Investigaciones de la policía de Rosario, que rápidamente procedió a la detención, a la que Rodríguez no opuso resistencia.
Sosa indicó que el prófugo había dejado crecer su barba y que se movía con total normalidad momentos antes de la detención.
Según trascendió, la llegada de Rodríguez a la localidad entrerriana se debe a que su actual pareja es oriunda de Santa Elena.
La muerte de los militantes
En la jornada del crimen, Maximiliano Rodríguez, conocido como El Hijo del Quemado, había sido baleado cuando estaba en un BMW junto a su novia y una amiga en la esquina de Garay y Vera Mujica.
El muchacho, malherido, fue trasladado al Hospital de Emergencias donde el policía que estaba de guardia en el destacamento obvio maliciosamente registrar su ingreso como herido de arma de fuego.
A pesar de los tiros en su cuerpo, Maximiliano pudo decir quién le había disparado. Acusó a Ezequiel El Negro Villalba, y ese nombre llegó rápidamente a los oídos de su padre.
Así las cosas, el padre de Rodríguez salió fuera de sí de su casa junto a dos personas en busca de Villalba. Pasó por el hospital a ver a su hijo y las cámaras de seguridad del nosocomio lo registraron en la sala de espera. Desde allí fue a buscar a Villalba, quien vive enfrente de la canchita de Presidente Quintana y Moreno. Enceguecido por el ataque a su hijo, Rodríguez no midió consecuencias y disparó a mansalva contra los tres jóvenes que estaban en el peor de los lugares y en el momento menos indicado.
No contento con ello, El Quemado disparó una ráfaga con su metralla contra la casa de Villalba e hirió a tres vecinas. Y Villalba, parapetado en el lugar, le respondió con una 9 milímetros. Después los dos desaparecieron y estuvieron prófugos hasta ayer, cuando Rodríguez cayó en la localidad de Santa Elena.
El jefe de la policía santafesina, Hugo Tognoli, confirmó a La Capital la información poco después de las 21:45 de ayer. “Agentes de la Unidad Regional II de policía que buscaban a Rodríguez llegaron con un oficio del juez de Instrucción Juan José Pazos hasta la localidad de Santa Elena, ubicada en el departamento La Paz, en el norte de la provincia de Entre Ríos, y allí detectaron que el prófugo se estaba escondiendo. Ante eso se pidió colaboración a la comisaría 15ª de la policía entrerriana para que lo detengan y Rodríguez fue apresado en la vía pública, en avenida San Martín al 800”, dijo el jefe policial.
No trascendió si el acusado de homicidio estaba armado, aunque sí se supo que se movilizaba en un Ford Focus gris oscuro y que se alojaba en una casa que iba a ser allanada.
Fuente: Uno
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