Colombia: LA MEJOR VIA ES LA DEL CANJE DE PRISIONEROS

Escrito por Lucero Palmera, integrante del 41 Frente "Cacique Upar" FARC-EP

Viernes, 20 de Enero de 2012 15:37
Los sucesos del 26 de noviembre, donde pierden lamentablemente la vida cuatro miembros de la fuerza pública y el largo cautiverio que han padecido los prisioneros de guerra, por la intransigencia oficialista de no acceder a un acuerdo Humanitario, demuestra que al gobierno poco le importa la vida de soldados y policías que exponen sus vidas defendiendo los intereses de la oligarquía y las transnacionales.
Con un cínico coro de condena a las FARC, que pretende ser unánime sin serlo, y una convocatoria institucional a marchar contra la insurgencia armada, el gobierno pretendía ganar la opinión pública para desenjalmarse de su responsabilidad en el fracasado operativo de rescate. No es la primera vez que tiene ocurrencia un acontecimiento como este, tampoco son nuevos los planes de los sectores más militaristas de la oligarquía de lograr por las malas la libertad de militares y policías hechos prisioneros en combate, exponiéndolos a un trágico desenlace, como ocurrió recientemente.
En reiteradas ocasiones y de todas las formas posibles, los familiares de los prisioneros se han opuesto a los rescates militares, impulsando decididamente la idea de un Acuerdo Humanitario que ponga fin al cautiverio de militares y policías y permita que salgan de las cárceles los guerrilleros presos.
Estos lamentables acontecimientos ratifican, que la única salida decente es la humanitaria, mecanismo que pasa por otorgarle a los capturados, la categoría de prisioneros de guerra; reconocer además que en toda confrontación armada existe la posibilidad de que los combatientes caigan en manos del adversario, y que en Colombia, mientras perdure la confrontación, seguirán las capturas en combate como un acto legítimo del conflicto.
En la coyuntura actual se confirma que lo único verdaderamente unánime en el país es el anhelo profundo de encontrarle al conflicto una solución incruenta, aunque lo que resalten los grandes medios de la manipulación y la mentira, sea las voces desafinadas que convocan a la guerra interminable. Las más recientes movilizaciones populares, verdaderamente masivas, han clamado por una Solución Política, que garantice la convivencia democrática con justicia social y el ejercicio pleno de la soberanía nacional.
La clase gobernante ha hecho oídos sordos a este clamor, como ha ignorado históricamente las causas que motivaron el alzamiento armado que desde Marquetalia como Epopeya, se desplegó por las conciencias de los humildes y explotados de Colombia, con la certeza del triunfo revolucionario.
Si persiste en Colombia la persecución política y el exterminio de quienes opinan distinto del régimen; Si la violencia latifundista y terrateniente sigue inundando de sangre los campos colombianos condenando a los campesinos al desplazamiento forzado y al despojo de sus tierras; Si persiste también, ahora de una manera más descarada y directa, la intromisión del gobierno de los Estados Unidos en la confrontación militar y en la política interna de nuestra patria, qué razones de dignidad pueden esgrimirse para que desaparezca la lucha guerrillera?.
Preocupados por la respuesta heroica de los guerrilleros farianos y la creciente movilización de pueblo inconforme, Santos y los de su clase se aferran a la quimera del desarme de las FARC-EP, queriendo desconocer que “la paz en Colombia no nacerá de ninguna desmovilización guerrillera, sino de la abolición definitiva de las causas que dan nacimiento al alzamiento”.
Aturdidos en su borrachera militarista y triunfalista, brindaron por la caída en combate del comandante Alfonso Cano, “pero pasada la fiesta por la muerte del guerrillero”, evocan la figura de Alfonso, “el más ferviente convencido de la solución política y la paz”, que tanta falta le hace a este país.
Como un homenaje póstumo a la memoria de nuestro comandante caído valerosamente en combate, entendemos este gesto de las FARC-EP, de efectuar una nueva liberación unilateral de prisioneros de guerra, dando con ello positiva respuesta a la petición hecha por un grupo de mujeres demócratas del mundo, lideradas por la senadora Piedad Córdoba.
Esta decisión ya había sido tomada por nuestro secretariado en vida del comandante Alfonso Cano y la cumpliremos al pié de la letra, como cumpliremos la tarea de lograr la libertad de los guerrilleros presos, convencidos que para ello la mejor vía es el canje de prisioneros.
ALFONSO CANO VIVE, VENCEREMOS!!!
Epilogo. La marcha del seis de diciembre, convocada por el gobierno en contra de las FARC-EP, y a favor de la guerra, resultó un rotundo fracaso; los referidos medios guardan silencio: es también su fracaso. No es este un hecho cualquiera, es la expresión de un pueblo que ha padecido la guerra en la carne y el espíritu y su única esperanza es la paz con justicia social.
21-01-2012