Son las 4 de la mañana y estoy insomne y desesperado. Otra vez Gaza. Otra vez los escombros, imaginar los bombardeos. La fuente de agua y energía destruidas. Escuchar al vocero del Ministerio de Defensa de Israel diciendo que tienen evidencia de que el 50% de los muertos son militantes en armas y que ellos no volaron las fuentes de energía y de agua. Mentiras!!! En fin, lo que sabemos. Decirles que Gaza es un experimento más de exterminio con mentiras, protestas, palabras e impotencia. Que hoy es posible Gaza. Ver las fotos de los paramédicos en un hospital llorando de cansancio, de dolor, de impotencia. Los hospitales bombardeados. Compas, esto que esta sucediendo, incluido lo que no sabemos hacer para detenerlo y lo que ellos saben que hacemos para que puedan seguir, es parte del plan de muerte.
Haití
Si nombrar a Gaza y a Buenaventura y a Mexico no se debe hacer porque paraliza, porque nos niega la alegría, porque no nos deja proponer, entonces no nombrarlas ni asumir la parálisis para reconocerla y romper estas cadenas que nos atan a la impotencia real y perversa, es ser cómplices y querer serlo. ¿Quien carajos se acuerda ya de Haiti, donde todo esto sigue sucediendo desde hace siglos y años y meses y días y horas? ¿Es mejor no nombrar a Haiti para no paralizarnos? ¿Que se paralicen ellas y ellos, los que están exterminando y sufriendo allí, porque esa masacre es su problema? Nos están paralizando para matarlos. Además de lo poco que hace nombrar esa verdad, dejar de verla, dejar de hablar sobe Gaza y el terror en todas partes y señalar a quienes reconocen el horror como un problema, es ayudar al genocida.
Descuartizamientos en Buenaventura, Colombia
Hoy hay que nombrar y saber y ver el holocausto en curso para eliminar el excedente de pueblos que le estorba al capital y sumarnos a ese excedente y asumir que lo son y que lo somos precisamente para saber, mirar a la cara la verdad del terror en toda su magnitud, como condición necesaria para impedir ojalá un día, lo que aparece hoy imposible ante los hechos. Impedir que sea posible, que siga siendo verdad este hijo de puta genocidio ante el que callarnos, dejarnos de quejar, dejar de sabernos impotentes, es tan mentiroso y perverso como las bombas con las que matan y las moto sierras con las que descuartizan.
Estamos derrotados, decía Héctor Mondragón el otro día refiriéndose a Colombia. Lo decía obviamente para señalar que desde allí y sabiendo esto, podemos reconocernos sin fantasías ni ilusiones para saber donde estamos y reconstruirnos. Señalar a Héctor al decir esto como que nos paraliza y no sirve que lo diga sería exigirnos hacer silencio como condición para tener derecho a hablar.
Gaza. ¿¿¿Que hacemos??? Porque ante la masacre que hay que ver y reconocer y gritar con todo el horror que merece sin negarnos a sentirla y sin poder jamás sentir lo que están muriendo en desesperación allá...Gaza es un espejo ante el que nos debemos ver para reconocer la verdad del exterminio si es que estamos dispuestos a asumir que eso es lo que tenemos que enfrentar. Como lo es Haiti, Buenaventura y tantas otras que son la misma y avanzan. Como generar un retorcido argumento ante el Campo de Exterminio de ahora o de antes que nos permita silenciar a quienes lo denuncian y lo sufren.
Para no quedarnos en el exterminio, hay que detener el genocidio. Para que no haya campos de exterminio, hay que buscarlos, verlos, denunciarlos, saber que existen y avanzan y organizarnos para acabar con ellos. Esa es mi propuesta. La imposible de realizar. La indispensable. Mientras la máquina de muerte avanza, hay que señalarla, saber su geografía, conocer sus espacios y avances y la amenaza concreta que constituye y viene para detenerla. Desviar la mirada por cualquier razón y con cualquier pretexto es demorarnos en el trabajo de encontrarnos desde la impotencia para sumarnos a la lucha. Digo que no se cómo y lo proclamo!! Es lo que corresponde. Pararnos ante la magnitud del horror para saberlo con quienes lo sufren más directamente o no lo vamos a detener! Voltear la cabeza nunca ayuda para ver y hacer algo. Así como mirar para denunciar y seguir en la misma es otra manera de no hacer lo necesario.
Ahora mismo los entierran vivos. Ahora mismo estallan las bombas y se derrumban edificios y no hay como sacarlos y se pudren en los escombros y no tienen agua ni energía y los hospitales no funcionan o son destruidos y no hay refugios y nada de lo que podamos decir o mostrar en fotos o vídeos o denunciar, NADA!!! alcanza a contar un segundo de ese infierno. ¿¿¿¿Qué es la alegría y la propuesta ante esto y sin esto????
¿Hablamos? ¿Nos reconocemos ante el genocidio?
Manuel Rozental
Pueblos en Camino
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