El Paraguay mediocre. Carta desde la cárcel de mujeres Buen Pastor

Asunción

De febrero de 2011.


Desde la cárcel de mujeres Buen Pastor. Yo soy Estela Agüero, paraguaya. Escribo esta nota a nombre de todas las compañeras que están aquí conmigo y también a nombre de todos los compañeros que están en Tacumbú. Ellos están haciendo huelga de hambre pidiendo por nuestra libertad. Su lema es “libertad o muerte”. Me pregunto:

¿Dónde llegaremos así con este gobierno? ¿Por qué a tantas personas inocentes, humildes campesinos, trabajadores indefensos metieron en la cárcel, hasta un anciano ciego, persona enferma? no se escapan de sus garras, por simple cruce de llamadas, sin prueba alguna.

Mientras que los corruptos, ladrones que roban al pueblo paraguayo están libres.

Exigimos nuestra libertad, como madres, hijas, padres, hijos paraguayos, que se haga justicia, que nos den nuestra libertad para que seamos útiles otra vez a nuestro país, a nuestras familias, a nuestra comunidad.

¿Por qué? Nuestro país que tanto queremos nos regala la injusticia, la cárcel, la miseria, el hambre, la desigualdad. Por eso todos juntos pedimos nuestra libertad.

Mi padre, don Sindulfo Agüero, de 70 años, ciego, está haciendo huelga de hambre. Esto no es justo. Él puede llegar a la muerte por culpa de la injusticia de su país que tanto ama, pero al gobierno no le importa; como siempre, sigue y seguirá matando gentes inocentes. Pero aquí en Paraguay se habla tanto que es un país de maravilla donde reina la paz y la tranquilidad, mientras todas y todos estamos en la cárcel y mientras nuestras familias están sufriendo las consecuencias, viviendo intranquilos en zozobra, luchando para sobrevivir.

Qué triste, qué pena, Patria querida, somos tu esperanza, somos la flor del pueblo por venir, porque tanto dolor causaste a muchos hogares paraguayos, dejando en luto, huérfano, abandonado; qué regalo tan dolorido recibimos de ti, mi bello Paraguay.

Estela Agüero.