domingo, 25 de septiembre de 2011

Comisión de la Verdad para Brasil

Desaparecidos Brasil
Cuando vi por primera vez “La Naranja Mecánica”, de Stanley Kubrik, en un cine en Brasil, años después de su estreno original, yo todavía era una quinceañera. Recuerdo lo divertido que era cuando unos círculos negros aparecían en la pantalla para ocultar actos sexuales y partes del cuerpo que no debíamos ver
Por Mariangela Guimaraes
Eso fue a fines de 1970 y Brasil se encontraba bajo una dictadura militar que hizo cosas mucho peores que censurar películas. Cada vez que menciono algo sobre esa época, como esa experiencia en el cine que surgió en una conversación el otro día con amigos holandeses, noto que mucha gente, incluso jóvenes brasileros, tienden a olvidar que el país fue alguna vez regido por un gobierno tan represivo.

La mayoría de la gente sabe de los horrores de la dictadura militar en otros países sudamericanos como Chile y Argentina, pero parece ser que saben menos sobre Brasil. Una de las razones para ello puede ser que, a diferencia de otros países, Brasil nunca ha examinado en profundidad su oscuro pasado reciente. Más aún, mucho de lo que ocurrió durante los años de dictadura entre 1964 y 1985 todavía sigue siendo cubierto por grandes círculos negros.
Comisión de la Verdad
Esta semana, el Congreso de Brasil aprobó la creación de la Comisión de la Verdad que investigará y -se espera- sacará a la luz las violaciones de derechos humanos cometidas por la dictadura militar. El proyecto todavía tiene que ser aprobado por el Senado y por la presidenta Dilma Rousseff, aunque esas instancias, al parecer, no serán más que una formalidad. Esto no significa, sin embargo, que la decisión esté libre de controversia. Para empezar, el texto ha sido modificado y la comisión, que estará compuesta por siete personas que deberán ser designadas por la presidenta Rousseff, no solamente investigará los años de dictadura sino un período más largo, entre 1946 y 1988.

La Comisión de la Verdad examinará casos de torturas, muertes, desapariciones y ocultación de cadáveres. También deberá identificar y dar a conocer las estructuras, lugares, instituciones y circunstancias relacionadas con la sistemática violación de derechos humanos.
Urgencia
El proyecto de la Comisión de la Verdad, que ha estado en la discusión por los últimos dos años, fue presentado al Congreso brasilero esta semana con carácter de urgencia, lo que significa que debe ser aprobado o rechazado sin cambios. Algunos dicen que la verdadera razón para la urgencia es la de evitar una vergüenza ante la comunidad internacional. Brasil tiene hasta diciembre de este año plazo para responder a la Corte Interamericana de Derechos humanos de la Organización de Estados Americanos, OEA, la que, en respuesta a una querella presentada por parientes de personas desaparecidas en la guerrilla de Araguaia, ordenó al país la investigación y castigo de todos aquellos culpables de crímenes contra la humanidad cometidos durante la dictadura.

Críticos también sostienen que la decisión de ampliar el período a investigar fue el resultado de la presión de los militares, como una forma de apartar la atención de los años de dictadura, que fue cuando se perpetró la mayor cantidad de atrocidades y aquellas que realmente importan. Con solo siete miembros y dos años para investigar un período de más de cuatro décadas, la Comisión posiblemente será incapaz de examinar todos los documentos y los hechos.
Ley de Amnistía
Otro problema es que Brasil tiene una ley de amnistía que data de 1979, la que, conforme a una decisión tomada el año pasado por la Corte Suprema Federal, no debe ser modificada. Dicho fallo echó por tierra cualquier expectativa de que la Comisión de la Verdad pueda también castigar a los responsables de las violaciones a los derechos humanos.
A fines de los años 70, la sociedad brasilera luchó por una amnistía “amplia, general y sin restricciones”, pensando en la libertad inmediata de todos los presos políticos y la posibilidad de retorno al país de todos los líderes y activistas que fueron forzados a salir al exilio por el régimen. El fin de la dictadura todavía no estaba a la vista, y lo que la mayoría de la gente no entendió es que esta ley también impedía que se castigara los crímenes cometidos por los militares. Una amnistía amplia, general y sin restricciones significaba una amnistía también para ellos.

Verdad histórica
Es decir, ahora, incluso si la Comisión para la Verdad resulta tener efectividad y es capaz de eliminar los círculos negros que todavía tapan algunos de los horribles crímenes cometidos en la reciente historia de Brasil, revelando lo que ocurrió con toda la gente que fue torturada, asesinada y desapareció durante ese período, cómo pasó y quién lo hizo, será un acto de identificación y denuncia. Eso es importante en lo que respecta al derecho a la memoria y a la verdad histórica, pero si no hay modificaciones a la ley de amnistía, al final, nadie será castigado, no importa cuán atroces hayan sido sus crímenes
Las cifras de la barbarie
.El número oficial de muertos durante la dictadura militar en Brasil es de 500 y 147 desaparecidos. De acuerdo con la organización Tortura Nunca Mais (http://www.torturanuncamais-rj.org.br/), 20.000 personas fueron torturadas durante ese período.

En países como Argentina, Chile y Perú, las comisiones de la verdad fueron el primer paso para un proceso de justicia que culminó en el castigo de los culpables.
Según la Ley Internacional, los crímenes contra la humanidad son inalienables, de modo que, incluso con la ley de amnistía brasilera, caen bajo la misma decisión pronunciada el año pasado por la Corte Interamericana de Derechos humanos de la Organización de Estados Americanos, OEA, si la jurisprudencia es aplicable a los países signatarios del sistema interamericano. Esto significa que existe todavía la posibilidad de que se haga justicia fuera de las fronteras de Brasil
Fuente: Radio Nederland


















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