LA LARGA GUERRA DE WASHINGTON CONTRA ÁFRICA - James Petras

El bombardeo de los EE.UU. de Libia en apoyo de los clientes de los rebeldes en la primavera de 2011 es parte de una política sostenida de la intervención militar en África desde al menos mediados de 1950. De acuerdo con un Servicio de Investigación del Congreso de EE.UU.

Estudio [1], publicado en noviembre de 2010, Washington ha enviado a cualquier lugar entre cientos y varios miles de tropas de combate, docenas de aviones de combate y buques de guerra para reforzar las dictaduras cliente o para derrocar a los regímenes de contradictorio en decenas de países, casi en una base anual. El registro muestra las fuerzas armadas de los EE.UU. intervino 46 veces antes de la guerra de Libia actual [2]. Los países que sufren una o más intervenciones militares de EE.UU. incluyen el Congo, Zaine, Libia, Chad, Sierra
Leona, Somalia, Ruanda, Liberia, República Centroafricana, Gabón, Guinea-Bissau, Kenya, Tanzania, Sudán, Costa de Marfil, Etiopía, Djibouti y Eritrea.

La única intervención progresiva en Egipto bajo Eisenhower que obligó a las fuerzas israelíes-Francés-Inglés de retirarse de la Suez en 1956. Entre mediados de 1950 hasta el final de la década de 1970, las operaciones militares abiertas sólo 4 se registraron, a pesar de poder a gran escala y las operaciones militares clandestinas fueron generalizados. Bajo Reagan y Bush padre (1980-1991) aceleró la intervención militar, elevándose a 8, sincontar la gran escala clandestina "fuerzas especiales" y las guerras por poderes en el sur de África. Bajo el régimen de Clinton, EE.UU. militarizada imperialismo en África se quitó. Entre 1992 y 2000, 17 incursiones armadas tuvieron lugar, incluyendo una invasión a gran escala de Somalia y el apoyo militar al régimen genocida de Ruanda.

[3] Clinton intervino en Liberia, Gabón, Congo y Sierra Leona para apuntalar un régimen títere en pie de largo. Se bombardeó Sudán y envió personal militar a Kenia y Etiopía para apoyar clientes de proxy agredir a Somalia. Bajo Bush Jr. 15 intervenciones militares de EE.UU. se llevó a cabo, principalmente en África Central y Oriental. la invasión, el régimen de Obama y el bombardeo de Libia es una continuación de una práctica de larga data imperial, diseñada para mejorar el poder de EE.UU. a través de la instalación de regímenes clientes, el establecimiento de bases militares y el entrenamiento y adoctrinamiento de las fuerzas mercenarias de África llamado "socios colaboradores". No hay duda de que hay una creciente ola de militarismo imperial de los EE.UU. en las últimas décadas.

La mayor parte de los EE.UU. imperio africano 'es desproporcionadamente construido en los vínculos militares con los jefes militares del cliente. El Pentágono tiene lazos militares con 53 países africanos (incluida Libia antes del ataque en curso). los esfuerzos de Washington para militarizar África y convertir sus ejércitos a los mercenarios de proxy para sofocar las revueltas anti-imperiales y los regímenes se aceleraron después del 9 / 11. La Administración Bush anunció en 2002 que África era una "prioridad estratégica en la lucha contra el terrorismo". [4] En lo sucesivo, los estrategas imperial de EE.UU., con el respaldo de los congresistas liberales y neoconservadores, se trasladó a centralizar y coordinar una política militar en una base en todo el continente que forman el Comando Africano (AFRICOM). Este último organiza ejércitos africanos, eufemísticamente llamado "asociaciones de cooperación," para llevar a
cabo guerras neo-colonial sobre la base de acuerdos bilaterales (Uganda,
Burundi, etc), así como "multilaterales" vínculos con la Organización de la Unidad Africana. [5]

AFRICOM a pesar de su papel asignado como vehículo para la difusión de la influencia imperial, ha tenido más éxito en la destrucción de países en lugar de en la obtención de recursos y bases de poder. La guerra contra Somalia, desplazando y matando a millones y cuesta cientos de millones de dólares, entra en su vigésimo año, con una victoria a la vista. Aparte de los más antiguos neo-colonia de EE.UU., Liberia, no hay ningún país dispuesto a permitir que AFRICOM para establecer la sede. Lo más significativo AFRICOM no estaba preparado
para el derrocamiento de regímenes clientes clave en Túnez y Egipto  importante "socios" en la vigilancia de la África del Norte del Mediterráneo, la costa de Arabia y el Mar Rojo. A pesar de la colaboración de Libia con AFRICOM, especialmente en operaciones de inteligencia "contra el terrorismo", Washington creyó equivocadamente que una victoria fácil por su "rebelde", los clientes pueden dar lugar a un régimen más dócil, que ofrece más en el camino de una base militar de la sede, y un fuente barata de petróleo.

 Hoy los EE.UU. depende tanto del petróleo africano como de sus proveedores en el Oriente Medio.
La presencia en todo el continente de AFRICOM se ha visto acompañado por su incapacidad para convertir las "asociaciones" en conquistadores proxy eficaz. El intento de fomentar la "civil-militar" los programas no garantiza ninguna base popular para los regímenes colaboradores corruptos, valorados por su voluntad de proporcionar carne de cañón imperial.

El continuo levantamiento del norte de África, derrocó a la cara pública de las dictaduras respaldadas imperial. Como la revuelta popular árabe se extiende hasta el Golfo y profundiza su demandsto incluyen demandas políticas socio-económicas, así como el imperio contraatacó. AFRICOM apoyado el asalto a Libia, la represión del movimiento pro democracia por la junta militar en el poder en Egipto y se ve a su autocrático "socios" en el Golfo y la Península Arábiga para ahogar a los movimientos de la sociedad civil en un baño de sangre.

La creciente militarización de la política de EE.UU. Imperial en el norte de África y el Golfo está llevando a una confrontación histórica entre la revolución democrática árabes y los sátrapas imperiales respaldados, entre libios que luchan por su independencia y el ombligo euro-americana y las fuerzas aéreas causando estragos en el país a favor de sus clientes locales ineptos.

Fuente: Nicaragua Socialista