Entre Carlos de Inglaterra, adúltero con Camila Parker, y Bill Clinton, adúltero con Mónica Lewinsky, colocaron al Borbón en el cartel publicitario de una agencia de infidelidades que se dedica a contactar personas casadas para que les pongan los tarros a sus consortes.
El historial en ese sentido de Bill y Carlitos es público, pero en España la prensa nunca nos ha contado las causas de los viajes sorpresas, no oficiales, que Juanito hacía, de vez en cuando al extranjero. Ahora apenas viaja: el hombre sólo está para sopitas y buen caldo.
Pese a todo, para mucha gente resulta increíble que los medios del régimen afirmen, a estas alturas, que no saben qué pintaba Juanito en esa publicidad. Y digo pintaba porque el cartel, ubicado en la Gran Vía madrileña, ha sido retirado.
El Borbón es un gran Rey, buen padre, estupendo abuelo y mejor esposo por la gracia de Dios, faltaría más. Culto a la personalidad desde arriba, le llaman a eso.
Publicado por JM Álvarez
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