lunes, 4 de julio de 2011

A pocas horas del Bicentenario el pueblo canta con Julián Conrado y Joaquín: ¡Vuelve Bolívar! ¡Bolívar vuelve a pelear! - Sergio Gil

Arribamos a la conmemoración de los doscientos años de la Declaración de la independencia de nuestra patria. Esta fecha como todas las fechas insignes de emancipación están llenas de gloria, patriotismo y banderas enarboladas de libertad que expresan el inicio al difícil y complejo proceso de construcción de la República, asentando la huella imborrable de aquel Congreso General que sentencio la independencia absoluta de la monarquía española.
Elogia al coraje de los batallones de hombres y mujeres que sin más, que el amor, la valentía, el ímpetu y el valor combativo de todos sus esfuerzos impulsado por la fuerza consciente de alcanzar la dignidad de nuestro pueblo bajo el liderazgo del Libertador no estimaron el menor delirio alzado de lanzas y espadas puesto en sus vidas por la victoria contra el yugo español en defensa de la libertad de la primigenia Colombia (Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú), de la Patria Grande, de Nuestramérica.
Apelamos al heroísmo que al igual que ayer nos exige el momento histórico que vivimos hoy cuando el imperio español, se traduce en las potencias capitalistas imperialistas (Unión Europea) aliadas del más tenaz manipulador, mercenario, injerencista y guerrerista imperio que hasta ahora se conozca en la historia de la humanidad como lo es el imperialismo norteamericano.

El sueño de Bolívar, Latinoamérica y el Caribe unidas formando la Patria Grande, proyecto que recobra y adelantan las esperanzas del proceso bolivariano que lideriza el presidente comandante Chávez dependen de la definición del poder constituyente, del despertar de la conciencia colectiva del pueblo venezolano y de los pueblos que contribuyan a la concreción de la definitiva liberación nacional y la construcción del epónimo socialismo bolivariano.
Lucha de Clases vs Estado
Si es revolución. Ineludiblemente pasa por la confrontación de las clases en pugna, lucha descarnada que no descansa que no ha terminado, si acaso apenas se ha iniciado en lo que va de proclama de independencia en 1811 y que llevamos por ahora recorrido y lo que falta por recorrer, de combate de un imperio a otro con nuevas formas y métodos colonialistas sea español, inglés, europeo ahora directamente dirigido desde el departamento de Estado norteamericano; cuando se plantea la ruptura del capital transnacional, nacional y de la superestructura de Estado heredado por un orden social establecido, y estructuras de poder y control material que inciden en el límite de la vida social, en la marginación de la sociedad que nos separa una clase de otra. Sistemas de alienación y de dominación que obedecen a la lógica del sistema capitalista (burocratismo, reformismo, ineficiencia, asistencialismo, nepotismo, oportunismo, manipulación, sectarismo, pragmatismo, corrupción, coacción, discriminación, censura, violación de los derechos humanos, de género, de tratados internacionales, entre otros) que reproduce naturalmente los aparatos y mecanismos coercitivos de este Estado que no ha terminado de morir son una tarea que nos demanda la revolución bolivariana, que nos exige nuestro pueblo.

El debate revolucionario vs reformismo
La amplia discusión, el debate constructivo, la autocritica y la crítica interna, la reflexión teórica en coherencia con la praxis transformadora de la realidad no son preceptos para quedarse suscrito en el papel y la palabra sin compromiso de lo que pretende y es hacer revolución. Tener claro el propósito sobre la creación de un “nuevo Estado”, de una nueva estructura de organización política, un instrumento político, “el partido”, la unidad de la izquierda, de los movimientos y de las fuerzas revolucionarias del pueblo, la apuesta a cerca de la transformación de las relaciones sociales de producción, a la máxima que impulsa un nuevo modo de producción, son procesos insoslayables de profundo estudio, análisis y consideraciones que no se están gestando. No puede ser un comodín solo para el inmediatismo que nos adversa en cada momento entre coyuntura y coyuntura. No puede venderse la idea de que el Estado salva al pueblo o que desde el Estado se hace la revolución. Nos hace tanto daño ese mimetismo absurdo, acrítico, sin trascendencia en el desarrollo político, social y cultural en las masas del pueblo, ese espontaneísmo inconsciente por salirle al paso a los contenidos de las actividades, ese seguir repitiendo consignas vacías, ese ejercicio de órdenes sin fundamento, sin asidero en la transformación de la práctica consciente del ser humano y de la realidad social. La propaganda anticomunista en el seno del proceso bolivariano es otra de las enfermedades que se ha venido prolongando en la formación ideológica de la militancia revolucionaria partidista (psuv) y no partidista sirviéndose de respaldo al histórico bombardeo mediático de la contrarevolución, reproduciendo la satanización del comunismo, desvinculando la filosofía de la praxis revolucionaria de sus estadios sociales tratando de apartar al socialismo del comunismo como si no fuesen parte de la misma lucha revolucionaria en el que nos hayamos todas y todos los revolucionarios desde las diferentes cosmovisiones de mundo en el combate contra el capital y el imperialismo.
El liderazgo del presidente comandante Chávez

Las fechas del Caracazo del 27F de 1989, y las de 4F, 27N de 1992 catapultaron el salto histórico del pueblo rebelde contra las reminiscencias del puntofijismo liberal y del neoliberalismo que reventaron en los gloriosos estallidos revolucionarios de ese ejercito bolivariano en armas por la dignidad de nuestro pueblo liderizado por la figura de Hugo Chávez quien salió de frente al pueblo a encorvarse la justa libertadora del padre de la patria en la continuación de la definitiva liberación nacional de nuestro pueblo. Desde ese instante de la historia resurgió el temple de las masas de un pueblo que se identifico con el carácter liberador de ruptura contra el sistema capitalista alzado en el ideario bolivariano simbolizado en la postura ideológica del comandante Chávez. Esa relación Chávez – Pueblo, fundado en la categoría llamada (chavismo), se puede leer en la recepción espiritual, sensible, subjetiva, objetiva y amorosa que se ha ido tejiendo de forma directa en la sentida interrelación esperanzadora que abrazan las ilusiones de ese pueblo explotado expresado en la humanidad del hombre que ha atendido y hecho suyo el dolor del pueblo quien cree en una patria con justicia social e igualdad de oportunidades.
Ahora bien, el liderazgo de Chávez es incuestionable y se comprueba porque representa la unidad de las fuerzas revolucionarias nacionales e internacionales que convergen en la lucha por la construcción de una nueva sociedad, la sociedad socialista. Si existe un cuestionamiento, esta en la forma y la predisposición de como el ejecutivo nacional reproduce la figura del “líder mesiánico”, el con “Chávez todo sin Chávez nada” por encima del poder popular como fuerza creadora y transformadora del mismo pueblo. Cuando el propio Chávez ha llamado la atención de que no puede hacerse de: ministro, gobernador, alcalde, diputado y de miembro del consejo comunal para atender a las soluciones que exige cada realidad particular. Cabe la necesaria reflexión de traspasar esos límites de simbología de “Dios” en la figura del líder político Chávez porque acortan y distancian los procesos de construcción de liberación y formación de la conciencia del pueblo trabajador de su propio destino.
La solidaridad, el internacionaliismo y la revolución bolivariana
La revolución bolivariana sigue siendo faro de esperanzas de los pueblos del mundo. En la que se erige una necesaria estratégica batalla internacional frente al decadente mundo unipolar ensañado por el imperialismo. De tal manera que constituye una política fundamental del proceso bolivariano, el impulso que ha venido alcanzando cada vez mas en la perspectiva de la unidad continental (latino-caribeña) comprendida en el mundo multipolar de alianzas, acuerdos, cooperación y convenios internacionales con pueblos del mundo. Expresado en la CELAC, el ALBA, Cooperación SUR-SUR entre otros, que arman la construcción de un nuevo mapa en la política internacional para nuestros pueblos latinoamericanos y del Caribe, bitácora que va señalando la conformación de innovadores mecanismos solidarios de respeto, apoyo, resguardo y seguridad integral hacia la libre autodeterminación de nuestros pueblos hermanos latinoamericanos que buscan fortalecer las economías y el potencial crecimiento de nuestras fuerzas productivas, y defensa de nuestros codiciados recursos naturales no renovales, energéticos y rica biodiversidad.
Este proceso de intercaladas líneas geoestratégicas internacionales y replanteamientos geopolíticos ante el permanente ataque desestabilizador injerencista – guerrerista por parte del Departamento de Estado norteamericano en la región, organizados y ejecutados por sus deslegitimados y decrépitos órganos de actuación internacional (OEA, ONU, OTAN). Sistemáticamente emprenden planes anexionistas (Plan Colombia) apoyados por los gobiernos cipayos como el de Santos del que se pretende desligar de la herencia sangrienta de Uribe en Colombia encubiertos por la diplomacia goda manipuladora y negociadora de los elementales intereses y principios fundamentales del internacionalismo, política diseñada en los cenáculos de la burguesía apátrida entreguista, mafiosa, narco paramilitar, genocida y contrarevolucionaria que se impone como brazo ejecutor en Nuestramérica para frenar a como de lugar cualquier intento y desarrollo de unidad revolucionaria entre nuestros pueblos hermanos de Latinoamérica y el Caribe.
Ante los últimos acontecimientos de entrega a los compañeros Joaquín Becerra, periodista y ahora del cantor revolucionario Julián Conrado por el gobierno bolivariano, salta la eminente preocupación y critica que ha repercutido en el movimiento revolucionario mundial de advertencia a la que nos unimos en reclamo dirigido al comandante Chávez en sentida reflexión sobre esas actuaciones contradictorias de violación a los principios inquebrantables en la práctica revolucionaria como lo es el internacionalismo proletario y la fraterna solidaridad revolucionaria de las que no se colocan por nada, ni por ninguna negociación cual sea, por debajo del cristal que expresa la lucha irreconciliable y antagónica contra la que se jura vencer por la patria frente al enemigo de clase que representa el capitalismo y el imperialismo.
La revolución bolivariana al arribo del Bicentenario estará cantando como siempre las canciones de Alí Primera, del cantor del pueblo quien es también nuestro hermano combatiente Julián Conrado junto al coraje y el orgullo llevando la verdad que relata Joaquín en la realidad que combate la vigencia revolucionaria de todas las formas de lucha del pueblo en armas decidido a desatarse de las cadenas ignominiosas del putrefacto Estado colombiano y el imperialismo por su dignidad y el derecho a la vida con justicia social, libre de explotación y opresión.
Fuente: abpn-noticias















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