martes, 13 de septiembre de 2011

El océano Glacial Ártico marca este verano un nuevo récord de descongelación

La capa de hielo que cubre el océano Glacial Ártico ha registrado este verano un nuevo y preocupante récord de descongelación hasta reducirse a una superficie de 4,24 millones de kilómetros cuadrados
Un portavoz del Instituto de Física Medioambiental de la Universidad de Bremen anunció hoy que con ello se ha superado la marca de 2007, año en el que la superficie helada había registrado las cotas mas bajas con 4,267 millones de kilómetros cuadrados.

"La superficie helada en verano se ha reducido desde 1972 en un 50 por ciento", destacó Georg Heygster, científico del citado instituto de la ciudad hanseática, que atribuyó la descongelación a los efectos del cambio climático.
Asimismo advirtió de que "los seres vivos que ocupan el ecosistema bajo la capa de hielo y que son el punto de partida de la cadena alimenticia también para nosotros, los humanos, tienen cada vez menos espacio vital".
Heygster explicó que la superficie helada del océano Glacial Ártico oscila normalmente entre los 15 millones de kilómetros cuadrados en marzo y los 5 millones en setiembre.
Tras explicar que el nuevo récord de descongelación de este verano supera en un 0,6 por ciento al de 2007, comentó que la reducción de la superficie helada podría incrementarse aún mas antes de acabar este mes.
El científico alemán confirmó también que este verano quedaron abiertos como consecuencia de la descongelación del Ártico tanto la ruta marítima noreste ante las costas septentrionales de Rusia como la noroeste que bordea Canadá, fenómeno que ya había ocurrido en 2008.
Finalmente, señaló que el retroceso de la superficie helada del Ártico ya no se puede explicar por la variabilidad natural que se produce de año en año, sino por el cambio climático, y advirtió de que la capa central de hielo pierde igualmente espesor.
.Hielo ártico descendió 50% desde 1972

Los efectos del cambio climático se agravan. La extensión de dicha área alcanzó un nuevo mínimo y afecta a los seres vivos.

El hielo del mar del Ártico alcanzó el último verano un nuevo mínimo de 4,24 millones de kilómetros cuadrados, según mediciones realizadas ayer, con lo que su descenso ya es del 50% desde 1972.
Según informó hoy la Universidad de Bremen, se trata del nivel más bajo en el océano Polar Ártico, por debajo aún de los 4,26 millones de kilómetros cuadrados registrados en 2007.
“Así queda menos espacio para los pequeños seres vivos que viven en las capas de hielo y que son al mismo tiempo de punto de partida de la cadena de alimentación para los humanos”, alertó Georg Heygster, del instituto de Física Medioambiental de la casa de estudios.
Los datos confirman que los efectos del cambio climático en el Ártico se agravan. La superficie de hielo oscila en el transcurso del año entre 15 millones de kilómetros cuadrados en marzo y 5 millones en setiembre. El valor actual es un 0,6% menor que el mínimo alcanzado en 2007 y podría seguir cayendo en las próximas semanas.
También este año los pasos del noreste y noroeste quedaron deshelados, un fenómeno observado por primera vez en 2008.
La pérdida de superficie helada ya no puede explicarse por efectos de variabilidad año a año. Y además, afirma el experto, el grosor del hielo medio se está reduciendo también.
.El "refugiado climático", fracaso diplomático ante el calentamiento global

Que la Organización de Naciones Unidas gestione ya el reconocimiento de la figura de refugiado climático para los países más vulnerables ante las consecuencias del calentamiento global, no es más que el fracaso evidente de las políticas encaminadas a su reversión.

Países como la República de Kiribati o Tuvalu, atolones que apenas se levantan en el Pacífico oriental, tienen los días contados si se cumplen las previsiones de aumento del nivel del mar del IPCC, que en su cuarta y más reciente publicación apunta una subida de entre 18 y 59 centímetros antes de 2099.
El físico Ernesto Rodríguez Camino, jefe del Área de Evaluación y modelización del clima de la Agencia Española de Meteorología (Aemet) es miembro del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) del Programa de las Naciones Unidas (PNUMA), que el próximo mes de diciembre presenta su quinto documento en Durban, Sudáfrica.
"El tiempo de duda razonable se ha acabado, ahora hay que actuar. Es el tiempo de los políticos", ha dicho a EFEverde Rodríguez Camino, sobre los evidentes impactos del cambio climático: calentamiento global, aumento del nivel del mar, cambios en los ecosistemas, acidificación del océano, estrés hídrico, inseguridad alimentaria y riesgos para la salud humana asociados a inundaciones y sequías.
"El planeta se arriesga a una catástrofe en biodiversidad. En algunas zonas del planeta, ya bajo un estrés muy grande, no va a quedar margen para la vida", ha acotado el meteorólogo, consciente de las grandes migraciones que va a provocar el cambio del clima.
Ya se sabe que hay países que van a desaparecer, ha reconocido Rodríguez Camino, al tanto de la figura del refugiado climático que el propio secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha defendido esta semana durante su viaje a Australia.
Según el experto, en el seno de las Naciones Unidas se gestionan acuerdos para prever un traslado masivo de la población en riesgo y aunque el proceso esté en fases preliminares, "es una realidad que hay que atender si no se vislumbran cambios", ha dicho.
"Un siglo en términos de tiempo geológico está a la vuelta de la esquina y son temas de los que habrá que ocuparse si no hay compromisos contra el cambio", ha declarado sobre la imparable trayectoria del clima.
"Alterar el nivel del mar significa cambiar las líneas de costa, desplazar población. Hay grandes deltas en África y Asia que pueden notar grandemente la subida del nivel del mar", ha añadido.
Sobre el trabajo del IPCC, ha insistido en que son estudios de atribución en los que se establecen las causas de los cambios que estamos experimentando en el planeta, relacionados directamente con la industrialización de la sociedad, desde los años 50 del siglo pasado.
Desde el primer documento, presentado en 1990, se ha establecido que la causa principal del cambio climático son las emisiones resultantes de quemar combustibles fósiles, hasta el punto de alcanzar el 90 por ciento de fiabilidad.
En los estudios se añaden pronósticos de adaptación al cambio del sistema socio-económico y del entorno natural y propone opciones de mitigación a las que no se han prestado muchos oídos, a la luz del imparable aumento de las emisiones de CO2 en todo el mundo.
Las predicciones del clima que se proyectan para el futuro son "evoluciones condicionadas a los cambios que se adopten en la sociedad", ha explicado Ernesto Rodríguez.
"La principal recomendación es dejar de emitir, que es mucho más fácil y menos costoso que adaptarse al cambio", ha asegurado.
"Está claro que el sistema responde ante una perturbación como cualquier sistema físico. Nosotros lo perturbamos y reacciona. Hemos roto un equilibrio que se ha mantenido durante millones de años. Este modelo no es sostenible".
Kiribati es un archipiélago compuesto por 33 atolones y una isla volcánica, poblado por unas 105.000 personas y Tuvalu, antes islas Ellice, cuenta con cuatro arrecifes de coral y 5 atolones en un área total de 25,44 km² en los que viven 11.810 personas. Los dos son países miembros de las Naciones Unidas
Fuente: EFEverde

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