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La manifestación del pasado 18 de febrero, en la que cientos apátridas se manifestaron en Kuwait para solicitar que se respeten sus derechos, acabó con decenas de heridos y varias decenas más detenidas por las fuerzas de seguridad estatal, según ha informado la ONG Human Rights Watch (HRW).
HRW ha solicitado a las autoridades que libere a los manifestantes "bedun" (como son conocidos los habitantes sin nacionalidad en Kuwait) o que les impute algún cargo, llevándolos de inmediato frente a un juez independiente. El Gobierno kuwaití ha lanzado repetidas advertencias indicando que la gente no debe reunirse en público, pese a que el país está comprometido internacionalmente a respetar el derecho de reunión y asamblea.
"Las autoridades kuwaitíes deben dar una vuelta por el barrio (la región) para ver que los ataques violentos contra los manifestantes sólo son el combustible de las protestas", ha dicho Sarah Leah Whitson, directora para Oriente Próximo de Human Rights Watch. "El Gobierno debe permitir que los manifestantes puedan hablar y reunirse libremente, como es su derecho", ha agregado.
En Kuwait vive una importante comunidad de personas sin nacionalidad. La protesta era para exigir la concesión de la ciudadanía y educación y sanidad gratuitas de las que sólo se pueden beneficiar los ciudadanos kuwaitíes de pleno derecho.
En las protestas participaron entre 200 y 500 personas, según distintas fuentes. Testigos presenciales aseguraron que los policías emplearon bombas de humo para disolver la concentración tras ignorar los manifestantes varias advertencias para que se dispersaran.
La televisión panárabe Al Arabiya informó también de la protesta, aunque cifra los manifestantes en unos 300. Sin embargo, retransmitió imágenes de furgones policiales empleando cañones de agua contra los manifestantes concentrados tras las oraciones del viernes.
De acuerdo a las entrevistas con activistas bedun pro Derechos Humanos, las autoridades arrestaron al menos a 120 personas durante las manifestaciones del viernes, y aproximadamente 30 personas buscaron tratamiento por las lesiones sufridas durante las manifestaciones en un hospital cercano y una clínica.
Sin embargo, el ministro del Interior, Ahmad al Hamoud al Sabah, dijo a Human Rights Watch que sus fuerzas habían detenido a sólo 42 personas, y que el ministerio planea liberar a algunos este domingo, mientras que pondría en libertad a otros después de las investigaciones sobre las denuncias de violencia. Ninguno de los detenidos han sido llevado ante los jueces hasta el momento, según HRW.
PROHIBICIÓN DEL DERECHO DE REUNIÓN
Al Hamoud dijo a HRW que la seguridad del Estado había ordenado a los manifestantes dispersarse ya que se habían reunido sin solicitar permiso previo, como exige la ley kuwaití. Sin embargo, durante los últimos seis meses, las autoridades kuwaitíes han declarado reiteradamente que cualquier forma de reunión pública no se permitirá por razones de "seguridad interna".
En diciembre, las fuerzas estatales de seguridad dispersaron violentamente una "diwaniya", o reunión política, en las afueras de la casa del parlamentario Juma"an al Harbish. En enero, el gobierno amenazó con expulsar a todo los residentes extranjeros en Kuwait que se manifestaran en apoyo de las protestas en Egipto.
Más de 106.000 personas bedun reclaman la nacionalidad kuwaití y viven en el interior del país. Bedun proviene de la palabra beduino, o nómada, y la mayoría dicen que son apátridas, porque no solicitó la ciudadanía en el momento de la independencia del país.
En la actualidad, el Gobierno obstaculiza el derecho de los bedun a tener documentación civil, al exigirles renunciar a las solicitudes de ciudadanía antes de que puedan recibir de nacimiento, matrimonio o defunción. El Gobierno no reconoce su derecho al trabajo, y los niños bedun no pueden asistir a las escuelas públicas. A pesar de la creación de dos órganos administrativos anteriores para hacer frente a su situación, la primera en 1993, los intentos de reclamar la ciudadanía siguen bloqueados, y no puede insistir en sus demandas ante los tribunales para conseguir la nacionalidad kuwaití.
"Los bedun tienen quejas legítimas sobre la discriminación y la inacción del Gobierno, y el Gobierno debe escuchar y ayudarles, en vez de atacarles y arrojarles a la cárcel", ha reflexionado Whitson. "La gente en todo el Oriente Próximo está pidiendo que se respeten sus derechos, y que los gobiernos que responden con medidas represivas rindan cuentas", ha apostillado.
Al Hamoud ha dicho que el Gobierno ha establecido un comité administrativo para hacer frente a la situación bedun, y que este comité se ocupará de las demandas hechas por los manifestantes. En Kuwait se aproxima al 50 aniversario de su independencia y el 20 desde su liberación de Irak.
Ilegales en su propio país
Unos 100.000 apátridas reclaman la nacionalidad kuwaití
"Nací en el hospital de Ahmadi en 1956; mi padre también había nacido aquí, trabajó toda su vida en la extracción del petróleo, primero con los británicos y luego en la empresa nacional kuwaití, y en su certificado de muerte, en 1970, consta que era kuwaití", contaba a esta corresponsal Ahmed durante una reciente visita a Kuwait. Ahmed no era su verdadero nombre porque incluso en un país tan abierto como ese emirato los bidún miedo de hablar. Bidún significa literalmente sin, sin papeles, sin derechos
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Ilegales/propio/pais/elpepuint/20110219elpepuint_6/Tes
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