-¿Por qué debemos seguir creyendo que vivimos en una democracia?
A un pueblo del que se dice que vive en democracia se le suele permitir que hable en las urnas, cada cuatro años por ejemplo. Tanto se ha repetido esta fórmula que muchos ya ven normal que el pueblo no hable en un momento distinto a cuando
se le permite. Es más, hasta ven mal que lo haga o intente hacerlo fuera de ese calendario establecido. Una contrariedad que las autoridades intentan satisfacer mediante el uso indiscriminado de las fuerzas de “orden público”, como se ha hecho contra el 15M en todas sus formas, en todos sus tiempos y en todos sus apéndices.
En España, los políticos que nos están pidiendo su voto y nos están prometiendo nuevas cotas de libertades y derechos, ven la idea del referendum griego anunciado por su primer ministro Papandreu,
como algo lamentable (1), como un peligro,
como una maladecisión (2),
como una muestra absoluta de irresponsabilidad (3), como un motivo de honda preocupación, como una fuente de pánico…, esos mismos políticos que nos piden que hablemos en las urnas, no están de acuerdo en que se nos pregunte “más de la cuenta”.
Creo que si estamos capacitados para decidir quién nos gobierna (y como demuestran las evidencias de décadas, equivocarnos al hacerlo), también lo estamos para decidir sobre cuestiones tan importantes como la planteada por el primer ministro griego a sus compatriotas. Aunque, como ya se vio en España hace un par de meses, la idea de que el pueblo sancionase la reforma de la Constitución para
facilitar a la banca sus quehaceres habituales de hurto del dinero público, generó en la cabeza de los políticos españoles (de los partidos mayoritarios) la idea de que el pueblo debiera haber sido consultado. Esto no quita para que exista
gente absolutamente desvergonzada (4), como
Diego López Garrido (secretario de Estado para la UE) que ahora, pasados esos dos meses, afirma (en relación al referendum griego) que
" los referéndums son para las reformas constitucionales” Debe referirse, sin duda a las reformas constitucionales distintas a la española, o es eso o
es uno de los caraduras más grandes y más desvergonzados que ha parido este puñetero país llamado España.
Todas estas acciones constituyen ni más ni menos que el
secuestro de la voz del pueblo.
Pero con todo, el secuestro practicado por los políticos no es el único secuestro que sufre la voz del pueblo, hay uno más silencioso, más sibilino, más abstracto y más abstruso. Se trata del
secuestro que llevan a cabo los medios de comunicación.
Los medios de comunicación
se muestran plurales, integrados por opiniones de todo tipo, condición y procedencia… ¿cómo hemos llegado a creernos semejante
patraña?
No hablemos ya de medios privados claramente tendenciosos, ciñámonos a los medios públicos, que son, si cabe, los que más delito tienen en esta
práctica tan deleznable del secuestro de la voz del pueblo.
-¿
Cómo secuestran la voz populares todos mediopúblicos? En realidad es algo muy sencillo. Salen a la calle, al encuentro del pueblo, a captar sus impresiones sobre un tema en particular…, hasta aquí todo normal. Más tarde en la sala de montaje y edición es donde se produce el vergonzoso rapto. Como muestra este
video de Radio Televisión Española (5), la asombrosa cifra de 2 (¡DOS!) griegos se muestran contrarios a la celebración del referéndum, o al menos eso asegura la traducción que se sobrepone a la voz original. Curiosamente uno de los entrevistados asegura que el referéndum no es más que un cuento, pero que si se celebra que también se celebre otro referéndum sobre el propio gobierno, para poder elegir a otros gobernantes.
Y el otro tan solo dice que los políticos son unos inútiles y que es mejor que se vayan cuanto antes. Es decir, ninguno de los 2 (¡
DOS!) ciudadanos presuntamente contrarios al referéndum lo está realmente. Básicamente las dos opiniones (¡DOS!) están enfocadas contra la permanencia en el gobierno de Papandreu, es decir, de alguien que quiere que el pueblo hable.
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http://impresionesmias.com/2011/11/03/el-secuestro-de-la-voz-del-pueblo/
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