El pueblo festejó, y poco le duró |
Ganar la Copa América y encima por 15ª vez tiene contraindicaciones.-
Más allá de la alegría popular y motivo de festejo, le viene de perillas al sistema para canalizar el sentimiento patriótico del pueblo hacia un motivo intrascendente que no va a incidir en la realidad y no encierra ningún peligro. Es otro excelente mecanismo de alienación que sirve para distraer la atención popular de los verdaderos problemas que aquejan al pueblo permanentemente, todos los días, entre campeonato y campeonato. No es casualidad que el gobierno está presente y participativo, conciente que el circo sirve para ahorrarse el pan.-
Claro que sirve para aumentar la auto-estima, pero encierra el peligro de confundir la primacía en un deporte no desprovisto de azar, con una superioridad basada en realizaciones encuadrada en parámetros más meritorios.-
Otra contraindicación grave y peligrosa es aparentar una igualdad que se termina cuando cada uno vuelve a su casa: el magnate terrateniente poderoso e intocable a su mansión en Carrasco , y el plancha a su tugurio en el asentamiento.-
Antes - en la calle - todos juntos agitando la bandera nacional y enronqueciendo de gritar por Uruguay y la celeste. Conmovente.
Encuentro cierta similitud con el carnaval electoral, más peligroso aún, porque es la instrumentación mediática de la estafa quinquenal que se avecina contra el pueblo desposeído, excluído y esperanzado.-
MAU-MAU
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