lunes, 1 de septiembre de 2014

Gabriel y la deuda eterna - Mario Alarcón Muñiz

Gabriel tiene 13 años y es el mayor de cuatro hermanos (dos nenas, dos varones), huérfanos de padre.
Vive con su madre, viuda desde hace un año, desocupada, sin pensión ni plan alguno. "Viven" es una forma de decir. Subsisten como pueden. O según los ayuden los parientes o los vecinos, tan pobres como ellos.

Se dirá que “hay planes”. Y es cierto. Hace 30 años estaban las cajas PAN, de Alfonsín. Después apareció el Bono Solidario, de Menem. Más tarde el plan Trabajar. Luego la Asignación Universal por Hijo (AUH) ideada por la CTA de De Genaro, impulsada por el ARI de Carrió, apropiada -en buena hora- por Cristina. Hoy tenemos planes aquí y allá. Para familias, madres, embarazadas, jóvenes. Alivian ciertas urgencias. No estoy seguro de que aporten soluciones definitivas. El problema de fondo persiste. En 30 años, sumado el tiempo negro de la dictadura, hay tantos pobres como entonces. 
Gurises pobres que se prenden a los camiones recolectores de basura para rescatar algo de lo que se dice en ,los discursos. “Ahí van, colgados de los camiones buscan comida y juguetes”, describió un veterano recolector de residuos. Y así ocurrió lo que no fue tragedia por milagro.

Un mundo de desperdicios

Desde poco tiempo atrás la municipalidad de Paraná cuenta con modernos camiones recolectores-compactadores de residuos. Es un adelanto. Juntan y compactan. Aprietan. Uno de esos camiones, el jueves pasado a las11 de la manana, lo apretó a Gabriel que iba colgado de la caja, como lo hacía habitualmente, para rescatar algo de comida.
Cada tanto algo se incendia en el Volcadero. El humo cubre el barrio y buena parte de la ciudad. Las autoridades municipales -de todos los tiempos- han sido incapaces de encaminar la cuestión, hasta que una "solución histórica"- así lo dijo- ideó en febrero de 2013 el gobernador Urribarri. Y ordenó tapar con tierra el Volcadero. 2 500 viajes hicieron los camiones hasta cubrir todo el enorme basural. Asunto concluido. Por unos días. La basura siguió depositandose encima del manto de tierra. Al poco tiempo reapareció el problema.

Gabriel y la deuda

Debo retornar a Gabriel. Quedó atrapado. Los bomberos demoraron dos horas en desarmar el mecanismo y aliviar la situación hasta que el pequeño fue retirado del lugar y hospitalizado. Una pierna fracturada de tibia y peroné por acción del mecanismo compactador, fue en definitiva el penoso resultado de ese angustioso momento. El chico está enyesado, pero en buen estado de salud.
Más de uno ha de creer que el asunto terminó y a otra cosa. No es así. En lo
inmediato se hablará del destino de la basura. Algunos municipios entrerrianos han solucionado la cuestión. Otros la están encaminando. La capital sigue en veremos. Se anunció hace algunos años un Programa Integral de Residuos Sólidos Urbanos, pero todo está igual que hace medio siglo 
(¿o un siglo?). El Foro Ecologista exigió en 2008 el cumplimiento del programa e inició una causa ante el Juzgado Civil y Comercial. La cuestión despertó recién esta semana, a partir del padecimiento del pequeño Gabriel. El juzgado concedió el viernes a la autoridad municipal un plazo de 90 días para poner en marcha el programa.
Lo que no se va a solucionar en 90 días es el hambre de la gente. Gabriel, colgado del camión y otros gurises como él buscando comida y juguetes entre los desperdicios de la ciudad, configuran un retrato patetico de nuestra realidad. Este gobierno lleva once años. No puede alegar que "no sabía".
O que "no tuo tiempo". La democracia (22 años peronistas, 6 años radicales, 2 años aliancistas) sigue en deuda interna. Ni hablar de la dictadura que nos dejó desnudos y derrotados. Es hora de comenzar a pagar. A la deuda eterna

*Escritor - Periodista - Conductor del programa La Calandria, que se emite por la radio de la UNER todos los días a las 19. Esta columna fue publicada en El Entre Ríos el 31 de agosto de 2014
Fuente Debate plural

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