El modelo fallido‏

por Jorge Capelán

Un periodista sionista y una "embedded journalist" del Consejo para las Relaciones Exteriores del Imperio hace poco entrevistaron al Comandante Fidel Castro que está tratando de para una guerra nuclear.

A una pregunta poco inteligente de los entrevistadores sobre "la exportación del modelo cubano", el Comandante no pudo evitar ir contra su naturaleza y soltó una de sus carácterísticas respuestas inteligentes. "El 'modelo cubano' no sirve ni siquiera para Cuba", dijo.
Como los referentes del imperio no son la inteligencia, sino la barbarie más abyecta, al otro día no se hicieron esperar las infinitas variaciones, amplificadas y repetidas hasta la saciedad, sobre el tema "el socialismo cubano no sirve", ahora reforzadas con el argumento de que "el propio Castro lo reconoce".

Lo que Goldberg, Julia Zweig, la CNN, la BBC, la AP, la AFP, etcétera conocen es que hay una definición, del propio Fidel, de amplia circulación en Cuba que cualquier niño o niña en edad escolar podría explicar con asombrosa desenvoltura:

"Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo."

¿Dónde está el supuesto modelo? ¿Dice algo esa definición de la tarjeta, de barberías estatales, de cooperativas, de mercados campesinos o de cualquier otra institución creada desde 1959 por la Revolución Cubana como algo eterno e inamovible?

Dicen que el Rey Midas convertía en metal precioso todo lo que tocaba. El imperio, adorador de la plata y de un capitalismo ya decrépito, convierte todo lo que toca en... otra cosa.