¿Solo la gente de izquierda es terrorista, acaso la derecha no aterroriza?
Me duele ver que Jovino Novoa hable de terrorismo y ponga ejemplos, para justificar la aplicación de la Ley Antiterrorista, de los casos de los mapuches y su lucha. Me da terror cuando sale en televisión alguien que apoyó el golpe de estado, y que facilitó que la dictadura en Chile fuera posible, diciendo palabras que, más allá de una cuestión política, tienen un sesgado triunfo moral que se lo ganaron, precisamente, distribuyendo el horror, el miedo y la muerte.
¿Cómo definimos terrorismo, Jovino?
Jaime Guzmán fue asesinado por una cuestión política, de eso no hay duda. No sé en qué momento eso puede considerarse terrorista en un país y en un tiempo en el que en Chile gobernaban aún los poderes homicidas de la dictadura de Pinochet. Novoa dice en este instante por televisión que en Chile hubo Terrorismo de Estado porque se violaron los Derechos Humanos… a ver, don Jovino, tranqui, no es solo por eso. No sé en qué código jurídico se basa para decir que en este país, únicamente, había terror por una cuestión de violación a los Derechos Humanos. La gente en ese tiempo tenía, y aún tiene, miedo porque había una dictadura terrible, y no únicamente por los casos de detenciones y tortura que muy bien supieron tapar con el Cometa Haley y con programas de televisión. Entonces achacarle el muerto del terror al Frente Patriótico es como bien patudo, bien carepalo, porque si rayamos la cancha y jugamos con las mismas leyes entonces no deberíamos seguir pensando o creyendo esas mentiras que ustedes mismos nos pusieron en los ojos hace treinta años atrás.
Me sorprende que no tengan en mente que la Constitución política, que el mismo Jaime Guzmán ideó, es una de las mayores fuentes de terror para nuestro país. Con un sistema político que se ha amparado bajo ella para regular y pervertir el funcionamiento del Estado; y con el enganchamiento de personas terribles en el poder. Sin embargo cuando les tocan un muerto los de la derecha quieren enjuiciarlos a todos con una severidad que ya quisiéramos para Manuel Contreras o para Krashnov, pero claro, para Jovino, ellos no son terroristas y no provenían de grupos organizados. A ver, tranqui.
Jaime Guzmán fue asesinado, eso es cierto. Y las motivaciones no fueron para matar al hombre, sino para matar la idea, tal como dice Novoa. Y esa idea era, precisamente, una idea terrorista y terrible. La idea que defendía Guzmán era la de un país que estaba al servicio de unos pocos y que no le importaba un carajo la gente pobre o el inmenso pueblo que estaban dejando bajo la alfombra y bajo la sangre para gobernar. Entonces no me vengan ahora a decir que el FPMR tomó una decisión homicida ramplona, menos aún que era una idea nacida del odio por el odio, eso no, jamás. Guzmán fue una víctima de un enfrentamiento, de una lucha dispar invisible que se vivía en las calles de Chile. Así que no vengamos ahora a martirizar figuras políticas únicamente porque representan los intereses de un grupo selecto que ha triunfado en el poder sembrando el terror en una buena parte de la población.
Si no le sirve al poder es terrorista, si le sirve al poder es recurso constitucional
A la ley antiterrorista le han dicho ley AntiMapuche por algo. Porque cuando muere un mapuche (que para el patrón no es un ser humano chileno sino un elemento de uso) no es lo mismo que cuando muere un Jaime Guzmán, aún cuando el balazo policial es tan organizado y tan dirigido políticamente como el balazo del FPMR. Esas dualidades legales no las entiendo. Me parece increíble que se pretenda hacer parecer terrorista el homicidio de Guzmán y no se ponga a la misma altura el de Matías Catrileo. Me resulta insultante que se llame terrorista el incendio de un fundo y no se le llame terrorista a Villa Grimaldi. No sé tú, pero yo, como diría Luis Miguel, encuentro que sostener económicamente y validar centros de tortura es una conducta que infringe terror en la población, mucho más que un galpón ardiendo.
Cito a Novoa: “es particularmente grave que se proponga excluir de nuestro ordenamiento jurídico la figura del delito terrorista en momentos en que recrudecen en el país acciones claramente destinadas a alterar el ordenamiento social, mediante la violencia o a crear temor en la población o causar daño indiscriminado a personas o a la propiedad, conductas ellas claramente terroristas” .
¿Y luego me dice que en Chile no hay ni hubo terrorismo de Estado? Jovino, de veras, me parece que hay que tener máscara de cuero para no desfigurarse al decir semejante pelotudez, sobre todo y considerando que en el Chile de ustedes se le puso energía para crear “acciones destinadas a alterar el ordenamiento social mediante la violencia”.
Si esta nota la hubiera escrito en 1983 mañana mismo estaría muerto
Y seguramente esta crónica sería la de la muerte anunciada. Mi familia tendría terror, horror, miedo, rabia y pena si supieran que voy a publicar una nota donde menciono siquiera al poder macabro de la derecha chilena. El terror es mucho más que un bombazo. Palabras como “extremista” o “terrorista” pasaron a ser sinónimos de “izquierdista” precisamente porque ustedes patentaron la idea de que solo la gente de izquierda atenta contra la sociedad.
Don Jovino, no me venga con cuestiones. En esos tiempos en Chile había terror. Terror que la derecha puso en circulación con sus matanzas, persecuciones y robos. Había terror de hablar y de salir a la calle, no por la idea de que te podía caer una bomba en la cabeza,sino precisamente porque te podían tomar preso y meterte en una celda negra de la DINA simplemente por pensar distinto. Y me vienes a decir que el pueblo Mapuche es terrorista?
Yo no he visto nunca una leyenda mapuche que pregone el odio. Pero si he tenido la oportunidad de rondar por instituciones y colegios pitucos que metían sangre en sus predicamentos. He estado en presencia de curas que mintieron y negaron, no por temor sino por odio, las brutalidades que ustedes hicieron y eso, te juro Jovino, si que es de temer.
He mirado a los ojos a gente que fue torturada y treinta años después sigue temiendo. Porque el Terror con mayúscula Jovino, no tiene nada que ver con lo que crees, es mucho más duro.
Jaime Guzmán / FPMR
Yo no quiero avalar la muerte de Guzmán, no quiero sembrar el odio, pero no puedo ser tan cobarde como para no reconocer que su muerte no me provoca miedo sino un secreto sentimiento de tranquilidad. Me agrada pensar que el poder, incluso el más vil, puede ser tocado en el hombro para que comparezca por un segundo ante esa justicia que no pasa y no puede pasar por los tribunales. No creo que se justifique la muerte, pero sí creo que un pueblo sometido a las atrocidades a que lo sometieron, y que siguen manteniendo gracias a la Constitución del ochenta que tiene el sello de Guzmán, entonces,siento que su muerte fue por razones políticas. ¿Qué duda cabe?
El caso bombas, que para ustedes es terrorista, no es acaso igualmente un síntoma de una acción política. Desesperada quizá, pero política. Un inmolado, un huelguista de hambre, una mujer que se encadena en la catedral son también síntomas de un dolor inconcluso que llega a una acción, a un efecto, a la conclusión de una desesperación ante un sistema que, muchas veces, ofrece terror. Las acciones políticas son terroristas cuando le tocan al poder, pero cuando es en la otra dirección son simplemente “casos puntuales” de negligencia. No me vengan con eso. Jovino, de qué estamos hablando.
Convirtieron a los Carabineros en una institución que da miedo. De las fuerzas armadas ni hablar. El terror de ver un piquete de pacos en la calle es mucho más grande que el de saber que botaron una torre de alta tensión en Peñalolén. Ustedes, la derecha, pusieron en negrita la palabra miedo y nos vienen ahora a decir que se ponen a llorar con una micro quemada. No señor. No procede.
Diez carabineros de Fuerzas Especiales tomando por el cuello a una niña de 15 años es una acción que marca y deja huella de un terror cien veces más grande que el de una muerte política. Aprendan a salir a la calle y sepan que la definición del miedo no es una propiedad privada de la derecha.
Cierro
Jaime Guzmán no fue una hermana de la caridad. Su muerte, por muy despreciable que me parezca el quitarle la vida a otra persona, fue un suceso que nació de un momento político y de un momento histórico que por todas partes gritaba y predicaba el terror. Pinochet fue un arquitecto del horror. Ustedes mismos, Jovino, que levantaron en andas a un dictador y dieron rienda suelta a las políticas más crueles de nuestra historia fueron, entonces, terroristas.
Empecemos a darle un tono menos miserable a nuestras conversaciones. Construyamos un país, te invito Novoa, en el que las libertades sean las mismas para todos. Hagamos que el pueblo Mapuche tenga el derecho a conseguir legalmente sus demandas, y no me refiero a los derechos que ustedes consideran posibles, sino a los que amplían la mirada. Pensemos en las tierras, pensemos en una legislación que los incluya. Pensemos, Jovino, en un país en el que podamos convivir nosotros, los de abajo, con ustedes no solamente cuando les conviene. Traigamos Chile a este tiempo y dejemos de mirar y de leer los sucesos históricos desde el cristal que solo sataniza las luchas de izquierda y valida con heroísmo las pisotadas de la derecha.
Que me perdonen los lectores si piensan que estoy aplaudiendo las acciones armadas. No es eso. Pero lamentablemente soy del grupo de personas que siente un profundo respeto por el FPMR y por los grupos que lucharon sin terror y sin miedo para combatir un dictador y creo, honestamente, que es tiempo de que empecemos a evaluar y juzgar con las mismas reglas a los de uno y otro lado, porque si el Comandante Ramiro es terrorista entonces Sergio Arellano Stark es genocida. Si partimos de eso, pues bien, pero mientras les sigan diciendo héroes a tipos como el Mamo a mí, de terrorismo, usted ni me hable.
en twitter @arturoledezma
Arturo LedeZma (@arturoledezma)Fuente<. El Ciudadano
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