sábado, 7 de marzo de 2015

El Día Internacional de la Mujer



 Como tantas cosas a través de la historia, también esta conmemoración ha sufrido con el tiempo una importante transformación.
Lo que hoy llamamos Día Internacional de la Mujer, en sus principios fue llamado Día de la Mujer Trabajadora.        
 Creo que esta cambio sufrido deja en el olvido, en la desmemoria y fundamentalmente a jóvenes generaciones el desconocimiento de los sucesos que le han dado nombre.
La huelga de las camiseras de Nueva York de 1909 o El levantamiento de las 20.000. La huelga general comenzó el 23 de noviembre de 1909 y participaron de ella principalmente mujeres emigrantes que trabajaban en fábricas textiles de camisas en Nueva York.
 En febrero de 1919 el Sindicato de Mujeres de América acordó con los dueños de algunas fábricas la mejora en los salarios, condiciones laborales, reducción de la jornada laboral. 
A pesar que la huelga general finalizó en febrero de 1910, con un Protocolo de Paz, continuaban algunas protestas. Fue así que un año más tarde tuvo lugar un incendio en la fábrica textil en Nueva York que puso en evidencia las terribles condiciones de trabajo de las mujeres inmigrantes.
La importancia de la mujer y su participación.  
 Laura Lemlich Shavelson, joven judía luego de escuchar a los líderes sindicales que hablaban sobre los inconvenientes de participar en la huelga general, se levantó y pidió la palabra en un discurso magistral, denominado filípicas yidishh, que todos los trabajadores deberían ir a la huelga.
 De esta manera, las jóvenes huelguistas forzaron al liderazgo masculino a revisar sus prejuicios con la organización de las mujeres.
Si bien el sindicato no discriminaba a las mujeres oficialmente, la realidad mostraba un sindicato patriarcal y conservador, ya que consideraban el trabajo femenino como algo de poca duración ya que sus objetivos estaban en el trabajo reproductivo, matrimonio-maternidad.
 Las mujeres además sufrían tanto acoso laboral  como acoso sexual y en general violencia de género de parte de sus patrones.
 Las jóvenes huelguistas fueron víctimas de una fuerte represión; represión política para impedirles ejercer sus derechos civiles, de sindicación, etc., represión policial y prostitutas para acosar y perjudicarlas, con ayuda de la policía que luego les inventaron cargos para detenerlas. Tubieron que enfrentarse con la Corte Suprema y a magistrados que reprochaban a las mujeres su mal comportamiento que iba contra dios y la naturaleza. Algunas de ellas fueron condenadas, otras debieron pagar multas.
Muchas de esas mujeres habían pertenecido a los sindicatos europeos antes de inmigar, en particular habían sido miembros de la Unión de Trabajadores judíos en Polonia, Rusia, Lituania, otras provnían de Italia, por lo tanto no eran ajenas al movimiento sindical. 
 El éxito de la huelga general fue de las primeras grandes revueltas existosas de las trabajadoras, pero no menos importante fue el hecho de convencer a los sindicalistas conservadores la necesidad de aceptación de la mujer sindicalista y sus reivindicaciones de igualdad como activistas.               
 Aún hoy día, las mujeres afrontams diariamente diferentes yugos, la violencia, la discriminación, la invisibilidad,etc de una sociedad machista, y es justamente en un día como hoy que debemos buscar recrar otro modelo de sociedad con justicia social, equidad que solamente lo alcanzaremos a través de la lucha diaria de quienes pretendemos contruir nuevos caminos.
 En 2014 La Asamblea General de las Naciones Unidas puso en su agenda como objetvo de Desarrollo del Milenio para las mujeres y niñas, la igualdad de género. Aplaudo, la resolución. Pero dudo que sirva para algo.
 No son resoluciones, ni leyes las que cambiarán la situación de la mujer. Es educación, cambios de maneras de pensar, actitudes, solidaridad, lucha. La misma Mujer.  
Vivimos en tiempos neoliberales, que imponen sus leyes, en tiempos que nuevamente las religiones juegan un rol importante, tratando de dominar de una u otra forma a las mujeres, de someterlas.
No importa que fe profesen. No importa que el papa Francisco sea famoso y escuchado, también impone sus leyes religiosas de sumición, por ejemplo el tema del aborto. 
 Quisiera que este 8 de marzo, hombres y mujeres comenzaran la marcha de Emancipación de la Humanidad.
No habrá libertad, igualdad, reivindicaciones para las mujeres sin estar acompañadas por el hombre.
 No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el Sol se esconda,
y se calle el viento,
aún hay fuego en tu Alma,
aún hay vida en tus Sueños. Mario Benedetti
  Pelusa.

 


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