miércoles, 1 de septiembre de 2010

Agosto Negro: El arma mortal de Mumia Abu-Jamal

Por se muy hábil en usar esta arma contra sus captores, ha sufrido el secuestro, la tortura y un constante atentado contra su vida por el Estado durante casi 29 años.

Mas mortal que una ametralladora es el arma portada por Mumia Abu-Jamal, un periodista revolucionario enterrado tras los muros de acero: La Palabra. Por ser muy habil en usar esta arma contra sus captores, ha sufrido el secuestro, la tortura y un constante atentado contra su vida por el Estado durante 29 años. .

Mumia sigue vivo en el corredor de la muerte de la Unidad de Control SCI Greene en Pensilvania, sólo porque cientos de miles de personas en el mundo lo reconocemos como preso político y hemos reclamado su libertad no sólo en las cortes, sino en las calles de cientos de ciudades.

Condenado a muerte por el homicidio en primer grado por la muerte del policía Daniel Faulkner el 9 de diciembre de 1981, Mumia siempre ha mantenido su inocencia. Al enterarse de las acusaciones en su contra, escribió: “Es una pesadilla el hecho de que mi hermano y yo nos encontremos en aprietos, porque las mismas personas que me acusan, los policías, eran los que me atacaron. Parece que mi verdadero crimen era sobrevivir sus ataques porque nosotros éramos las víctimas esa noche... Llevo grilletes en las manos y los pies como un esclavo porque me atreví a vivir”. http://www.zcommunications.org/a-christmas-cage-by-mumia-abu-jamal

Envalentados por la decisión de la Suprema Corte de Estados Unidos de reafirmar la pena de muerte que había sido revocada en su caso en el 2001, los actores a favor del homicidio legal recrudecen sus planes para terminar un secuestro de tres décadas con el gran final: un linchamiento ilegal.

Estos actores incluyen la Orden Fraternal de Policía (FOP) siempre al mando de la carga, la fiscalía de Filadelfia ahora encabezada por el individuo de piel negra Seth Williams, varios políticos que han hecho sus carreras sobre este caso como Ed Rendell (gobernador de Pensilvania), unos supuestos intelectuales como el fascista David Horowitz, los medios masivos corporativos como Fox News, el periodista sociópata Michael Smerconish, y la estrella del show ––la sufrida viuda Maureen Falkner. Este año tienen unos nuevos ayudantes ––el documentalista de piel negra Tigre Hill y unos traidores al movimiento contra la pena de la muerte como Renny Cushing y Kate Lowenstein, quienes ahora trabajan con la FOP. http://www.thiscantbehappening.net/node/116
Su estrategia es la intensificación de la criminalización de Mumia Abu-Jamal personalmente y también de su lucha, para crear miedo entre la población a personas que se han atrevido a apostarse a una transformación radical del país. Por eso presentan a los grupos revolucionarios que han buscado un mañana mejor y reclamado su derecho a la auto-defensa como temibles seres violentos, llenos de odio.

En 1995, Mumia Abu-Jamal dijo: “No sólo quieren mi muerte, sino mi silencio”. Irónicamente, a pesar de haber gastado millones de dólares en juicios, campañas mediáticas, cabildeo e intimidación, su silencio es algo que sus enemigos nunca han logrado y que nunca van a lograr. Más que cualquier otro preso político del mundo, su voz ahora se escucha en ciudades, pueblos y bosques de todo el mundo. Esto se debe a su propio compromiso, consciencia, talento y valentía, y también al compromiso inquebrantable de su comité de base y de compañeras y compañeros fuera de los muros que graban y difunden sus ensayos y publican sus libros.

Desde que Mumia aprendió el periodismo trabajando en el periódico The Black Panther(Pantera Negra) como un joven de 15 años en los años ’60, siempre ha escrito desde abajo y contra el poder. Cuando trabajaba como periodista radiofónico en Filadelfia en los años ’60, ganó la reputación de ser “la voz de los sin voz” precisamente porque andaba en las comunidades en su bicicleta, hablando con la gente para luego difundir sus luchas.

La ex Pantera Negra Rosemary Mealy recuerda que en 1969, había mucha indignación en las comunidades negras de Filadelfia después de que la policía asesinó a un joven mentalmente retrasado. “Mumia habló con la familia del joven y empezó a escribir sobre este caso y muchos otros atropellos cometidos por la policía… Sus escritos comunicaban una interpretación de la realidad diaria de una comunidad bajo sitio, atemorizada por policías racistas con un jefe que estaba de acuerdo con sus acciones y abiertamente hablaba a favor del ‘poder blanco”.

Dice J. Patrick O’Connor, el autor de The Framing of Mumia Abu-Jamal (La incriminación de Mumia Abu-Jamal), que no se lo pudo creer cuando Mumia fue acusado del asesinato del policía Faulkner. El editor de Crime Magazine vivía en los suburbios de Filadelfia y le encantaba escuchar la voz distintiva de Mumia en la radio pública: “Me impresionó su capacidad para hacer que sus radioescuchas sintieran lo que él describía ––ellos sabían que le importaba”.

La pena de muerte

El caso de Mumia Abu-Jamal y sus propios escritos, especialmente su primero (de seis) libros, Live from Death Row (En Vivo desde el Corredor de la Muerte), publicado en 1995, han sido fundamentales en darle fuerza al movimiento contra la pena de muerte en Estados Unidos.

Utilizada desde la colonización británica de América, la pena capital sigue vigente en ese país a pesar de ser universalmente condenada por las organizaciones de derechos humanos como un “castigo cruel e inusual”. No es de sorprender que las ejecuciones más grandes en la historia de Estados Unidos fueran de personas indígenas y africano-americanas. En 1862, 38 indígenas del pueblo dakota fueron colgados simultáneamente en la Guerra de Dakota. Medio siglo después, en 1917, 13 soldados africano-americanos fueron colgados por participar en un motín en Houston, Tejas.

En el Prefacio a En Vivo desde el Corredor de la Muerte, Mumia escribe: “Sólo tengo que mirar a través del país donde, en diciembre de 1994, los negros eran 40% de todos los hombres en el corredor de la muerte, o mirar a través del estado de Pensilvania, donde en diciembre de 1994, 111 de los 184 hombres en el corredor de la muerte ––más de 60%–– eran negros, para ver la verdad, una verdad escondida bajo las togas negras de los jueces y promesas de derechos iguales. Los negros constituyen un poco más de 9% de la población general de Pensilvania y un poco menos de 11% de la de Estados Unidos”.

Desde mayo de 1983 hasta su traslado al nuevo, moderno “infierno reluciente” de SCI Greene el 13 de enero de 1995, Mumia estaba en el corredor de la muerte de la vieja mazmorra Huntingdon. Se acuerda que en 1984, las autoridades de la prisión fueron obligadas a extender el periodo de ejercicio desde 15 minutos cada tercer día hasta dos horas diario entresemana. Construyeron “varias cajas de acero dentro de vallas de ciclón con un fuerte parecido a jaulas de perro”. Al terminar con la construcción, llevaron a todos los presos condenados a muerte a las jaulas para tomar ejercicio. Dice Mumia que no se dieron cuenta hasta estar en las cajas que “todos los hombres enjaulados eran africanos. ¿En dónde se encontraban los reos blancos del pasillo de la muerte? Unos momentos de observación silenciosa demostraron lo obvio. Desde el corredor de la muerte hubo acceso a dos patios, uno compuesto de jaulas y el otro de espacios “libres”, fuentes para beber, canchas completas de baloncesto con aros y un espacio para correr. Las jaulas eran para los negros del corredor de la muerte. Los patios abiertos para los blancos. Debido al puro odio e insensibilidad, los negros éramos condenados a esperar la muerte humillados”.

Otros presos políticos que el Estado ha pretendido matar

De todos los presos políticos actuales en Estados Unidos, Mumia Abu-Jamal es el único condenado a morir. Desde mayo de 1983 no ha salido del corredor de la muerte. Pero no es que el Estado no ha intentado a matar a otros presos políticos:

Gary Tyler, reconocido como preso político por Amnistía Internacional, fue condenado a muerte a la edad de 17 en 1975, acusado de asesinar al joven Timothy Weber, después de que el camión escolar en que andaba Gary fue atacado por una turba blanca incitada por el líder del Ku Klux Klan, David Duke. Alguien disparó desde la calle, hiriendo a Timothy a muerte. Gary Tyler, quien había vivido en Watts, Los Ángeles, durante la época del Poder Negro, había regresado a regañadientes al pequeño pueblo de Rose, Luisiana, donde las autoridades lo consideraban un buscapleitos. A pesar de la falta de pruebas en su contra, un jurado de puros blancos lo condenó a muerte. En 1977, cuando la pena de muerte en Luisiana fue abolida por ser anti-constitucional, la sentencia de Gary Tyler fue cambiada a cadena perpetua. Hasta la fecha, sigue en la plantación de esclavos en Angola, Luisiana.
http://www.thejerichomovement.com/garytyler.html

Zolo Agona Azania, un activista que había promovido una campaña en Gary, Indiana, para hacer del cumpleaños del reverendo Dr. Martin Luther King un día conmemorado a nivel nacional, fue detenido en 1981 y acusado de asesinar a un policía durante un robo de banco. En su juicio se declaró ciudadano de la República de Nueva Áfrika. A pesar de que una prueba aplicada a sus manos mostró que él no había disparado un arma, Zolo fue condenado a muerte y pasó muchos años peleando su condena. Por fin, la pena de muerte fue revocada en su caso, pero él sigue en la cárcel. Ha escrito un libro contra el capitalismo titulado Money and Power (Dinero y poder). También es artista. Su arte, que incluye retratos de Malcolm X, George Jackson y Mumia Abu-Jamal entre otros, se ve en esta página: http://www.zoloazania.org/node/2
Sekou Cinque Kambui, De ascendencia africana y cherokee, Sekou ha sido un activista desde los días del movimiento de derechos civiles en los años ‘60, con participación en SNCC, los Panteras Negras , la República de Nueva África y el Ejército de Liberación Negra, entre otras organizaciones: Fue detenido cerca de Birmingham, Alabama en 1975, acusado de matar a un integrante del Ku Klux Klan y un magnate de petróleo. El Estado pretendió darle la pena de muerte, pero por fin optó por la muerte lenta: una sentencia de doble cadena perpetua. Durante su encarcelación de 25 años, Sekou Kambui se ha vuelto un abogado autodidacta que maneja su propio caso y ayuda a muchos otros presos a pesar de castigos, robo de materiales y hostigamiento constante. Se ha dicho que es “el hombre más odiado en Alabama” por las fuerzas policiales y carcelarios. Una buena recomendación. http://denverabc.wordpress.com/political-prisoners-database/sekou-kambui

Apoyo Mutuo

En esta serie de Black August, hemos citado numerosos ejemplos del apoyo de Mumia Abu-Jamal para otros presos y presas políticos y también del apoyo de ellos y ellas para él. La siguiente carta de apoyo fue escrito en julio de 1995 por un grupo de presas políticas en el penal federal Dublin en California:

“Nuestro hermano Mumia Abu-Jamal vive en el corredor de la muerte de Pensilvania, pero su espíritu vive en cada persona que anhele justicia y libertad. Su suave elocuencia en decir las verdades más duras ha afectado a nosotras y a miles más. Es su capacidad para decir la verdad y para luchar por la justicia que ha llevado al gobierno a temerlo, censurarlo y decidir a asesinarlo como enemigo del Estado. El mundo es un mejor lugar porque Mumia vive aquí…Una parte de cada una de nosotras morirá si lo ejecutan; es fundamental parar su ejecución...Más que nadie, el mismo Mumia ha insistido que la campaña para salvarle la vida también debe parar la pena de muerte totalmente. Tomar acción eficaz es más difícil ahora que nuestra sociedad se vuelve más racista, fascista, anti-humana, anti-vida. Pero en tiempos de poca esperanza, cada paso adelante tiene gran importancia. Cada persona dispuesta a luchar nos aliente a todos y a todas...La lucha para salvar la vida de Mumia puede ser el momento en que cada uno de nosotros decida no permitir que el Estado asesine a ningún otro revolucionario, ningún otro ser humano. Que nuestras vidas y nuestro mundo sean cambiados para siempre por Mumia Abu-Jamal”.

Marilyn Buck, Linda Evans, Dylcia Pagán, Aidah McCray, Lucy Rodríguez, Carmen
Valentín, Laura Whitehorn, Donna Willmott

Agosto Negro

Del Agosto Negro, Mumia Abu-Jamal escribió en 2004:

“…De muchas maneras, Agosto Negro (por lo menos en Occidente), empieza en Haití. Es el agosto más negro posible ––la Revolución, y la liberación de la esclavitud. Durante muchos años, Haití intentó pasar la antorcha de la libertad a todos sus vecinos, al ofrecer apoyo a Simón Bolívar en sus movimientos nacionalistas contra España. De hecho, desde el principio, Haití fue declarado un lugar de asilo para los esclavos fugitivos y un refugio para cualquier persona de ascendencia africana o indio-americana”.

“El 1 de enero de 1804, el presidente Dessalines proclamó: ‘Nunca más pisará este suelo ningún colono o europeo como amo o terrateniente…’ Pero fue el imperialismo estadounidense, no europeo, que condenó al pueblo de Haití al régimen cruel de los dictadores. Estados Unidos ocupó a Haití e impuso sus propias reglas y dictámenes…”

“Sin embargo, esa ocupación imperial no borra los logros históricos de Haití. Durante las noches más oscuras de la esclavitud americana, millones de africanos en América del Norte, Brasil, Cuba, y más allá pudieron mirar hacia Haití, y soñar”.

http://www.prisonradio.org/audio/mumia/7_18_04august.mp3

Para enviar una carta o tarjeta a los presos políticos nombrados en esta serie, vean sus direcciones a:
http://www.thejerichomovement.com/prisoners.html
http://denverabc.wordpress.com/political-prisoners-database

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