Activistas de Derechos Humanos chilenos demandaron este martes la renuncia del Jefe del Estado Mayor del Ejército, general Guillermo Castro Muñoz, quien está presuntamente vinculado con asesinato de 22 campesinos en 1973 durante la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990)
El general Guillermo Castro Muñoz reconoció en una declaración judicial que en su época de subteniente fue agente de la Central Nacional de Informaciones (CNI), organismo represor de la dictadura.
“Que Guillermo Castro no haya sido procesado, no significa que es inocente”, afirmó este martes la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro.
"No sé si, por ejemplo, en Alemania, después del nazismo, algún oficial de la SS, puede llegar a ser el segundo a bordo del ejército alemán, eso es impensable”, agregó.
La abogada Pamela Pereira, hija de uno de los campesinos ejecutados, dijo que “para la mirada del juez, no está absolutamente probada su participación en los hechos, pero hay antecedentes de que efectivamente acompañó al coronel (Andrés) Magaña y hay antecedentes de un partícipe de los hechos que dice que el general Castro estaba ahí”. En ese entonces, Castro era subteniente del Ejército.
Varios diputados y senadores de la oposición de centroizquierda o Concertación, que gobernó entre 1990 y 2010, demandaron la renuncia de Castro Muñoz.
Hasta el momento las investigaciones revelan que los 22 campesinos fueron desenterrados y lanzados al mar para tratar de ocultar el delito. Hasta ahora sólo se encontraron 295 restos de huesos de los asesinados, en noviembre del 2007.
Reacción oficial
El ministro del Interior chileno, Rodrigo Hinzpeter, recordó que Castro Muñoz ascendió a General durante los gobiernos de centroizquierda de los presidentes Ricardo Lagos (2000-2006) y Michelle Bachelet (2006-2010), y no durante el régimen derechista de Sebastián Piñera.
Por su parte, El Ministerio de Defensa chileno despidió este lunes a tres oficiales retirados que asesoraban a la Subsecretaria de Defensa, y que fueron agentes de la policía secreta de Pinochet, responsable de las peores violaciones a los derechos humanos de un régimen que dejó más de 3 mil opositores muertos y mil 200 desaparecidos.
No obstante, el presidente Sebatián Piñera ha sostenido posturas ambiguas ante los crímenes cometidos por colaboradores del pinochetismo.
En enero de 2010, cuando era candidato presidencial, afirmó que “la verdad es que el hecho de haber trabajado para un gobierno, incluyendo el gobierno militar no es pecado, ni es delito” y agregó que cuando ocupara la presidencia contrataría a excolaboradores de la dictadura de Augusto Pinochet.
“El gobierno militar terminó hace 20 años, es historia, es pasado, nuestro gobierno va a ser un gobierno de futuro”, aunque no descartó “algunas canas” entre sus colaboradores, afirmó Piñera en esa ocasión. Telesur
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