Uruguay: Paro en industria molinera: el gremio autorizó a obreros del Molino Antonaccio Caorsi a trabajar

La industria molinera comenzó este jueves último una paralización general en 12 plantas en todo el país, a partir de lo que el gremio considera son “varias negociaciones trancadas en el Ministerio de Trabajo principalmente por el salario”.

Molino Caorsi en plena tarea (archivo 10/2010)

Dino Capelli

Los trabajadores de los molinos del Uruguay no llegan a la plataforma de aumento de un 8% anual y, si bien alcanzan un 5% en dos años y medio, aducen que “se pretende imponer una cláusula de paz en donde no podemos realizar paros por ese tiempo y las empresas si se pueden descolgar”, dijo Nelson Mas, del sindicato de obreros del Molino Florida, a este medio.

Mientras tanto en la ciudad de Durazno la paralización aparece como un esquema alejado de la realidad, producto de que los propios funcionarios del Molino Antonaccio Caorsi (ubicado en la calle Penza 533) mantuvieron un diálogo con el gremio y solicitaron una autorización para continuar desempeñando tareas, atendiendo a la escasa producción con que se opera por estos días. “Y la autorización llegó, entonces están trabajando sin problemas”, indicó el propio Antonaccio a EL ACONTECER, consultado sobre la posibilidad de afectación de la medida al trabajo de la industria duraznense.
Preocupación nacional
La situación es bastante preocupante en Montevideo donde hay dos molinos ocupados -Cañuelas y Río Uruguay– y hay más de 1500 trabajadores con la industria molinera paralizada. En Florida, también el molino Cocomen (Mendoza Chico) envío 14 de sus 24 trabajadores al seguro de desempleo.
Sin ir más lejos, en San José los trabajadores sindicalizados de Molinos San José cumplen jornadas de paro que se extienden por 24 horas, aunque podrían llegar a ser por tiempo indeterminado, según lo indicado por el vicepresidente del gremio, Danilo Yanes.
La medida fue adoptada ante la falta de avances en las negociaciones entre la FOEMYA y las patronales en el Consejo de Salarios del sector, y el retardo del gobierno en la presentación de una propuesta alternativa que prometió hace ya varios días.
Los trabajadores evalúan la situación diariamente a los efectos de definir si el paro continúa o, por el contrario, se deja sin efecto. Mientras esto sucede, los productores se quejan porque ya perdieron varios días de cosecha.
Según las crónicas de los medios capitalinos, en las afueras de las plantas arroceras de todo el país hay una postal que se repite: ollas populares y trabajadores embanderados que aguardan la orden para ocupar los molinos y dar un paso más en un conflicto que se inició hace unos días por mejoras salariales y otros beneficios, y que ha determinado la paralización de la cosecha de arroz.
En Durazno, licencias y seguros
Un asunto peligroso para la producción nacional, al punto que la Gremial de Molinos Arroceros ya advirtió que si las medidas se mantienen tal como hasta ahora, el 80% de la cosecha de arroz que aún resta levantar corre peligro.
Mientras tanto en el Molino Antonaccio Caorsi, según el propio Antonaccio, “son 24 obreros en planilla, referente a la parte que se dedica a la industrialización. Lo que es el molino realmente, lo que es destinado a molienda de trigo y producción de harina, hay unas 25 personas trabajando, de las cuales 16 forman parte del gremio”.
Agregó en diálogo con este medio que actualmente “hay baja actividad, por ello tenemos un seguro de paro rotativo que afecta a 5, 6 personas, el cual se estableció de común acuerdo entre la patronal y los funcionarios. Esto obedece a que no hay mucho trabajo, y le sumamos que hay todo un turno con licencia. Ese turno no trabaja durante estos días, entonces los restantes trabajadores solicitaron la anuencia del gremio para poder trabajar durante esta coyuntura, y fueron autorizados”.

Fuente: El Acontecer-Durazno