Viñeta de Kalvellido |
Cerrar los ojos no es un acto simple, vacío de complicidades.
Es allanar el camino a la barbarie.
No es algo que se pueda hacer un rato y otro rato dejarse ensuciar las retinas con la sangre o los andrajos.
Cerrar los ojos es ceder el paso, muscular las rodillas, cargar sobre la espalda el peso de la esclavitud propia y ajena, es vaciar los días de ternura y dejarlos que agonicen tan tristes e inhumanos.
Cerrar los ojos es ignorar las muertes y las injusticias.
Acobardarse ante la vida.
Vivir sin en el desafió de saber la verdad más allá de las tinieblas.
Cerrar los ojos es ignorar que somos dolorosamente humanos.
Es renunciar a sentir que las heridas supuran pero también es renunciar a las caricias.
Cerrar los ojos es mutilarse, permitir que nuestro corazón quede atrapado para siempre en arenas movedizas.
Ciego, solo, sordo con sólo una voz que es afonía.
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