Ulalume González de León. Poeta mexicana nacida en Montevideo, Uruguay, en 1932. Nacionalizada en 1948. Aunque estudió en el Lycée Francais, desde sus cuatro años fue introducida por sus padres, los poetas Sara de Ibáñez y Roberto Ibáñez, en la poesía de lengua española. Aprobó su bachillerato a la edad de 15 años, y con una beca del gobierno de Francia, inició en la Sorbona una Licence libre con materias de literatura y filosofía, los cuales completó como oyente en la UNAM y en El Colegio de México. Esencialmente poeta, ha escrito también libros de cuentos, y ha publicado antologías de diversos poetas traducidos de cuatro lenguas, entre los que se destacan Elizabeth Bishop, Ted Hughes, E. Cummings, Valery Larbaud, Camoens e Yves Bonnefois. Ulalume González de León falleció el 17 de julio de 2009.
González de León perteneció a una generación de mujeres poetas, entre las que figuran Carmen Alardín, Isabel Fraire y Thelma Nava, cuyo quehacer en los años 70 destacó por enfrentar nuevas problemáticas de la mujer, el amor y la relación de pareja. Ulalume fue la poeta más sugerente de esa generación en cuanto a su propuesta poética, tal y como ha apuntado la investigadora Gloria Vergara, autora del volumen Identidad y memoria en las poetas mexicanas del siglo XX.
La creación de Ulalume González de León –destaca Vergara en su estudio– “parte de la idea de que todo está dicho, lo que hace la poesía es un reacomodo, un plagio. En su poética el verdadero sujeto es la memoria, los cuerpos son sólo célula del cuerpo de la memoria, la memoria es el cuerpo lleno y vacío de sí. Todo se revierte en ella, todo se contrae, los cuerpos van y vienen: el cuerpo de la escritura, el cuerpo del tiempo, su cuerpo. En esa temporalidad (en la poética de Ulalume) el encuentro se vuelve un sujeto evocador; aparece como nostalgia y presiente la secuela de la fragmentación, el cuerpo es visto entonces como un plagio, una identidad definida por la encisión y la itinerancia.
Para el poeta Eduardo Hurtado, la originalidad de Ulalume fue el haber reconocido que los poetas siempre están haciendo reescrituras, que el mito de la originalidad, el cual provenía de las vanguardias, no es tal. La idea de Ulalume es que estamos escribiendo un mismo, largo poema, y que en realidad hay una permanente continuidad y una permanente reescritura en la literatura, particularmente en la poesía. Ella llevó a cabo las reescrituras más interesantes y más cumplidas, y paradójicamente más novedosas, con un sello personal de cuantos pudo haber producido esa generación. El concepto de plagio, en cuanto a las reescrituras –coincide Hurtado– era una palabra cara a Ulalume.
Ulalume fue autora, entre otros libros, de A cada rato lunes, (cuentos, 1970), Las tres manzanas de naranja, (1996) de los libros de ensayo y traducción: El uno y el innumerable quién (sobre la obra de E. E. Cummings), El riesgo del placer (sobre la obra de Lewis Carroll), y Plagios donde reúne los siete libros de poemas escritos de 1968 a 1979. González de León fue distinguida con los premios Xavier Villaurrutia, 1978; De poesía La Flor de Laura, 1979, otorgado por el Centro de Estudios Internacionales sobre Petrarca, de París, y Premio Alfonso X, en 1991, por su trayectoria como traductora (compartido con Julio Pimentel).
Como editora fue integrante del consejo de redacción de las revistas Plural, Vuelta y Letras Libres, labor que también la distinguió, “pues jugó un papel muy importante, en la época de la revista Vuelta, para convocar a los poetas de todo el país y de otras latitudes, para establecer juegos con la poesía, a dejar la solemnidad y devolverle al trabajo de la escritura del poema su espíritu lúdico”.
Contar un cuento
Es el país de Irás y No Volverás
donde los relojes marcan el invierno en punto
y sólo en tu memoria habría primavera
si tuvieras tiempo para recordar
Pero sólo hay tiempo para buscar a la reina blanca
Aquí se congela el corazón y no puede romperse
Aquí se congelan las fuentes del llanto
Aquí se congelan las palabras que designan cosas de colores
y sólo sobrevive la palabra de su nombre
Pero tú no sabes cómo se llama la reina blanca
Se sabe poco de la reina blanca:
que habita un silencio sin ventanas
que habita el castillo de Salsipuedes
que habita el lugar del frío
Se sabe poco de la reina:
que es completamente blanca
que ni pensando todas las rosas juntas
se podría armar un arrebol en sus mejillas
y que ni con todas las alas de todos los pájaros
se podría emigrar de su invierno en punto
Se sabe poco de ella
Pero no necesitas más para buscarla
ni necesitas más para encontrarla
y avanzar alejándote de ella para siempre
y descubriendo que ya no dejas huellas sobre la nieve
y descubriendo cómo pierdes toda prueba de la vida.
Ulalume González de León
Fuente: Renglones zurdos
http://www.rengloneszurdos.com/
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