Félix Ovidio Cubías
Por ahora, son 60 mil los niños refugiados sin papeles, sin familia, sin Patria y sin fortuna y mañana será un millón y pasado mañana serán dos millones
Por ahora, son 60 mil los niños refugiados sin papeles, sin familia, sin Patria y sin fortuna y mañana será un millón y pasado mañana serán dos millones
Y todos estarán huyendo y serán los exportados y como siempre los cáctus y sus espinas serán testigos que romperán sus mugrientas vestiduras y los escorpiones y cáscabeles cegarán vidas inocentesy la mueca del hombre vestido de verde olivo acompañado del sherife que ahí estará presente pateando con sus botas con punta de hierno al niño frágil, agonizante de hambre y de sed embarrado de sangre, mierda, lodo y barro desnudo sin papeles. Sin nada…..un indocumentado….y los gobiernos exportadores de Honduras, Guatemala y El Salvador serán los únicos qué reirán ante ésta tragedia humana al cumplir las órdenes del sistema al cual sirven y Tió Sam desde USA, les dará millones de dólares y la hora del festín llegará y habrá nuevos ricos y más niños expatriados, convertidos en valiosa mercancía que cada día se cotiza mejor.
Pero ahora, los niños de la frontera ya conocen quienes son los sin capucha los verdugos, ésos de corbata y cuello blanco almidonado y aunque los niños por ahora solo sean un instrumento de cambio indocumentados en la frontera, hacinados en refugios que más bien parecen cárceles de la época feudal no deja de ser ésta la nueva estrategia de un negocio moderno cruel, vergonzoso e inhumano del siglo XXI protagonizado por niños donde alguien se está llenando los bolsillos y está repartiendo sobres bajo la mesa, ése es un derivado en el caso de los niños de “ORO” en la frontera, los “mojados” y los “indocumentados”.
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