.En Declaración Pública de ANEXPP CHILE - Histórica
Frente a la iniciativa del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de homenajear a alguna personalidad chilena con un Premio Nacional de los Derechos Humanos, los ex Prisioneros Políticos de Chile declaramos:
Nos parece impresentable que un organismo, como el INDH, que ha probado su incapacidad para defender y promover los Derechos Humanos en el país de hoy, se sienta con la autoridad moral para indicar quién o quiénes merecen un reconocimiento en esta materia. No podemos dejar de mencionar que este Instituto felicitó el trabajo de la Comisión Valech II, que dejó sin reconocimiento a más de 20 mil víctimas de tortura y prisión política, y aún no se pronuncia por un mecanismo efectivo para restituir la justicia y otorgar la reparación que les corresponde.
Un premio por la defensa y promoción de los DD HH hoy en Chile no tiene cabida, aún cuando fuese otorgado por entidades con tradición histórica y compromiso constantes con ellos, en atención a la realidad deplorable que vive nuestro país en todo lo referente a derechos esenciales del ser humano.
Cuando en Chile la policía es capaz de asesinar impunemente y por la espalda a comuneros Mapuche o a jóvenes inocentes como Miguel Gutiérrez, o las autoridades niegan el derecho a la libre expresión de los ciudadanos, o ningún organismo de la sociedad civil se ocupa de perseguir responsabilidades por los vejámenes sexuales a que son sometidas las estudiantes detenidas por Carabineros o por la violencia con que son tratados nuestros niños bajo órdenes de alcaldes fascistas, estamos, sin lugar a dudas, en presencia de flagrantes violaciones a los Derechos Humanos de primera generación o Civiles y Políticos. Es una vergüenza nacional la actitud de pasividad y de contemplación de toda nuestra sociedad, incluidos los órganos oficiales de defensa de los DDHH.
Cuando en nuestro país los trabajadores padecen la lacra del trabajo informal, la subcontratación, un alto índice de cesantía, sueldos insuficientes para subsistir y una ley laboral que atomiza la organización mediante la fraudulenta “libertad de sindicalización”. Cuando la educación y la salud de calidad sólo están disponibles para los que pueden pagar y muchos se enriquecen con ello, se violan impúdicamente los derechos de segunda generación o Económicos y Sociales.
Cuando los niños de la escuela La Greda en Puchuncaví sufren la tercera intoxicación respiratoria por azufre en lo que va del año y la lluvia ácida afecta a buena parte de la población de Rancagua; cuando somos testigos de la contaminación de las aguas de la ciudad de Arica; cuando la minera Los Pelambres – de los Luksic – sigue contaminando las aguas y el suelo de Salamanca; cuando vemos la depredación del bosque nativo y la destrucción de los equilibrios ecológicos por los cultivos de salmón; cuando en el Congreso se levantan propuestas de pagar más de 240 veces el valor original de la mina La Disputada de Las Condes a la Anglo American, endeudando al Estado y pretextando una supuesta nacionalización de algo que ya es nuestro según la Constitución, estamos siendo testigos de violaciones actuales y presentes de los derechos de tercera generación o Colectivos y de los Pueblos.
En consecuencia, tanto por acción como por omisión, la superestructura social y política chilena en su conjunto es responsable de graves violaciones a los Derechos Humanos consagrados en instrumentos internacionales, desde la Carta Universal de 1948 hasta las últimas convenciones firmadas y ratificadas por Chile.
Llamamos a los consejeros del INDH, en particular a los representantes de las organizaciones sociales, que se pronuncien por declarar desierto este concurso, ahorrándole al país los 17 millones del premio y las 20 Unidades Tributarias de la pensión mensual vitalicia ofrecida al ganador.
Manifestamos que la lucha por la defensa y promoción de los Derechos Humanos en nuestro país hoy día está siendo conducida por el propio movimiento social. La CONFECH y demás organizaciones sociales que se movilizan por una educación laica, gratuita y de calidad están mostrando, de modo real, cómo se logra avanzar en la verdadera democratización de nuestro país, proceso iniciado en la lucha contra la dictadura y que fue castrado durante 20 años por los compromisos espurios de la clase política, a la cabeza de los cuales estuvo la fenecida Concertación.
Para evitar esta usurpación de roles en un tema tan sensible para la sociedad, reiteramos nuestra invitación a las organizaciones como la AFDD, AFEP y otras también hermanas, a coordinarnos para generar un referente con legitimidad, reconocimiento internacional y que realmente pueda defender y promover los Derechos Humanos en beneficio de las grandes mayorías del país.
AGRUPACIÓN NACIONAL DE EXPP CHILE HISTÓRICA
DIRECCIÓN NACIONAL
Santiago, 27 de noviembre de 2011
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