Desafíos. El presidentetiene varios frentes abiertos en la interna que marcan su gestión
E. DELGADO / S. CABRERA
El martes 1° el presidente José Mujica dará inicio a su segundo año de gobierno, tras doce meses en los que se le marcó que habló mucho e hizo poco, y además abrió varios frentes conflictivos para los cuales aún no ha encontrado una salida
La educación, la inseguridad pública, el debatede por los impuestos - que no pocos choques ha desatado en la interna del Frente Amplio,- su enfrentamiento con las corporaciones sindicales y de profesionales, la Reforma del Estado, los planes de viviendas - que por ahora solo han sido anuncios-,futuro de la Ley de Caducidad y la situación de las Fuerzas Armadas, son algunos de los problemas que Mujica arrastra de su primer año de gobierno
Para el sociólogo César Aguiar, director de la consultora Equipos/Mori, al presidente Mujica no le bastará con hacer las cosas "medianamente bien, y los riesgos por hacerlas "medianamente mal" son altos.
Aguiar dijo a El País que a diferencia del ex presidente Tabaré Vázquez (2005-2010), que "partía de altas expectativas luego de una gran crisis y un fuerte desprestigio de los gobiernos anteriores", y que si hacía las cosas "medianamente bien iba a ser reconocido y ganar popularidad", Mujica vino después de un gobierno exitoso, reconocido por la opinón pública". Por eso concluye; "No le bastará con las cosas 'medianamente bien', y tiene el riesgo de que, si las hace 'medianamente mal' genere rápidamente algunos niveles de descontento"
Tanto sus asesores, dirigentes del Frente Amplio, sindicalistas y líderes de la oposición, coinciden en pedirle a Mujica que hable menos. Tuvo salidas de tono y posiciones rechazadas por miembros de su propio gobierno. Redujo el ritmo de sus audiciones radicales, pero mantiene su locuacidad y tendencia a emitir opinión en los más diversos temas.
En busca de lograr sus objetivos utilizó una táctica que ya había anunciado: plantear lo máximo para obtener al menos parte de lo que pretendía
Hace un año, entre las prioridades de su gobierno anunció: educación, aumentar el gasto social "lo máximo posible", reforma del Estado, seguridad pública y profundizar el Mercosur.
Cuando asumió dijo que su gestión sería ortodoxa en la macroeconomía y heterodoxa, innovadora y atrevida en la microeconomía, además destacó su voluntad de acordar políticas de Estado con los partidos de la oposición, a los que incorporó a los directorios de los organismos públicos.
A 12 meses de esos anuncios, una de las críticas más repetidas al presidente es que habla mucho y hace poco, lo que es rechazado por sus más cercanos colaboradores, que además advierten que en este año 2011 -con el presupuesto quinquenal aprobado- realmente comienza la gestión de gobierno
En opinión de Aguiar, "hablar también es hacer" y en el caso de Mujica desafía "muchos viejos estereotipos de la izquierda más tradicional".
Aguiar agregó que es "cierto" que el gobierno ha hecho poca cosa en estos doce meses, en particular en áreas críticas co-mo la educación, la vivienda y el ordenamiento territorial, "pero ha mantenido firme la política económica, y eso es hacer algo importante".
Precisamente, la confirmación de la línea económica que venía del gobierno de Vázquez -cuando el actual vicepresidente Danilo Astori era el ministro de Economía-, ha desatado una de las polémica más fuertes en la interna del Frente Amplio.
Elprincipal aliado electoral de Mujica, el Partido Comunista, ha sido el más crítico de la gestión económica, al punto que viene reclamando un golpe de timón con medidas que de aplicarse llevaría al gobierno a cambiar las reglas de juego comprometidas en la campaña electoral.
En el frente sindical, Mujica ha contado con el apoyo de la dirigencia más moderada del Pit-Cnt -nucleada en la corriente Articulación, cercana al vicepresidente Astori-, y choques fuertes con los sindicatos con mayor presencia de dirigentes del Partido Comunista, el MPP y de sectores de la izquierda que no integran el Frente Amplio.
Mujica reconoció públicamente la existencia de visiones contradictorias de la economía en el Frente, el que cuenta con sectores con "un vasto sector socializante" y otros "apenas progresistas", dijo. El equilibrio entre esas visiones complicó a Mujica este año, con guiños a los dos lados y una marcada decisión de respaldar la política económica, con la posibilidad de hacerle solo retoques
En opinión del politólogo Daniel Buquet, Mujica no está ejerciendo el liderazgo en el Frente Amplio en el debate sobre la reforma tributaria. "Mujica es un continuador de la política económica anterior, pero al mismo tiempo trata de zafar del debate. Los sectores radicales no se la agarran con Mujica, sino que se la agarran con Astori, con el ministro de Economía. Mujica zafa, aunque no del todo", dijo Buquet a El País.
EDUCACIÓN. Mujica ha machacado estos 12 meses en cuanto a la necesidad de cambios relevantes en la educación. Sin embargo, hasta ahora, más allá de intenciones, no pasó nada.
El 14 de febrero se realizó la primera cumbre educativa, con la participación del gabinete y las autoridades de los organismos de la enseñanza. De allí no salieron propuestas concretas para revertir los magros resultados que Uruguay está obteniendo en materia educativa, en tanto crece la presión de la oposición para revisar la ley de Educación
Estado La reforma del Estado fue otro tema central del discurso de asunción de Mujica
Las medidas en esta área refirieron a los recursos humanos en la Administración Central e incluyeron la obligación de trabajar como mínimo seis horas por día, definir cinco formas de contratos y un sistema de "ventanilla única" que concentrará los ingresos al Estado. Según la oposición, esto tiene sabor a poco. Para Presidencia es solo el primer paso de una reforma que Mujica está decidido a realizar, aunque le ocasione, como ya ha sucedido, enfrentamientos con los sindicatos estatales.
Vivienda. Durante la campaña electoral, Mujica puso como prioridad la necesidad de viviendas para los sectores más carenciados. A fines de mayo, el gobierno declaró por decreto la emergencia habitacional y la creación del Plan Juntos, para atender a la población más vulnerable. Con el despliegue de este plan y el fuerte incremento del presupuesto del Ministerio de Vivienda (que pasó de US$ 500 millones a US$ 900 millones) el presidente prevé avances importantes en este tema
La seguridad pública es otro de los puntos débiles de los gobiernos de izquierda. Mujica puso como ministro del Interior a Eduardo Bonomi -un hombre de su absoluta confianza-, quien buscó dar señales de que habrá dureza en la acción contra el delito, a la vez que mejoras en las condiciones de las cárceles. Sin embargo, los delitos que más preocupan -entre ellos las rapiñas- siguen creciendo, y el hacinamiento carcelario se mantiene. El gobierno encaró la construcción de nuevas cárceles a fin de solucionar este problema
En cuanto a la política internacional, Mujica puede apuntarse un punto importante: solucionó el conflicto con Argentina por la instalación de Botnia (hoy UPM) en Fray Bentos, un tema que marcó a fuego al gobierno de Vázquez y que había deteriorado al límite las relaciones con ese país.
Desafíos 2011. Aguiar señaló tres desafíos para Mujica: "ayudar a mantener la estabilidad y el crecimiento, respaldar a los ministros que muestren capacidad efectiva de implementar cambios, y mantener ese discurso independiente que le permite ir más allá de su gobierno, más allá de su partido y hasta más allá del país
Por su parte, para el politólogo Juan Carlos Doyenart, director de la consultora Interconsult, "esta es una etapa diferente, donde el gobierno, y por tanto el Frente Amplio, tienen la obligación de aprovechar los muy buenos ingresos del país en materia de exportaciones para llevar adelante cambios en la estructura productiva, diversificando, haciendo más eficiente la función del Estado y atacando los problemas básicos de la logística, infraestructura, la energía y una mejor inserción internacional".
César Aguiar: "No le bastará con hacer las cosas medianamente bien, como a Vázquez".
"Traidor" para los radicales
Enopinión del politólogo Daniel Buquet, los sectores radicales que apoyaron la candidatura de José Mujica pretendían un segundo gobierno del Frente Amplio que diera un "giro a la izquierda", pero ese "no es el programa" que está aplicando el Presidente. "Mujica es Presidente por los radicales del Frente Amplio. Mujica está siendo una especie de traidor para esos sectores", dijo Buquet. "Cómo se zanja esta disputa interna es un tema central del Frente. Para estos sectores la socialdemocracia no es el destino. Si Mujica se enfrenta con buena parte del MPP y al PCU, sería como reconocer la traición. Pero Mujica intenta zafar, hace equilibrio. Hay una tensión que es difícil de manejar. Habrá una fuente permanente de conflicto, que incluso puede generar divisiones legislativas", estimó.
Buquet: "Mujica no está ejerciendo el liderazgo sobre el debate tributario".
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