Juan Arias: Los electores brasileños ya no comulgan con ruedas de molino

"El Brasil de estas elecciones es un país distinto del que hae solo 15 años. Quizás menos. Es el Brasil nuevo nacido de las protestas callejeras, un pís más crítico, más informdo, al que no es cierto que no le interese la política. Es que desea conocerla y discutirla en otros foros, en otros medios de comunicación. Es el Brasil de la modernidad, que ya despunta, que estudia más, que está más vacunado contra los virus del engaño, de la propaganda. Es el Brasil que empieza a negarse a comulgar con ruedas de molino. Es un Brasil más difícil de embaucar porque ha empezado no solo a escuchar, sino también a pensar

A veces, cuando se dice que la mayoría de los brasilenos desea cambiar, los políticos suelen ironiza diciendo que esos mismos cuidadanos "no saben lo que quieren cambiar". No es verdad. Es a ellos, a los políticos, a los que les cuesta mucho ennumerar los problemas concretos que están dispuestos a mosiicar. Asuntos que los ciudadanos conocen muy bien porque, además lo sufren ellos mismos sus consecuenias

Los brasileños revelan lo que quieren que cambie, con hechos, lo que rechazan porque lo consideran inútil, trasnochado y hasta rídiulo

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Un ejemplo concreto son estas elecciones. Son tema de conversación en bares, los autobuses, los supermercados: una trinidad de lugares que deberían frecuenta más los realizadores de pesquisas electorales. Y esas conversaciones tienen más efecto que la llamada "propaganda electoral gratuita", que ha perdido el 50% de la audiencia de otras ocaciones, así como la propaganda que crea la polución visual y acústica de calles y plazas irrita a la gente no solo no produce mayor interés, sino que llega a ser contraproduce