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Los manifestantes permanecen en las calles en solidaridad con el movimiento Occupy Wall Street, que tomó Nueva York el pasado 17 de septiembre en rechazo a las políticas neoliberales que signan las decisiones económicas del Gobierno estadounidense.
Los ciudadanos de Alaska exigen una transformación en la legislatura laboral, que respete las necesidades de los trabajadores, reportó Prensa Latina.
En Anchorage, donde las protestas persisten desde hace un mes, los activistas han decidido mantener una vigilia continua en la Plaza del Pueblo.
En Fairbank, la manifestación ha sumado integrantes de movimientos sociales canadienses.
El movimiento de indignados en Canadá fue víctima, el pasado martes, del asedio de la policía, cuando los uniformados aplicaron normas restrictivas a un foro instalado en campamentos de Victoria, Quebec y Calgary.
A dos meses y medio de las protestas iniciadas en Nueva York, y que se han multiplicado por todo Estados Unidos, la analista Eva Golinger ha señalado dos opciones para neutralizar a los indignados estadounidenses.
La primera es que el descontento social sea asumido como bandera del Partido Demócrata en la campaña electoral y Barack Obama triunfe nuevamente.
La segunda se trata de un un escenario similar a la jornada del domingo pasado en España: un giro hacia la ultraderecha que, en el caso de Estados Unidos, se traduciría en dar el voto a los republicanos, bajo la promesa de que esta organización pueda hacer frente a la crisis económica.
"Cualquiera de las dos opciones son iguales porque las políticas son muy parecidas. Hay pocas diferencias entre estos partidos", agregó en declaraciones a la Agencia Venezolana de Noticias.
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