Reflexionando sobre las empresas de celulosa

En el día de ayer y hoy, recibí los informes sobre Stora Enso, de los compañeros que trabajan en Suecia en apoyo a MTS, contra la forestación, y el avance de las empresas multinacionales, y esta nueva forma de colonización en el Cono Sur.
En nuestro país, Uruguay, desde Guayubira nos informan de una posible asociación de ENCE y Portucel.

Como no hay dos sin tres, sumemos BOTNIA. Los accidentes, la contaminación con o sin manchas en las aguas del Río Uruguay, pero contaminación al fin. Sin olvidarnos de la desocupación y pobreza en aumento en el departamento.
Se preguntaran, que tiene que ver Stora Enso. Pués, bien el común denominador: los mismos problemas: el agua, la contaminación, la extrajerización de la tierra,la pobreza, el desempleo y por último la persecución ante la protesta.
Como decía aquella vieja canción que cantaba Viglietti, por los 60/70: "Me matan si no trabajo, y si trabajo me matan, siempre me matan".El trabajo en forma de esclavitud, mata.

La extranjerización de la tierra, mata. Mata de hambre. Y vuelvo a rememorar el pasado en canciones, en la voz de Mercedes Sosa: "campesino, cuando tengas la tierra...". Claro, eran tiempos de reformas agrarias. Verdaderas, para el campesinado sin tierra.

Funcionando hoy, tenemos Botnia, miles de hectáreas forestales, y los resultados ya se dejan ver, se viven. Los vive el pueblo, ya sean seguidores de los blancos, colorados, o del gobierno frenteamplista, sea cual sea su candidato. Qué pueden prometernos estos ilustres políticos uruguayos, sentados en sus puestos ministeriales, del senado, o de diputados? Y, el presidente actual, con sus cifras presentadas en un acto costeado en miles de dólares por un pueblo hambreado?

Frente a la crisis económica se unen las grandes empresas, por que saben muy bien que el pez más grande come al más chico. Nada nuevo. El mundo está dominado por unas pocas personas, creo, haber leído unas mil.

Uruguay, con sus 3 millones y algo de habitantes, desde tiempos inmemoriables, sigue dividido. En lugar de ejercer su derecho absoluto a la protesta, prefieren levantar sus trincheras en los partidos de fotbol, o bien, contra el pueblo argentino, que sufre las mismas consecuencias de un gobierno neoliberal, con careta de izquierda.

Mientras tanto, con el famoso tema "inseguridad", se van preparando leyes, que criminalizan la protesta, la pobreza, la falta de futuro. Se culpa de todo a los jóvenes, buscando bajar la edad penal, meterlos presos lo más rápido posible, en condiciones mucho peores, que los ex presos políticos.

Lo que en realidad están ensayando, es la represión futura ante la protesta. De la misma forma, que ante la ocupación de puestos de trabajo, por nombrar algunas.

Sufrimos de anmensia crónica los uruguayos. No hace tanto, bajo el gobierno progresista de Tabaré Vázquez, los cortes de puentes, y ante una inminente provocación "terrorista" de los ambientalistas de Gualeguaychú, ese presidente, no tuvo ningún problema de amenazar con la intervención de ejército, en defensa de Botnia. Para hacerlo más claro. El Estado uruguayo defendería, territorio extranjero, tipo Bush, porque eso es Botnia, territorio finlandes.
Como lo son los millones de hectáreas en manos extranjeras sobre nuestro territorio.

Sí, señoras,señores, señoritos, y señoritas, el presidente, defiende la democrácia!, No la suya, ni la mía. La de ellos, todos, blancos, frenteamplistas en el poder, colorados, empresas multinacionales, y los dueños del Uruguay que nos resta.

No será hora de retomar la vieja canción: "Soldado aprender a tirar". No hablo de tiros de bala,() hablo de apuntar nuestra puntería a otro lado.
"Para abajo no, que allí estoy yo". Y el yo son los pueblos, no sus gobernantes de turno. "Hay mucho que caminar".
Sí, volver a rehacer el camino.
Nada a cambiado, sigue en vigencia la canción de Quintín Cabrera, "Que vida tan diferente, la mía y la suya señor presidente".

Lo que hoy vive Brasil, es una muestra de lo que se vivirá en Uruguay, como en el resto de América Latina, gracias a las políticas neoliberales, neocolonialistas. De ahí que creí oportuno el momento de publicar los informes que llegan desde Brasil.

Digamos como las mújeres brasileñas que luchan por la tierra: Fuera!, fuera de América Latina!! Unamos nuestras voces a todas ellas.
Si el primer mundo quiere papel, que lo produzcan ellos, mano de obra sin trabajo tienen, y va en aumento.