Honduras: Consulta Popular - Pedro Serrano García

Considero un buen servicio al país, la consulta científica y popular que hace poco tiempo ha realizado el Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP), de la UCA de El Salvador, en colaboración con el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC), de Honduras.

Entre otros temas, destacan: la economía en crisis, la pobreza aumenta, el trabajo escasea, los precios suben, los salarios de miseria, la inseguridad crece, la violencia es terrorífica, el crimen organizado y el narcotráfico actúan impunemente, los partidos nacionalista y liberal desprestigiados, las promesas electorales sin cumplir, la corrupción está en auge, los grupos oligárquicos se imponen a los tres poderes del Estado.


En Honduras alcanza prioridad el bien privado sobre el bien común, los privilegios de la minoría sobre los derechos humanos de la mayoría. Por todo ello, la gestión del presidente Porfirio Lobo no alcanza el aprobado. Los tres poderes del Estado, los partidos políticos y los empresarios son los que menos confianza suscitan entre la población. Por el contrario, obtienen mejor valoración, la Iglesia, los medios de comunicación y las alcaldías, sin que ello quiera decir que confíen plenamente en estas instituciones.

Lo que más preocupa a la ciudadanía es la delincuencia, la economía, la pobreza y el desempleo. Asimismo, más del 40% está a favor del Diálogo Nacional, la Asamblea Nacional Constituyente y la Refundación del Estado.

Conflicto político

Sorprende que el golpe de Estado a Mel Zelaya, fuese bajo la acusación, entre otras cosas, de que ambicionaba reelegirse (aunque no fuera cierto). Sin embargo, ahora, el gobierno y el congreso están por la reforma de los artículos 5 y 213, pretende un plebiscito para la reelección presidencial. A su vez, los gobernantes y los congresistas desean crear varias ciudades modelo que impulsen el desarrollo del país. Claro, todo ello con la pretensión de beneficiar más a la clase dominante y oligárquica.

Es natural que el FNRP que aparentemente está a favor de cosas parecidas o complementarias: Asamblea Nacional Constituyente y Reforma de la Constitución, no esté de acuerdo con el Gobierno ni con el Congreso. El motivo es claro: se trata de beneficiar a las mayorías empobrecidas y limitar la ambición de la oligarquía y multinacionales.

Diversidad en el FNRP

De vez en cuando aparecen en los medios de comunicación, algunas críticas que se refieren a la aparente división existente en el Frente, pues mientras unos desean que Zelaya lo presida, los hay que prefieren que sea otro líder el presidente del FNRP.

Estimo que actualmente en el Frente hay una unidad en la diversidad, y ninguna división. El frente se compone de algún partido político, los liberales de Zelaya, los sindicatos, las organizaciones feministas, pacifistas, campesinas, ciudadanas, culturales, de estudiantes, de derechos humanos; católicas y evangélicas, educativas, de la salud y de desarrollo humano; no faltan intelectuales, catedráticos universitarios, escritores, periodistas y otras personas y grupos más. Eso gran pluralidad da al Frente una gran riqueza humana, social y política. Además, hasta ahora, dada la democracia participativa que se impulsa en el FNRP, es natural que haya diversidad de opiniones, que no quiere decir ni enfrentamientos ni divisiones. Se acepta los acuerdos mayoritarios, aunque no todos piensen lo mismo. Eso acurre también con la presidencia del FNRP.

El Frente, como organización dinámica, tiene que ir resolviendo una diversidad de problemas. Uno de ellos, es si ha de ser partido político, movimiento popular que contenga en su seno algún partido electoral como ahora, o solamente el Frente del pueblo anticapitalista con pretensiones de una nueva sociedad solidaria. Asimismo, dada la naturaleza humana contradictoria, como en todas las organizaciones políticas, económicas, sociales o religiosas, no cabe duda que hay en el Frente imperfecciones que hay que ir superando.

Por otra parte, se habla de las dudas del pueblo en política. La mayoría popular, dicen, no simpatizan ni con Lobo ni con Zelaya; tampoco manifiestan preferencia por los partidos Nacionalista o Liberal, incluso ni por el Frente. Puede que la desinformación y la manipulación de los medios favorables a la oligarquía y sus poderes políticos, mantengan a la generalidad del pueblo desinformado. Pero en la medida que los sectores populares van conociendo al Frente y sus pretensiones de justicia social y mejorara de la calidad de vida de las mayorías oprimidas, evidentemente que estarán los ciudadanos y campesinos con el FNRP, antes que con partidos, gobernantes, congresistas, jueces, empresarios y oligarcas corruptos.

Así como el sol del amanecer disipa las tinieblas de la noche, colaboremos todos para que la luz espléndida de la justicia disuelva la tenebrosa oscuridad de la explotación.