viernes, 2 de septiembre de 2011

Colombia: Por 100 mil pesos (56 usd) un hombre 'vendió' a un amigo para 'falso positivo'

Esa es la política de Uribe&Santos.

Y esa es una de las razones por lo cual Uribe viaja cada mes a Honduras, imponiendo la guerra sucia, asesinando la oposición popular.
Según un comunicado de prensa de FIAN-Honduras, el joven campesino Olvin David González Godoy, de 24 años, miembro de MUCA. "fue asesinado hoy en la madrugada. Era miembro de la Cooperativa 21 de Julio, afiliada al MUCA MI. Sus compañeros lo recogieron ya sin vida en el desvío que conduce a la cooperativa Marañones, aproximadamente a las 5:00 a.m.".
Esta mañana reportó Wilfredo Paz de Tocoa en Radio Globo, que los operativos y retenes del ejército y la policía preventiva, "habían sido retirados anoche" y que esta mañana, cuando fue ultimado el campesino, que dejó mujer y un bebé de ocho meses, pues se movieron los asesinos como Pedro por su casa, asesinando el campesino
Esa es la modalidad colombiana. Hay decenas de miles de casos similares de la tierra colombiana en donde las fuerzas militares se han retirado del lugar, han ido al cuartel o han ido al "otro extremo de la región" y han dejado el espacio libre a la "Sexta División", como bautizaba Human Rights Watch el paramilitarismo en Colombia en uno de sus informes anuales. Las Fuerzas Militares tienen cinco divisiones. Las AUC, los paramilitares, actuaban(an) como la "Sexta".
No es nada extraño, que mientras aumenta la militarización de los mil hombres del ejército y la policía en el Bajo Aguán, aumenta la cantidad de víctimas. Es a penas lógico por el carácter político-militar de la situación que reina actualmente en Honduras.

Y por cada visita hecha por Uribe a Honduras, aumenta la cantidad de victimas de la guerra sucia, sobre todo donde el campesinado organizado no se ha rendido. Como el Margen de Izquierda del Bajo Aguán.
Dick E.
Tegus
********************************
http://www.eltiempo.com/justicia/hombre-que-vendio-un-amigo-suyo-para-que-fuera-presentado-como-falso-positivo_10277386-4
Engañó a uno de sus amigos para que fuera asesinado y presentado como muerto en combate.

Eso es lo que dice la sentencia del Juez Segundo Penal de Cúcuta, que
condenó a Pedro Antonio Gámez a 40 años de prisión por los delitos de homicidio agravado, desaparición forzada y concierto para delinquir.
Se trata de uno de los reclutadores del caso de los 'falsos positivos' de Soacha.
Según el expediente, Gámez Díaz se reunía constantemente con Camilo Andrés Valencia, un muchacho que vivía en Soacha y que terminó muerto dos días después de aceptar la oferta de trabajo en Ocaña que le hizo su supuesto amigo.
En esos encuentros -que se hicieron en 'La tienda de Álex', donde fueron reclutados otros de los asesinados- Gámez y otros miembros de su organización conseguían información sobre potenciales víctimas, de acuerdo con el perfil que les pedían los militares de Santander y Norte de Santander que están señalados de participar en esos homicidios fuera de combate.
"Para llevar a la persona hasta el sitio en el que encontraría la muerte se aprovechaban de su necesidad económica, de la cual se enteraban gracias a la confianza depositada por la víctima. Esta circunstancia era usada para iniciar la selección y saber si resultaba dentro de los elegibles", dice el fallo.
En esas reuniones de amigos, Gámez Díaz convenció a Valencia para que se fueran a trabajar a una finca en el oriente del país.
El 5 de diciembre de 2007 la víctima salió de Bogotá junto a dos de los reclutadores. Dos días después el Batallón de Infantería número 15 lo reportó, sin nombre, dentro de las bajas en un supuesto enfrentamiento con la guerrilla. Cuando sus familiares fueron a averiguar a la tienda en la que se reunía el grupo, Gámez solo atinó a decir que el muchacho se había quedado trabajando.
"No les importaba que las víctimas fueran amigas suyas, lo que les interesaba era la consecución de dinero fácil. Por eso las convencían con promesas falsas para su traslado a Ocaña, sitio en donde les esperaba la muerte".
Ese argumento fue tenido en cuenta en la sentencia para agravar la conducta. Según la investigación de la Fiscalía, el reclutador 'vendió' a Valencia por apenas cien mil pesos.
La Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía presentó en el juicio el testimonio del cabo primero Norberto Alfonso Conrado, quien relató que el joven llegó con un soldado en una moto al sitio en el que se encontraba la tropa. Y agregó: "Al día siguiente el teniente Rios me ordena hacer un dispositivo (...) Yo me llevé a cinco o seis soldados y luego escuché los disparos (...) Me asomé y observé al sujeto que llevó el soldado Rios, ya estaba sin vida".
Según el uniformado, la víctima no estaba armada y los disparos del arma que le fue encontrada en el levantamiento del cuerpo se hicieron después de que lo mataron, para simular un combate.
"Existió en Soacha un grupo de sujetos encargados de conseguir personas con el fin de trasladarlos a la población de Ocaña, personas que luego aparecían sin vida en presuntos enfrentamientos con el Ejercito", señaló el juez en la segunda condena por los 'falsos positivos' de Soacha.
La primera fue contra ocho militares del Batallón Rafael Reyes, que fueron sentenciados a penas de entre 28 y 55 años de cárcel por la muerte de Andrés Pesca Olaya y Eduardo Garzón Páez en marzo del 2008 en la vereda Brasilia, en Cimitarra (Santander).
REDACCIÓN JUSTICIA



No hay comentarios:

Ir arriba

ir arriba
Powered By Blogger