"Déjenme decirles, a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario
verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor. Es imposible
pensar en un revolucionario auténtico sin esta cualidad".
Eresto Che Guevara
Hace poce, el 14 de febrero, se celebró el día del amor, así que para
celebrarlo quiero contar una historia de amor que no es muy conocida, una llama encendida entre la prisión y las luces de la Revolución cubana que acababa de nacer, con el entusiasmo de dos jóvenes, él de 20 años y ella de 15, con una fe ilimitada en común por "el hombre de Cuba", Fidel Castro Ruz
"Desde que decidimos casarnos, Alfonso Guillén Zelaya y yo, Anolan López, hemos tenido que desafiar la fuerza enemiga; parecía hecho a propósito, un incidente tras otro, hasta el gran día, el 29 de julio de 1961".
"¿Tú quieres saber el secreto de haber vivido felices hasta el 1994 (año de la muerte de Alfonso)? Él siempre me trató como si yo fuera su novia, no hubo nunca aburrimiento entre nosotros y yo siempre era el centro de su vida. Tuve la suerte de casarme con un extranjero, casi un desconocido, y descubrir que tenía a mi lado a un gran revolucionario, poseedor desentimientos solidarios sin fin"."
Esta mujer tan fuerte y dulce al mismo tiempo, que me está contando los detalles de una historia de amor hermosa y llena de ternura; pero que fue también colmada de dificultades, es la cubana que se enamoró de un joven mexicano (nacido en México por casualidad, proveniente de una familia hondureña muy revolucionaria, cuyo tío, de quien asumió el nombre, fue un gran poeta, conocido como el fundador, en Honduras, del post-modernismo) que desembarcó en Cuba por seguir el pensamiento de José Martí ... "todo hombre de honor y justicia pelea por la libertad dondequiera que la vea ofendida".
Además, el compromiso revolucionario de su familia también tuvo una víctima, un hermano de Alfonso murió en los años sesenta, mientras combatía en el Frente Sandinista, con sólo 18 años, Héctor Alejandro Zelaya, un lindo joven internacionalista que se inmoló en una tierra extranjera.
Alfonsi Guillén Zelaya es el mexicano del Granma, uno de los cuatro extranjeros (Ernesto Che Guevara, argentino; Gino Done, italiano y Ramón Mejías, dominicano) que acompañaron a Fidel Castro y a los expedicionarios del yate que llegó en diciembre de 1956 a Cuba para realizar las acciones que condujeron al triunfo de la Revolución Cubana.
El que no sabe quién es festeja sus derrotas y rechaza sus oportunidades
-
Hoy es un día venturoso. El Dibu la vio pasar 4 veces y Franco chocó su
auto con la carrera neutralizada: dos cartas de alienación que nuestros
enemigos ju...
Hace 2 semanas
No hay comentarios:
Publicar un comentario