Gracias por todas y cada una de ustedes, sus llamadas. Las autoridades penitenciarias cedieron y permitieron la visita de sus familias después de una intensa presión pública de todo el mundo. Seguimos actualizando la situación de Mumia Abu-Jamal.
El martes 31 de marzo, después de la conferencia de prensa, su esposa Wadiya y su hermano Keith Cook, pudieron visitar a Mumia durante 30 minutos cada uno. Nadie más podía verlo. Durante las visitas de Mumia fue encadenado a la silla y el resto del tiempo está encadenado a su cama.
Ahora se sabe que Mumia sufrió algo llamado choque diabético. Sus niveles de azúcar eran 779, casi llegando a nivieles de un coma diabético (800). Ahora bajaron sus niveles hasta 300; los niveles normales deben estar en 100.
Su abogado Bret Grote dice que sin las llamadas y protestas, nadie habría sabido que lo sacaban de la prisión. Cabe señalar que nada de esto habría sucedido si Mumia hubiera tenido una asistencia médica adecuada en la prisión. Johanna Fernández informa que a pesar de que Mumia se venía sintiendo mal desde enero y le hicieron análisis de sangre tres veces, nunca fue diagnosticado con diabetes.
Por otro lao, lo castigan con la pérdida de llamadas y el tiempo en el jardín, porque no podía despertar de un profundo sueño para participar del conteo de los presos. Una droga que le dieron para tratar un caso severo de eczema sólo empeoró su condición. Las organizaciones de DHH instan a seguir con llamadas para requerir tratamiento médico adecuado con un médico independiente- y su liberación inmediata.
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